Los profundos ojos de Severus Snape

Tercer Capítulo: mi madre...

-Oh director Dumbledore, ¿paso algo? Y ¿por qué esta aquí?-

-señorita Markov, la verdad solo pasaba por aquí y la vi, pensé que podríamos conversar mientras comienza la clase, me pregunto si le ha sucedido algo fuera de lo normal- me miraba esperando una respuesta.

-la verdad profesor creo que no- pensaba en las cosas que me sucedían, recordé entonces el sueño con mi madre- mejor dicho si, ahora que recuerdo soñé con mi madre algo extraño señor-

-con tu madre dices, y ¿qué fue lo que soñaste?-

-yo leía en el lago negro y comenzaba a escuchar que decían mi nombre, cuando voltee para ver de quien se trataba, era mi madre vestida de negro, se veía muy mal, y decía que la perdonara por no contarme la verdad, de pronto sentía que me lanzaban al bosque prohibido y veía una sombra, era como un vapor y de un momento a otro todo se volvió negro, ¿qué puede significar aquello profesor?-

-la verdad pequeña, no lose, solo te pido que te cuides y discúlpame recordé que tengo algo que hacer- tan pronto como vino se fue, vaya hombre loco pero tierno, inspiraba confianza y hacía sentir segura.

-Profesor creo que ya aprendí la lección, ¿hasta cuándo tendré que seguir limpiando?- habían pasado tres semanas desde que comenzó el castigo y sinceramente ya no quería más.

-cuando se cumpla el tiempo que le di de castigo, no por ser usted tendría que bajar los días de detención-

¿Es qué este hombre no tiene corazón? No ve que estoy acabada y aburrida de limpiar todos los días, el desorden que queda después de clases. Seguí limpiando y vino a mi mente el último sueño que había tenido, en estas semanas he soñado bastantes cosas desconcertantes, pero ésta llama mucho más mi atención, veía esa sombra negra era un hombre con una capa, junto a mi madre atada, con sus ropas rajadas y llenas de sangre preguntándole dónde estaba, donde había ocultado lo que a él le pertenecía, que porque se lo había ocultado todos estos años, yo gritaba, quería ayudarla pero no me oía era como si no existiera, cuando mi madre iba a responder, desperté.

-¿le sucede algo Daniela?- la voz de Snape me hizo volver a la realidad.

-Nada profesor, solo recordaba algo-

-y ¿se puede saber que era lo que recordaba o es algo privado?

-solo recordaba un sueño, en que veía a mi madre atada junto a una sombra negra era mas bien un hombre con capa, le preguntaba algunas cosas, sé que es raro- me calle un momento- profesor ¿puedo dejar esto hasta aquí por hoy?-

-solo si me dice algo señorita, ¿no ira usted a hacer algo malo cierto?- era mi idea o estaba preocupado por mí.

-no señor, solo iré a dar un paseo a despejar mi mente, ¿puedo o no?-

-está bien señorita, vaya con cuidado- dicho esto se puso a escribir otra vez.

Cuando salí estaba oscuro y fresco, tengo que escribirle a mi madre para contarle todo lo que ha sucedido, porque he soñado todas esas cosas, me senté apoyada en un árbol, cuando desperté estaba en el bosque y habían dos mortífagos mirándome, ¿qué hago ahora?, ¿Dónde está mi varita? Maldita sea la deje entre mis cosas, Y ¿por qué estoy aquí?

-¿qué quieren? ¿Van a matarme verdad?-

-calla, estamos buscando a la hija de Alhigne Markov, ¿eres tú no?, nuestro señor quiere verte- se estaban agachando para tomarme pero un sonido los hizo volverse.

-¿qué hacen ustedes aquí?- esa voz me era conocida, era la voz de Snape.

-tu vete no es algo que tenga que ver contigo- lo estaban acorralando.