Los profundos ojos de Severus Snape

Décimo Tercer Capítulo: vacaciones

-¿eso es lo que has visto?- asentí -¿por qué no me dijiste antes? No importa luego me explicas, tenemos que planear todo muy bien para que las cosas no sucedan de aquella manera- caminaba de un lado a otro desesperado.

-solo debemos cuidar a Harry, de él depende que todo funcione-

-no puedes hablar enserio, hay más, debiste haber visto o escuchado algo más en aquel sueño, recuerda pequeña- había suplica en la forma en que me hablaba.

-estábamos en una habitación y en el centro un cajón, era Harry yo lloraba porque todo daba indicios a que Voldemort había ganado te decía que él era nuestra única esperanza, me mirabas y decías que yo había aprendido y visto lo suficiente de él como para vencerlo, luego de eso estaba en un lugar vacío y veía Hogwarts en ruinas en mi sueño sentía que el tiempo había pasado y todo estaba perdido, nada de eso me da indicios a cómo sucedió o de qué manera, no podemos evitarlo Severus-

-no digas nunca eso pequeña, siempre hay una manera de evitar las cosas, por ahora solo estaremos al pendiente de Harry informaremos a Albus de lo que viste y actuaremos dependiendo de cómo vayan sucediendo las cosas-

-¿y qué le diré a Voldemort? Simplemente ¿le diré que el gana?-

-si querida, es lo mejor por ahora, así se calmará y lo tomara como una victoria, ahora por favor solo hablemos de nosotros y de nuestra vida juntos-

-¿viviremos en las mazmorras?- lo dije con burla –creo que será muy incómodo cuando entremos en acción-

-tengo casa fuera de Hogwarts querida no trates de burlarte de mí, no creí que tuvieras esa fase pervertida aunque no creo que eso sea un problema, puedo hacer un hechizo para que nadie pueda oírnos pequeña así que podrás gritar todo lo que quieras- miraba mi cuerpo de arriba abajo. Me puse colorada y no respondí a su comentario. –ohhh pequeña no lo dije con intensión de incomodarte, solo estaba jugando, no pienses que querré sobrepasar los límites que tu pongas, siempre te respetaré y no te obligare nada que no quieras hacer-

-no es eso Severus, es solo que no acostumbro a hablar de eso-

-bueno pequeña, lo comprendo no te presionaré, ahora ve a dormir mañana hay clases y no quiero que llegues tarde por mi culpa-

-tal vez yo si quiero llegar unos minutitos tarde- lo bese muy lento pero me apretó dejándonos muy juntos, el profundizo el beso convirtiéndolo en uno desesperado y feroz, me apoyo en la pared, él recorría mi espalda y mis muslos con una lentitud que me erizaba la piel –Severus-

-¿si pequeña?- se separó un poco de mí.

-te amo- le susurre, él callo un momento como si buscara las palabras para contestar.

-el sentimiento es mutuo querida, ahora ve- beso mi frente me dio una palmadita en el trasero y abrió la puerta.

-te ves bastante feliz, ¿hay algo que debo saber?- Hermione y sus preguntas directas –cada día falta menos ¿emocionada?-

-soy feliz junto a Snape, y claro que estoy emocionada aunque me desilusiona la manera en que todo se dio, jamás pensé en casarme por orden de alguien y aparte tener que compartir con todos esos mortifagos-

-después de que todo se acabe podrás celebrarlo de mejor manera Daniela y todos nosotros podremos acompañarte, sólo piensa en que afrontaras todo lo que viene junto al hombre que amas-

-Herms no creo que seamos nosotros quien obtengamos la victoria- ella no entendía a qué me refería –lo vi Hermione, y Voldemort gana, por lo mismo te pedí cuidar de Harry, él morirá y todo estará perdido-