Capítulo Catorce

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-Parece que alguien se quiere acostar conmigo. -Me susurró mientras se sacaba la polera.

-Pues yo creo que deberías aprovechar. -Sonreí maliciosa y me tiré de nuevo a sus labios, en un beso salvaje. Pasé mis manos por su cuerpo y saqué el cinturón de su pantalón.

Mi cabello húmedo caía por mi espalda, mi cuerpo aún estaba cubierto por la toalla, pero no me la sacaría hasta que él estuviese totalmente al descubierto frente a mí. En un movimiento rápido giramos y ahora yo estaba bajo de él.

-No creas que no voy a aprovechar la oportunidad de acostarme con mi novia, de demostrarle cuánto la quiero. Pero creo que esta noche, no haremos algo lento. -Me sonrió pícaro.

-Tenemos la cabaña solo para nosotros dos, creo que dejaré que mi cabeza de pipí haga lo que quiera. -Me reí y lo volví a besar.

-Si no me enojo contigo es solo porque no quiero perder el tiempo que tenemos, puede venir alguien en cualquier momento. -Me empezó a besar el cuello. corrientes eléctricas me recorrían por completo.

Torpemente desabroché su pantalón, bajé lo que pude y Justin se separó de mí y se los sacó. en seguida volvió a posicionarse sobre mi. Tomó el nudo de la toalla y lo empezó a deshacer.

-No, no, no. -Dije al tiempo que negaba con la cabeza.

-¿Qué pasa? -Me preguntó confuso, frunciendo el ceño.

-Te quiero desnudo frente a mi. -Traté de hablar autoritaria, para que supiera que yo sabía lo que quería. Sonrió demostrándome que me haría caso.

-Me gusta cuando sacas tu lado gatuno. -Sonreí y me fijé en sus bóxers, Justin estaba de rodillas, con ambas manos en el elástico. -Pero deberías saber que es la última órden que me das esta noche.

Podía notar su amigo desesperado por salir. Se bajó la prenda que quedaba sobre su cuerpo y su amigo salió disparado.

-Me gusta verte desnudo. -Dije sin apartar la mirada de su parte íntima.

-Y a mi me encanta que me mires embobada. Pero en estos momentos lo que más deseo, es hacerte mía otra vez. Pero nena, esta vez será diferente. Porque esta vez te haré gritar, no tendrás que preocuparte por no despertar a lo demás. -Me habló de manera muy convencida, el también sabía que quería.

Pero esto me ponía nerviosa. el día anterior lo habíamos hecho de forma suave, y se había movido como un maldito demonio, mejor que los otros cuando se consideraban unas bestias. Ahora él me mostraría cómo se mueve un Dios, seguramente no estaría comparado en nada con lo que ya he vivido.

Pero confío en el. Sé que me quiere, y me cuidará porque dice que me ama, y si no es así como él dice, al menos me cuidará porque compartimos la misma sangre.

Extendí mis brazos hacia los lados, para que o tuviera problemas con la toalla. Apreté mis piernas entre sí, para que no se notara que estoy casi chorreando por la excitación. Puso sus manos en el nudo que afirmaba para que no se me cayera, lo desarmó y abrió los pliegues a cada lado mío.

-Por Dios... esta es la imagen más erótica que he visto en mi vida. -Susurró. Abrí un poco mis ojos, me daba vergüenza que me viera así, en esta ocación había luz, nada de oscuridad o de sombras.

Justin se volvió a poner sobre mí.

-Abre los ojos. -Negué con la cabeza. -No tienes nada de qué avergonzarte. Eres perfecta, eres hermosa. -Se apoyó en una mano y con la palma de la otra recorrió mi cuerpo. Abrí los ojos y lo vi sonriéndome a escasos centímetro de mi cara.

Me ganaron las ganas y me acerqué a besarlo. Me respondió al instante, ferozmente. Sus manos agarraron mi espalda y me senté en la cama, sobre Justin, en el borde.

Primos (JB & AG) -PAUSADA TEMPORALMENTE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora