Capítulo Veintiseis

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Justin




-¡Ariana! ¡Te lo puedo explicar! -Grité contra la puerta de la cabaña. Algunas luces se encendieron pero no me importó.

-¡Justin andate! ¡No debí haber confiado en ti! ¡Sigues siendo un puto mujeriego! -Escuché que golpeó la puerta.

En ese momento me desesperé ¿Y si se hacía daño? ¿Si se volvía a cortar o algo peor? No podía dejar que mi nena sufriera, no quería que fuese por mi.

-Por favor no te hagas daño hablé contra la puerta. -Se que me escuchó, las puertas eran delgadas.

-¡Claro que no me haré daño! ¡No lo vales! ¡Esa vez fue porque yo me consideré insuficiente! ¡Santa mierda, aún no sé cómo te creí!

-Nena yo te lo puedo explicar, déjame entrar. -Dije con las lágrimas comenzando a caer de mis ojos.

-¡No! Vete, quiero estar sola. Anda y acuestate con ella. Seguro que se te olvida todo. -Gritó enojada aún.

-Ari, tu y yo somos...

-¡Nada! Ahora andate y déjame sola. -Su voz flaqueo un poco. Eso dolió más que todo lo que en algún momento e sufrido.

Decidí no insistir, ella necesitaba un momento para calmarse, y yo también. Susurre un "Te amo" y me separé de la entrada.

En cuanto me di la vuelta un montón de cortinas se cerraron, chismosos.

Empecé a caminar para salir de él condominio.

-¿Se enteró? -Levanté la cabeza y vi a Ryan.

-Vio el video. -Dije casi inaudible. -Anda a verla. -Agregué rápido. -No quiero se dañe otra vez.

-¿Otra vez? -Asentí con la cabeza. -Las cosas que me pierdo. ¿A donde vas?

-Al Club. -Cerré los ojos y empecé a caminar de nuevo.

-No vayas, están...

-No me importa, necesito un trago. Cuidala.

-No te golpeo sólo porque creí que no lo resistirías. -Me alejo de él y camino por la calle hasta un callejón algo oscuro. Las luces de neón brillan y avisan lo que se encuentra dentro. Entró y voy directo al bar.

-Quiero una cerveza, corona. -Me la pasa y de inmediato me la bebo.

Ya llevaba dos cervezas y cuatro chupitos. No estaba muy de buenas.

-Dame otro. -El barman me entregó otro y se fue a atender a los clientes. Cuando volvió pagué todo con la tarjeta.

-Vaya, mira quien esta aquí. -Me giré y vi a mi pesadilla.

-Vete a la mierda. -Le espeté.

-Tuviste tu oportunidad. -Dijo encogiéndose de hombros.

-No se porqué se quieren acostar conmigo. -Gruñi molesto.

-Todos acá nos conocemos, y es aburrido todo el año, hasta que llegan los extranjeros. Son nuestras alternativas de recibir unas buenas folladas y material con el cual pensar ¿Me entiendes, no? -Dijo sonriendo.

-Habían más chicos. Y yo tengo novia. -Le pedí a el barman otro chupito, la verdad es que casi no los sentía, solo entraban a mi boca y pasaban de largo. Pero ya veía un poco borroso.

-Lo sé. Pero por como eres estoy segura que tu miembro es enorme. -Acercó su mano y rozó mi short,donde se notaba que estaba mi pene.

-Aléjate. -Esta chica me hacía enojar.

Primos (JB & AG) -PAUSADA TEMPORALMENTE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora