Capítulo Cuatro

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Justin

Quería irme con Ariana, el trayecto es largo y con ella sería divertido, pero Caitlin me ganó, Pendeja. Me fui con mi tía y conversamos sobre mis estudios y el trabajo de ella. En su empresa, no había podido manejar todo y yo como estoy estudiando administración, le di algunos concejos, no recuerdo mucho sobre mi tío, pero siempre estaba serio y la oficina que estaba en su casa tenía muchos papeles con números en todos lados.

Mirábamos el paisaje y lo verde que se encontraba. Me fijé en Ari y ella se había quedado dormida, acomodándose en la ventana, siempre se queda dormida, recuerdo que cuando éramos pequeños siempre se dormía cuando salíamos a algún lugar, nunca le reclame, en realidad me gustaba cuando se dormía ya que parecía muy inocente y me daban ganas de abrazarla. Ryan siempre me decía que le rayaramos la cara o que le hiciéramos una broma, pero yo no soportaba que se enojara conmigo, por lo que siempre me negaba.

Recuerdo una ocasión, una de las últimas veces que vinimos a la playa, que Ari se acurruco en mi brazo y se durmió. Estuve sonriendo y acomodándole el pelo todo el camino, de repente se despertaba y miraba para afuera, me miraba y se volvía a acomodar. Verla tranquila hacia que tuviera una paz que ni yo entendía, pero que me gustaba.

Entramos a la comuna de Navidad y seguimos avanzando hasta llegar a Lagunillas y llegamos al sector de cabañas, Scooter puso el auto en medio de dos cabañas y fue a pedir las llaves mostrando el comprobante que sacó vía Internet.

Cuando volvió todos estaban fuera de el auto, menos Ariana que seguía durmiendo.

-Bien, la cabaña más grande es para ustedes, tiene cuatro camas en una amplia habitación, cocina, dos baños, una sala y un comedor, también hay una ducha afuera para sacarse la arena. -Hablo Scooter y me paso la llave. -Dormirán ahí con Caitlin. Nosotros pedimos una parecida a la de ustedes, solo que con dos habitaciones. Por cierto, ¿Dónde está Ariana?

-En el auto, durmiendo. -Sooter se río y murmuró en voz baja "Como siempre". -Yo me encargo de bajarla. -Dije con una sonrisa.

Bajamos todo el equipaje y lo dejamos en la cabaña, mis padres y mi tía entraron para ver que tal estaba su cabaña y Caitlin corrió a la nuestra para elegir una cama. Me devolví al auto y abrí la puerta lentamente, metiendo una mano para que Ari no cayera al suelo. Le desabroché el cinturón de seguridad y pasé una de mis manos por debajo de sus piernas y otra por debajo de sus brazos, puse mi mano en su cabeza para que no fuera colgando y con mi pie cerré la puerta de el auto. Sonó la alarma, por lo que deduje que Scooter nos miraba por la ventana.

Caminé hacia la cabaña fijándome cómo se movía Ariana, la pegué a mi pecho y observé como su pelo se movía y la piel de gallina cubría sus brazos a causa del aire fresco que corría. Entré a la cabaña de madera y no se porqué, al saber que ya nadie podría vernos, le di un pequeño beso, en los labios, uno rápido, pero extrañamente no me sentí culpable y ni siquiera se me paso por la cabeza que acababa de besar a mi prima. Por un momento pensé en que llevaba a una tierna chica en mis brazos, alguien a quien me gustaba proteger.

Ella se removió un poco en mis brazos y abrió lo ojos.

-¿Justin?

-Si, Ari.

-¿Ya llegamos?

Me reí un poco y la bajé de mis brazos cuando se removió, una pequeña sensación de nostalgia me invadió, pero la deseché de inmediato.

-Si,y dormiste casi todo el tiempo.

Ari se llevó una mano a la boca húmeda, me miró un poco apenada y yo me puse algo nervioso.

Primos (JB & AG) -PAUSADA TEMPORALMENTE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora