Limbo

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Mansión de Charlotte y AJ


Después de tres horas retenida en comisaría, el psicólogo de turno determinó que Charlotte no estaba en condiciones de responder nada y tras hacerle un papeleo especial la llevaron a su casa. Cuando llegó, la rubia tardó bastante en aproximarse a la puerta y sacar las llaves, era muy tarde. Logró abrir la cerradura y sin expresión ninguna, dejó las llaves en el cuenco y se quitó la chaqueta ensangrentada. Sangre seca de Sasha. La dejó tirada mientras se acercaba a la habitación matrimonial: no había nadie. Decidió no mirarse al espejo y seguir buscando a su familia.

Estaban los dos en la cocina. Atravesó el umbral y vio cómo AJ le daba de comer a cucharaditas a su hija, tenía los ojos rojos. Al verle en aquella bonita escena se contuvo de venirse abajo y esnifó su nariz, limpiándosela con la manga.

Charlotte: ¿Puedo?

Styles no la miró, ya sabía que había entrado. Siguió alimentando a Marlene y notó la cercanía de su mujer demasiado. Enseguida se puso tenso y, ya de pie, sacó a la niña de la trona y la cogió en brazos. Marlene había crecido, tenía el pelo algo más largo y era una bebé astuta de diez meses. Al hacerlo, Charlotte fue andando en la misma dirección que él.

Charlotte: Por favor...

Styles: Por favor te lo pido yo a ti, no la cojas. Al menos dúchate antes, relájate un poco.

Charlotte: Me ducharé —asintió rápidamente. Se acercó a él y se le trató de arrimar un poco, pero AJ bufó y se llevó a la niña al dormitorio. Charlotte se sentía morir, asustada, sentía que habría cruzado el auténtico límite, el sólo hecho de imaginarla fuera de su vida la hacía pedazos.

Al salir de la ducha se puso ropa para dormir y se acercó a la cuna donde descansaba la niña. La cogió en brazos y rozó su nariz con la de ella, sonriéndola levemente, estaba adormilada.

Charlotte: Te quiero, mi vida... —susurró acariciándola y se quedó con ella meciéndola, de pie. AJ la miraba de reojo y volvió a cerrar los ojos, devastado por el tipo de relación que tenían que soportar, y todo por culpa de ella.

Styles: La mayoría de veces la veo y siento que hice bien acercándome a ti el día de año nuevo, la noche que te quedaste embarazada —Charlotte se estremeció al olerse el otro sentido de la frase— ser su padre es un sueño hecho realidad. Pero no puedo evitar pensar también que cometí el error más catastrófico dejándote entrar a mi vida, dominarme y dejarme hecho mierda, sin ninguna razón y sin ningún propósito, sólo el de ser tu... no sé, tu marioneta.

Charlotte se quedó callada, el corazón le bombeaba deprisa. Se giró a la cama con la niña y se sentó.

Styles: Nunca tuve que volver a regalarte ese maldito collar ni volver a tu casa, ni hacer nada contigo. La parte estúpida de mí al verte llorar de felicidad se creyó que iba a ser todo de color rosa. O que ibas a respetarme.

Charlotte: ¿Puedo dormir aquí?

Styles: Si quieres duerme aquí, yo me iré a la otra habitación —dijo de repente y se cogió una almohada.

Charlotte: Durmamos con ella... en medio de los dos.

Styles: No, no... no, rubia, olvídalo. No te confundas más, después mira lo que cuesta que asimiles las cosas. Se acabó. Se acabó para siempre. Si tú hub...

Problemática ( III )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora