Cazadas

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(Comentadme los capítulos, que sino esto es un aburrimiento T.T MANIFESTAOS, bitches.)



Recreo, en la penitenciaría

Reclusión de 6 meses



Andrea: Te quedó bien padre...

Charlotte ladeó una sonrisa al escucharla hablar en su idioma natal, últimamente se manejaba mucho mejor con el español. Sus amigas la comprendían, y aquellas cuatro junto a Sophie, eran inseparables y se entendían bien, sus delitos eran muy similares. Era el quinto tatuaje que Charlotte se hacía en el cuerpo, todos nuevos desde que había llegado allí y todos con experiencias relacionadas con su vida. Marlene, AJ, Lucas y hasta sus compañeras de celda estaban de alguna manera simbólica tatuadas en sus brazos y en la espalda, y aquello le daba un toque aún más peligroso.

Sophie: Eh, RUBIA. ¿Juegas? —le lanzó la pelota de baloncesto a la cara, pero Charlotte la paró en el aire y desvió la atención hacia su compañera.

Charlotte: Estoy hasta el coño del baloncesto.

Sophie: Las que ganen tienen cinco cigarros de contrabando, y ya sabes que hasta que venga el próximo pedido... —botó el balón, frunciendo la sonrisa al ver a su amiga ponerse en pie. Charlotte suspiró y se acercó a la cancha.

Charlotte: Quiero ver a mi familia... hoy estoy hecha una mierda.

Sophie: A ti te queda poco, no te quejes. Por cierto, van a traer tinta nueva. ¿Tienes alguna otra cosita que quieras tatuarte?

Charlotte: Se me ocurrirá. Será por experiencias... —resopló y cogió el balón, marcando un triple desde medio campo. Las otras la miraron a lo lejos.

Maika: Mira, ahí viene mi luchadora... ¿entonces jugamos todas?

Sophie: Qué remedio, no hay más que hacer.

Charlotte se puso en su lugar y botó el balón, mirando la zona sin mayor ilusión. De repente, Lily la tocó en el hombro y se pegó a su oído.

Liliana: Tengo que contarte algo importante que te interesa. Después, a la hora de cenar.

Charlotte se quedó mirándola unos segundos y, sin responder, empezó a jugar. Hoy tocaba aburrida tarde de deporte y juegos de cartas.



Bancos del patio, penitenciaría


Maika: JODER. PUTA MIERDA DE JUEGO —tiró las amarillentas cartas sobre la banca y bufó sacándose dos bolsitas blancas del traje, mirando alrededor y tirándoselas a una Charlotte risueña, disfrutaba desplumando a sus amigas.

Charlotte: Si esto fuera real ya te habría dejado en la calle —dijo guardándoselas y se humedeció los labios resecos. Cogió las cartas y se las dio a Lily para que barajara.

Liliana: Yo ya estoy en el limbo... ¿vosotras no? —murmuró, totalmente drogada y atontada. Ella y Andrea estaban en las mismas, pero tanto Sophie como Maika y Charlotte, aunque bebieron bastante del licor de contrabando que no les lograron confiscar, tenían más resistente el organismo. De repente una sombra fue avanzando entre todas las mujeres del patio, vestido de azul oscuro, con la pistola y la porra a ambos lados de la cintura.

Problemática ( III )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora