Un matrimonio herido

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3 de la madrugada


Para colmo la batería de su móvil se había acabado y tuvo que irse en el coche comiéndose los nervios, cada visita que les hacía a esas mujeres la dejaba peor y más insegura. Aceleró más y al ver que el piso de arriba de la mansión aún seguía con una ventana iluminada se dio más prisa, derrapando y aparcando de malas formas en el jardín. Salió corriendo del vehículo y entró deshaciéndose de la chaqueta.

AJ se había puesto en contacto con la policía, pero ésta no hacía nada si la desaparecida en cuestión no daba señales hasta pasadas muchas más horas. Al oír la puerta se alteró y fue corriendo por el pasillo, pero se la encontró de frente y notó cómo sus brazos le rodeaban. Estaba llorando.

Styles: ¿Dónde mierda estabas? Me dijiste que a las diez ibas a estar, me has cagado —la regañó, pero el enfado se le había pasado de un plumazo, estaba atacada de los nervios, no se despegaba ni un milímetro— ¿pero qué te pasa? Rubia, para de llorar así, les vas a despertar —la chistó con suavidad aferrándola a su cuerpo. Suspiró y se hundió contra ella, pegándose a sus mejillas— mírame.

Charlotte: No me dejes por favor... por favor... —se le iba el aire y notaba que le ardía la cabeza, estaba quemada de tanto darle vueltas.

Styles: Yo a ti no voy a dejarte nunca. Deja de quedar con esas arpías, no hacen más que meterte mierda en la cabeza.

Charlotte: No has estado con ninguna mujer, yo sé que no has estado con ninguna —decía casi para calmarse a sí misma, resoplando y se sorbió las lágrimas.

Styles: ¿Y se supone que a mí me hacen mal mis amigos? ¿Tú te estás viendo? —bajó el tono al sentir que se estaba dejando caer derrotada; la agarró más fuerte poniéndola de pie— Charlotte —iba a volver a cabrearse cuando vio a su hija atrás, asomada en el marco de su habitación. Distinguió sus ojos claros escondidos, mirando a su madre, pero al ser reconocida volvió corriendo a su cama.

Styles: Nena, hemos despertado a Marlene, no quiero que te vea así —le secó las lágrimas y ayudó a llegar a la cama, olía a tabaco que echaba para atrás.

No se quedó dormida hasta pasadas horas, por puro cansancio. Se durmió aferrada a las ropas de él, respirando en su cuello.


Jardín, a la mañana siguiente


Styles: Marlene, coge la manguera y mírale los bordes. A ver si es eso o que la llave de paso está rota. —La niña cogió el extremo y lo miró, pero antes de poder reaccionar AJ accionó el agua a toda presión y un chorro la salpicó enseguida, chillando inocentemente. Salió toda empapada con su bañador hacia las tumbonas, su madre estaba tomando el sol y se echó encima de ella.

Charlotte: Esa broma me la ha hecho a mí muchas veces, cariño —se rio al ver todo el pelo de la niña como si fuera una loca de la selva. La acarició suavemente y Marlene se secó del todo con su toalla, envolviéndose en ella.

Marlene: Mami, anoche te vi llorando —murmuró incómoda.

Charlotte se quitó las gafas de sol y la miró más incómoda todavía, no había manera de que una niña de su edad pudiese entender todo lo que había pasado y la manera en la que le afectaba.

Charlotte: Hay cosas difíciles que no puedo explicarte, mi amor.

Marlene: ¿Papá y tú... vais a dejar de estar juntos?

Problemática ( III )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora