¿Ángel o demonio?

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Hotel


Entró en la habitación de la que todavía era su mujer y aspiró el aroma: sentía el olor de su ropa, de sus perfumes. Lo iba a echar de menos.

Styles: Charlotte, el recepcionista me dio permiso y la tarjeta. ¿Estás por aquí?

Charlotte: Un momento, ya salgo —la mujer dio orden explícita de que si venía AJ identificándose le dejaran pasar fuera la hora que fuera. Salió del baño con el albornoz blanco recién duchada, y vio que su marido llevaba en la mano la bolsa con el extractor de leche materna— mierda... se me había olvidado ese tedioso aparato.

Styles: Ya. Mira, lo traje porque te vi dejarlo a propósito en mi casa. ¿Querías verme? Aquí estoy.

Charlotte se mordió el labio al haber sido pillada, le daba risa, pero si se reía él la iba a tomar menos en serio. Dejó el extractor sobre la mesa y entonces toda diversión desapareció de su rostro; las cartas que le había traído Ric Flair hacía horas estaban cerca de AJ, si las leía las cosas iban a complicarse. Las escondió bajo la bolsa y se acercó a él.

Charlotte: ¿Has hablado ya con el abogado?

Él negó sin comentar nada más y se sentó sobre su cama. Tenía la vista en el suelo, no pensaba en nada realmente. Los últimos sucesos le estaban dejando inanimado.

Charlotte: Deja que me vista y... —volvió la vista a él al no oírle y se puso en pie dejando de mirar sus estantes. Caminó en su dirección pegando el vientre a su barbilla, AJ alzó la mirada hacia ella algo agotado.

Styles: No me tomes en cuenta, he dormido poco. O... nada —estaba muy cerca, veía la abertura pectoral de su albornoz, su cuerpo aún mojado y retiró la vista. Siempre había sido débil a verla con el pelo húmedo.

Charlotte: ¿Quieres que me vista? —tocó su mejilla, acariciándola con los dedos.

Styles: Sí —dijo obligándose a no mirarla, la quitó con cuidado y se levantó. Charlotte no le tocó, pero le miraba desde atrás— no juegues conmigo.

Charlotte: No, AJ —alzó la cabeza pensativa— gracias por traerme esto. Mira, en el divorcio... quería hablar de los bienes materiales. Te lo pienso dejar todo, no hay necesidad de que tengamos un juicio pesado. Quiero que te quedes con la casa.

Styles: No quiero esa casa, no puse en centavo para construirla.

Charlotte: El dinero es lo de menos. Como la manutención voy a tener que pasártela yo, voy a darte lo necesario para que viváis a gusto los tres.

Él se quedó en silencio, no quería hablar del tema, tenía demasiadas presiones juntas.

Charlotte: Quería avisarte de que... dentro de una semana o menos voy a tener que irme. Por motivos de peso.

Styles: ¿Cómo? ¿Irte?

Charlotte: Irme de la ciudad. Son... motivos que no tienes por qué saber.

Styles: Y supongo que tampoco vas a decírmelos.

Charlotte: No quiero ahondar en el tema. Bastante me está costando renunciar a lo único que quiero en la vida.

Él suspiró más cansado aún. Cuando la oía habar con madurez y con cabeza sentía pena por el destrozo de relación que tenían que llevar. No sabía por qué era así de tozuda, pudiendo ser perfectamente capaz de ser adulta y confrontar las cosas.

Problemática ( III )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora