Suicidio

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A las 7 de la mañana la alarma de AJ sonó. Se levantó como un muelle de la cama, estaba aguardando a que amaneciera.

Habían pasado dos días desde lo que se enteró y al volver a la mansión que compartía con Charlotte era como si nada hubiera cambiado. Pero ya se había cansado de medias tintas. No quería seguir quedando como un idiota, un pelele que tenía miedo de una chalada. Charlotte era una psicótica muy inestable y su impulsividad era su principal rasgo. Le daba igual, pensaba tirarlo todo por la borda igualmente. Su relación con ella era, desde ese mismo momento, una carga de la que deshacerse. Y decidió hacerlo a su manera.

Sabía perfectamente que la rubia había pasado mala noche, probablemente producto de todos sus esteroides, estaba con los mismos episodios de siempre.

"Ni siquiera habrá ido al médico, estoy seguro de que dejó pasar la citación", imaginó. Se acercó a ella y la zarandeó un poco del hombro, hablándole fuerte.

Styles: Despierta, rubia. Me prometiste que me ayudarías a descargar las cajas de yeso. Pesan mucho, así que vamos —se iba vistiendo según le hablaba. La mujer tardó mucho en moverse, estaba ovillada bajo el edredón. Al ver un trazo de su rostro desde lejos, vio que tenía el ceño fruncido. Se acercó— ¿sigues enferma? ¿Otra vez?

Charlotte: Sí... ya sé por qué, fui al hospital.

Styles: Vas a ayudarme igualmente, ¿no? Me lo prometiste. —Dijo mirándola con fijeza. Charlotte abrió los ojos y le observó, estaba visiblemente agotada.

Charlotte: Amor... dame unos minutos más, por favor. No he dormido nada.

Styles: He quedado con ellos después. Dijimos que íbamos a levantarnos temprano, tengo que llevarles algunos materiales que pidieron.

Charlotte tuvo una arcada en frente de él que la hizo sentarse rápido en la cama. Él se echó hacia atrás, sorprendido. La mujer cerró los ojos y se tomó unos segundos para adaptarse al ambiente frío, ahora se notaba de muy cerca el vómito.

Charlotte: Hace mucho frío... pon la calefacción.

Styles: No, rubia, vamos. Te necesito ahora, no pierdas tiempo. No quiero quedar mal con ellos.

Charlotte: Que ya voy, joder —la escuchó sulfurarse ante la insistencia y eso le tocó la moral. Así era la paciencia de Charlotte, fácilmente irascible.

Styles: Estoy hasta la polla de tus desplantes, harto. Levanta de ahí —la cogió bruscamente del brazo y la llevó al vestidor. Charlotte tuvo una fuerte sacudida de frío al salir así de la cama, y se tapó los brazos. Empezó a tiritar mientras miraba cómo AJ le sacaba ropa del armario— toma, te vistes y llevas el equipo que te he dicho al maletero. ¿Entendido? Y arréglate la cara.

Charlotte le miró extrañada, aún algo enfadada. Cogió de mala gana la ropa y se metió en el cuarto de baño a vestirse. AJ preparó algunas cosas y se abrigó, abriendo la puerta para salir ya.

Al salir, la vio con un jersey naranja y leggins, arrastrando algunas cajas que iban para el maletero. Al tirar la última vio que casi no podía con ella, y se rio por lo bajo. Le había dado una con la que siempre cargaba él. Vio cómo la rubia hacía enormes esfuerzos por arrastrarla, pero se quedaba sin aire y su rostro se ponía más blanco.

Styles: Venga, joder, no tenemos toda la mañana, ya vamos a llegar tarde.

Charlotte cerró los ojos dos segundos y un temblor la recorrió rápido. Se puso en pie costosamente y junto a AJ, tiraron de la caja juntos. Bajaron al garaje con todas y las metieron en el maletero.

Problemática ( III )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora