Hijas de puta

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Los días pasaban y la compañía dio un vuelco cuando Charlotte ya había retomado completamente la relación con Styles sin ninguna dificultad, de la noche a la mañana. Evidentemente la rubia no iba a rechazarle, pero necesitaba tiempo para asimilar la nueva rotación de los acontecimientos. Luchaba por no volver a cagarla otra vez, andaba siempre sobre esa fina línea. El luchador estaba tan contento por su salida del coma que deseaba estar cada hora a su lado, disfrutando todo lo que pudiera de cada momento, había pasado mucho miedo creyendo que jamás la vería despertar. Por su parte, la luchadora asimilaba ese periodo como un intervalo de desconexión que le había salvado la relación, paradójicamente.

Pero había algo importante que AJ no se atrevía aún a preguntarle. Pasaban los días, pasó una semana, y la pregunta se le hacía más costosa de llevar en su mente, porque ella nunca sacaba el tema. Una noche, mientras la veía cocinando, se sentó en el taburete de la encimera y se mordió los labios antes de formular.

Styles: ¿Por qué lo hiciste?

Charlotte: ¿De qué hablas?

Styles: Los enfermeros dijeron que fue una sobredosis. Sabes bien de lo que hablo.

Charlotte: Ah... eso. —Dijo en voz baja, sacando la tortilla de la sartén y apagando la vitrocerámica.

Styles: No te lo he preguntado porque no quería que te sintieras incómoda al recordarlo. Pero necesito saber qué te empujó a querer quitarte del medio.

Charlotte suspiró, rascándose la cabeza. No le miraba.

Styles: ¿Estás bien?

Charlotte: El día que me la diste a escondidas de la seguridad social estuve hablando con mi abogado, y me dijo que habían tantas pruebas y testigos contra mí que no podía conseguirme ningún tipo de custodia, que probablemente me dejaran en la cárcel unos días y ya está. Está tratando de convencerme de que alegar que soy una psicótica es la mejor opción. Pero de ningún modo podré verla. Y ya llevaba muchos días destrozada, así que enterarme de que no podría verla nunca fue un puñal. Además, la tenía en ese momento en brazos. No puedo explicarte por qué lo hice, fue un acto cobarde que no sabía enfrentar, se me venía encima y no sabía qué hacer —paró de hablar y se pasó un mechón detrás de la oreja, bajando cada vez más la mirada.

Styles: La verás, por mi parte no habrá problema.

Charlotte: Si me llevas a juicio van a quitármela, un juez no puede dejar a cargo de una agresora el bebé. No quiero seguir hablando del tema, sólo quiero disfrutar lo que me queda y ya está.

Styles: Te darían una custodia parcial minoritaria en tiempo para ti, estaría casi todos los días conmigo. Pero si vas al centro de rehabilitación se puede hacer otro juicio.

Charlotte: Ya, y probablemente pueda tenerla en casa cuando haya cumplido 4 años —dijo, a AJ le estaba empezando a molestar que no le mirara, eso no era usual en ella. Realmente le estaba dando pena.

Styles: No puedo retirar mi demanda... lo siento.

Charlotte: ¿Estamos juntos, AJ?

Styles: Sí.

Charlotte: No entiendo por qué me haces esto entonces —apoyó los nudillos cerrados en la encimera, ahora sí, volviendo la vista a él— no es más que construir una barrera. Se supone que la demanda era de divorcio, me dijiste que no volverías conmigo. Y ahora que hemos vuelto igualmente, no piensas retirarla.

Problemática ( III )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora