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Apenas faltan dos días para la celebración de mi cumpleaños # 26, realmente estoy estresado, había momentos que me daban deseos de salir corriendo, me estaba volviendo loco con Alyssa y mamá organizando todo, día y noche detrás de mí.

Necesitaba un respiro, has estado en mi mente a cada segundo desde ayer, originando opresión en mi pecho y un nudo en mi garganta, no quiero que la alegría de mamá y Alyssa se desvanezcan, pero mi corazón está contigo y la tristeza me envuelve hasta el punto de sofocarme. Han pasado 5 años desde tu partida y aun me siento perdido, vacío, he vivido todo este tiempo extrañándote, recordándote y por más que intenté cambiar mi situación no lo logré. Pensarán que estoy loco si supieran que aun hablo contigo y la súplica que sale desde el fondo de mi corazón es ¡Por favor, si esta en tus manos, ayúdame! la depresión amenaza de nuevo con apoderarse de mi vida, he intentado enamorarme, pero no lo he conseguido!

Estoy parado nuevamente frente al ventanal de mi oficina en la corporación, desde aquí veo el lento transitar de los vehículos en las calles y avenidas, el Sol se ocultó hace como tres horas y desde aquí veo el combate fiero que sostienen las luces artificiales y el manto negro que intenta cubrir la ciudad.

Estaba tan concentrado que me sobresaltó el sonido de mi celular, lo contesto sin dejar de ver hacia afuera, es Bill que indica que el auto está listo y me dirijo al sótano. Mi fiel guardaespaldas, mi amigo, mi apoyo, antes de abordar me pregunta si vamos a casa, lo pienso por breve y sonriéndole contesto que pasaré un rato al club, que por lo menos hoy no quiero ser acosado por mamá o por Alyssa. Él ríe con gracia y cierra la puerta detrás de mí.

Llegamos al club, decido dejar la corbata y el portafolio en el asiento, desabrocho los botones del saco y los primeros dos botones de la camisa dejando ver parte de mi pecho. Es curioso cómo los años lo cambian todo, mi torso ahora casi se compara al tuyo, tanto que de vez en cuando me visto con tu ropa, en esta ocasión tu camisa negra.

Soy escoltado por Bill, luego desde la puerta uno de los recepcionistas me saluda y nos acompaña a uno de los salones V.I.P. Había una multitud en las mesas, en la barra y en la pista de baile. El sonido de la música era ensordecedor y la gama de luces alucinante. Vamos directo al salón, pero algo llama mi atención, titubeo en mis pasos y respiro profundamente, el aroma me resulta tan familiar que lo busco a través de la multitud, al descubrir su origen lo veo fijamente y le sonrío.

Recostado contra una pared, el chico responde a mi gesto, sus ojos son hermosamente rasgados, sus labios son gruesos y acorazonados, viste casualmente y su cabello es sedoso y alborotado. Nunca lo había visto por aquí, será por eso que está solo en ese rincón, sus rasgos y su aroma me hicieron percibirlo a través de este mar de personas.

 Nunca lo había visto por aquí, será por eso que está solo en ese rincón, sus rasgos y su aroma me hicieron percibirlo a través de este mar de personas

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El recepcionista llama mi atención y retomamos el camino hacia el salón. Tuve suerte, este es el lugar que más me gusta, es pequeño, acogedor, cuenta con tres sillones individuales muy cómodos colocados alrededor de una mesa que a duras penas me llega a las rodillas cuando me siento, sé que te habría gustado. Pero lo más confortable del lugar es que el sonido de la música entra tenue y la pared que da a la pista fue sustituida por un enorme vidrio que casi del suelo al techo permite a sus ocupantes ver hacia afuera, pero las personas de afuera solo ven su reflejo ya que el vidrio para ellos se convierte en espejo.

"Mi vida después de ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora