Fui despertando a eso de medio día, un sentimiento se alojaba en mí que no entendía y al analizarlo por un tiempo descubrí que era tristeza, con una pizca de vacío y frío, pero mezclado con un toque de esperanza.
Sentía tristeza porque quería que él estuviera a mi lado, poder despertar y al abrir mis ojos contemplarlo. Vacío porque él no estaba entre mis brazos y porque su aroma natural se estaba disipando, frío por la falta de su calor sobre mi pecho, a mi lado. Después de ti y hasta hoy no había tenido tanta necesidad de alguien.
Pero existía esperanza, la persona que podía acabar con esta necesidad que me ahogaba ¡existía!, quien podía llenar el vacío y extinguir la tristeza estaba tan cerca de mí y quien podía combatir el frio alojado en mi vida se había entregado a mí, acogiéndome en su calor.
De un salto salí de la cama, me dirigí a la ducha, me vestí de forma casual y por primera vez en mucho tiempo me esforcé por verme atractivo, mi objetivo era cautivar a Kazuki.
En el pasillo frente a tu habitación hice lo que nunca había hecho... toqué varias veces la puerta de caoba y nadie contestó. Bajé directo al comedor y estaba vació, pero al fondo a través de la puerta que daba a la cocina escuché varias voces y algunas risas.
Me asomé y observé a varias señoras del servicio, a Kazuki y a Bill sentados en la mesa redonda en medio de la cocina. Una de las señoras se percató de mi presencia y se disculpó, me preguntó si deseaba comer y lo que dije los sorprendió, les pregunté si podía sentarme en esa mesa y tomar café.
Las señoras corrieron a preparar un lugar para mí y me sirvieron una deliciosa taza de café mientras me sentaba. Desde que salude en la puerta, Kazuki que estaba de espaldas había volteado a ver y no me había quitado la vista en ningún momento.
Bill y el joven de ojos rasgados que aceleraba mi corazón comían, al sentir el olor de los alimentos mi estómago hizo un escandaloso ruido, la señora mayor encargada de la cocina volvió a preguntar si no deseaba que me sirvieran la comida y si lo hacían allí o en la mesa del comedor principal. Yo pedí que me sirvieran allí.
Mientras comíamos, Kazuki y yo nos veíamos y sonreíamos, Bill a cada tanto disimulaba su risa y movía nerviosamente sus piernas bajo la mesa al observar nuestro comportamiento.
La señora mayor, jefa de cocina, colocó su mano cálida sobre uno de mis brazos que reposaba sobre la mesa, yo la miré con una sonrisa cuando ella me decía: - ¡Cómo me alegra que nuevamente nos haya acompañado en este su humilde rincón! -
¡Cruel destino!, mi sonrisa desapareció y mi mirada perdida se centró en las flores colocadas al centro de la mesa y entre una sonrisa amarga medité "como los años lo cambian todo, hace muchos años yo me sentaba aquí en este mismo lugar, Bill como siempre al frente mío y tú a la par, los tres sonriendo y comiendo, tal como lo hacíamos ahora, solo que sin ti."
Elevé la mirada tratando de sonreír, Bill me miraba muy serio y la señora se disculpaba, no podía dejar de mirar a Kazuki, él estaba muy confundido, mirándome fijamente.
Me apresuré a decirle a la señora que no se preocupara, me incliné hacia el frente y bajo la mesa alcancé la mano tersa de Kazuki y la apreté mientras le sonreí, gesto que hizo que su carita de preocupación se fuera y sonriera nuevamente. No sabría cómo agradecerle a Bill, pero sin hacer mayor drama se levantó y se dirigió a la nevera mientras me decía que yo estaba de suerte porque habían preparado mi postre favorito, mientras ayudaba a las señoras a servirlo.
Continuamos comiendo, luego Bill preguntó si teníamos planes de salir y Kazuki se apresuró a decir que por su parte él no, porque tenía mucho que estudiar. Yo también negué, nada y nadie podrían alejarme de él, mucho menos sabiendo que al día siguiente lo tendríamos que llevar de nuevo a la Universidad y no podría verlo hasta el otro fin de semana.
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"Mi vida después de ti"
RomansaEsta es una historia de amor, el amor que creció en el corazón de un joven por su fiel guardaespaldas, cómo un chico llegando a su adultez se aferra a este amor para poder sobrevivir, cómo ayudado por las personas que lo aman, enfrenta el dolor y e...