"Mi vida después de ti"

VII

Mamá llegaría este día por la noche, vendría con tu familia. Pasé mucho tiempo aseándome y me puse ropa decente, aunque no tenía mucho apetito decidí bajar al comedor y cenar con mi familia y amigos. Fue allí donde me enteré que se había retrasado el vuelo en el que viajaba mamá, que vendrían ya entrada la noche. Decidí ir a recostarme y nuevamente me quedé dormido.

No sé qué horas serian, me despertaron unas suaves caricias, abrí mis ojos con holgazanería y sonreí al ver a mamá a mi lado que con voz dulce me dijo: - ¡Hola! -

Sonreí y le respondí con la misma expresión. Le pregunté si el viaje había salido bien, me respondió que sí, le pregunté por tu familia y ella me conto que como lo habíamos anticipado, la noticia de tu muerte los tenía devastados, que ahora ya estaban acomodados en la mansión para descansar.

Mamá se notaba realmente agotada, me corrí a un lado para darle espacio y ella se recostó junto a mí. Siempre había tenido confianza con ella, más que con cualquier otra persona. Estuvimos por mucho tiempo en silencio, lo rompí y volví a repetirle con voz lastimera: - ¡Yo amaba a Takeshi! -

Ella volvió a responder: - ¡Lo sé! - y continuó: - ¿Scott, entre Takeshi y tu alguna vez hubo...

No deje que terminara la pregunta, me apresuré a contestarle -¡No mamá, Takeshi siempre fue muy respetuoso!-

Sonreí con melancolía, mientras lágrimas se escapaban de mis ojos y surcaban mis mejillas, me sinceré: -Aunque algunas veces yo puse a prueba su autocontrol, pero, nunca pasó-

Mamá sonrió también. Luego de un profundo suspiro continué hablando:

-Yo estoy seguro que Takeshi me amaba, pero no llegamos a consumar nunca este amor. -

Mamá me vio con dulzura y me contó: -Takeshi te quería llevar a Japón luego de tu fiesta de cumpleaños, él nos pidió permiso a tu padre y a mí, tratamos de ayudarlo con los gastos, pero él no aceptó. -

Sonreí y le dije que había encontrado envuelto en regalo el boleto de avión.

-Cuando Takeshi salió del despacho de tu padre, yo lo seguí y le pregunté seriamente si él te amaba y muy seguro y serio me contestó: ¡Con toda mi alma! Él pensó que después de eso yo le diría que no, ¡pobre!, logró respirar solo después que le pedí que te cuidara bien. -

Mamá y yo sonreíamos y al mismo tiempo llorábamos. Yo le pregunté: - ¿Se puede superar la pérdida del ser amado? -

Mamá acarició mi cabeza y me confesó: -Con tu papá hemos hablado de eso y hemos llegado a la conclusión que, si alguno de los dos faltara, el que subsistiera continuaría viviendo por ustedes nuestros amados hijos. -

Yo suspiro y al mismo tiempo aspiro la mucosidad de mi nariz, mientras le digo: -Con Takeshi no tuvimos hijos. El nada me dejó-

Mamá gira su cuerpo, ambos quedamos en posición fetal con nuestros rostros uno frente al otro y muy segura responde:

-Te equivocas Scott, te dejó su amor y te confió algo que para él era muy valioso-

Mamá saca de debajo de la camisa la cadena que colgaste en mi cuello antes de bajar del vehículo, abre el relicario y me muestra las fotografías de tu familia en su interior, mientras reafirma: - ¡Te confió a su familia Scott! - Hizo esa expresión que ella siempre hace para contener las lágrimas y luego prosiguió: -Nunca desde el día que llegó a esta casa, se había quitado de su cuello ese medallón. ¿Lo sabes verdad? -

Yo solo asentí, ambos estábamos agotados, pero mamá aún más que yo, ella se fue quedando dormida, yo llegué a un estado semiconsciente, cuando sentí que la puerta de la habitación se fue abriendo lentamente, era papá que se acercó a mí, me dio un beso en la cabeza y luego despacito me dijo: - ¿Está bien si me llevo a mamá, está muy cansada? - Yo le sonreí y moví la cabeza en señal de afirmación.

Fue hermoso ver a papá cargar entre sus brazos a la mujer que ha amado por 32 años; mientras al ver ese gesto yo volví a acordarme de ti.