Diario de Takeshi II

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Boston, MA., Estados Unidos,
Agosto 22, 2003.

Me sorprendió Richard sama, yo tenía mucha pena, pero de él salió la conversación y como un presente muy especial me dio un sobre conteniendo el boleto de avión y sonriendo y dándome una palmada en el hombro me dijo que cumpliera con mi promesa y fuera al cumpleaños de mi hermano.

No podría pagar a esta persona ni en esta vida ni en la otra, todo lo gentil que había sido. No tenía palabras, solo pude pronunciar –Muchas gracias-

Sus palabras fueron exactamente:

-No te preocupes hijo, te lo has ganado. Frank me ha informado que has sido el número uno en todas las disciplinas que estas cursando. Eso me hace sentir muy bien, porque como te dije en un principio, a ti confiare el cuidado de mi amado nieto.-

. . .Boston, MA., Estados Unidos,
Junio 10, 2004.
(los puntos suspensivos implican saltos de tiempo significativos)

Nunca imaginé que prepararse para proteger a una persona fuera tan difícil y agotador, siempre pensé que te daban un arma y luego te decían ve y lo proteges a él, también pensé erróneamente que bastaban los conocimientos que yo tenía en artes marciales. Habían días que no podía levantarme, Frank me exigía mucho más que a los demás y que otras veces, en la mansión se encargaban de prepararme en el combate, iba 5 veces por semana al polígono, más los estudios que recibía en una academia especial en donde nos daban inmersión total de las leyes en materia de seguridad, también recibíamos los cursos de análisis, gestión y estrategias de seguridad, incluyendo un curso que me fascinaba y hacía mucho más ligero el peso de todo lo que nos enseñaban, me gustaba cuando nos impartían las técnicas de conducción a alta velocidad.

He ido creciendo y entre todos los miembros de la familia me trataban con mucho cariño, a excepción de Scott que no toleraba que yo me acercara a su abuelo; yo a pesar de las ventajas y comodidades que me ofrecían, no podía olvidar el lugar que me tocaba en esta mansión, mis principios no me los permitían, y aunque era tratado como a uno más de la familia, jamás he olvidado el lugar que me corresponde.

EN LA ACTUALIDAD: Con su mirada perdida, un recuerdo vino a la memoria de Scott y Kazuki prestó atención: -De la garita de la entrada al estacionamiento de los vehículos, solo Takeshi y yo veníamos, el otro seguridad siempre se quedaba en la puerta y yo aprovechaba y le pedía que rechinara llantas. Él siempre me dio gusto, sentía la adrenalina al máximo esas veces.-

Kamakura, prefectura de Kanagawa, Japón.
Agosto 25, 2004.

Mis padres me habían recibido con un fuerte abrazo, hace 3 días que había arribado. Durante el tiempo que he estado lejos, ya casi un año desde mi visita el año pasado, los había extrañado tanto. Mamá se desvivió en la cocina, preparó toda la comida que me gustaba. Era una suerte que este mes Kazuki tuviera vacaciones, así podíamos pasar una semana completa en la que él no se separaba de mí ni un solo momento. Adoraba a mi hermano, pero él me adoraba mucho más.

Por las noches me acostaba a su lado y le contaba todas las cosas importantes que hacía en el país extranjero, él también me ponía al día de como era su vida.

Como era tradición, yo por la mañana había escondido su regalo en el lugar que era secreto entre nosotros dos; ésta era una tradición que habíamos aprendido de nuestro abuelo. Kazuki después de la celebración corrió hacia su habitación y se dirigió al lugar, sus ojos despedían un brillo muy especial mientras encontraba su regalo y luego con mucho cuidado retiraba el papel y el moño. No importaba lo que le regalara este chiquillo era tan bondadoso que todo para él era perfecto y lo atesoraba.

"Mi vida después de ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora