EPÍLOGO

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Han pasado dos años luego de que Takeshi y Scott celebraran su quinto aniversario, durante estos dos años la vida de ellos dio un avance muy drástico. Scott ahora ya no iba a la corporación de su padre, su trabajo lo realizaba desde casa y una que otra reunión a la que asistía. Takeshi ahora estaba mucho más tranquilo, podía organizar mucho mejor la seguridad de la mansión y de la familia ahora que era el Jefe.

El de rasgos orientales hasta hace un momento había estado recostado en el marco de la puerta, observando todo. Bill estaba a su lado y dentro del salón una multitud de niños entre todos los miembros de la familia. Su mejor amigo y su mano derecha se alteró al ver como Takeshi se ponía serio y caminaba apurado hacia el centro del salón y es que Scott había detenido completamente su marcha, se había detenido en seco, había cerrado con fuerza sus ojos y amenazaba con desplomarse junto al niño que cargaba entre sus brazos.

El corazón de Takeshi se había acelerado, algo había ocurrido y no podía estar impasible viendo a Scott padecer de la manera como lo hacía. Con prudencia se acercó y colocó sus manos sobre los hombros de su pareja, brindándole su apoyo y su fuerza, haciéndole saber que estaba allí para él.

Scott vio fijamente a los ojos rasgados de su amante y sonrió para él, tranquilizando de esa manera el acelerado corazón de Takeshi que sonrió también y decidió esperar el momento oportuno para aclarar las cosas con el joven.

Scott demostrando la inmensa felicidad que sentía continuó su marcha cargando al niño que enroscaba sus bracitos en el cuello del mayor y sonreía.

Ya más tranquilo Takeshi se retiró y dejó que Scott continuara haciéndose cargo del festejo que habían preparado para la criatura que de conformidad con sus documentos el día de hoy estaba arribando a sus 7 años de existencia. Bill lo acompañó al jardín no muy lejos del salón principal de la mansión, para estar siempre al pendiente de todo lo que ocurriera.

Mientras fumaban un cigarrillo y ante la expectante mirada de Bill, Takeshi recordaba cómo en un principio no estaba de acuerdo con adoptar al niño, pero debía reconocer que Scott desde un inicio se había identificado con esa criatura, la única que siempre estaba distante del grupo de niños de la casa hogar en donde el joven heredero de la familia Johnson llegaba de vez en siempre a ayudar y colaborar como un servicio social a la comunidad.

Era tanta su preocupación,que en una de las tantas visitas se arriesgó a hablar con la directora de la casa hogar para saber acerca de la historia del chico. Luego de saber sobre sus generales, de enterarse que a sus escasos 4 años esa criatura había tenido que enfrentar la muerte de su madre y de vivir un infierno antes de ser rescatado de la custodia de un padre destruido por el alcohol, que no cuidaba de su hijo hasta el grado de padecer de desnutrición por la falta de una alimentación adecuada, hasta el punto de haber sufrido una golpiza brutal que llevó a la criatura que estaba por cumplir ya 5 años a la emergencia de un hospital en donde los doctores se dieron a la tarea de denunciar la agresión y desde ese momento se le rescató y fue llevado a la casa hogar en donde le daban los cuidados necesarios. 

  Respetaron la voluntad de su madre al haberlo nombrado Kyle, era un chico que enamoraba a cualquiera, sus labios siempre estaban apretados, por más que fuera divertida la situación él no reía. Sus ojos siempre atentos pero cargados de tristeza, su cabello alborotado castaño achocolatado. Siempre separado del resto, siempre arrastrando a sus escasos casi 5 años la amargura y soledad a la que había sido llevado por un padre que no supo cómo cuidarlo y le negó el amor que merecía recibir de su parte.

Con toda la información recibida, Takeshi se encargó de investigar al bastardo ese y hasta fue a conocerlo personalmente al lugar en donde cumplía condena. Por supuesto, jamás le diría el motivo por el que se presentaba ante él, pero sintió deseos de estrellar su puño un par de veces sobre el rostro cínico del imbécil ese que había olvidado que era padre.

"Mi vida después de ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora