Diario de Takeshi -VI-

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Boston, MA., Estados Unidos,
Junio 12, 2006.

Ayer me la había pasado todo el día fuera. Bill me había invitado a salir para celebrar mi cumpleaños y entre platica y platica descubrí que cumplíamos años el mismo día. Me sentía tan mal porque durante todo este tiempo jamás me había preocupado por saber algo tan importante de mi amigo.

Fuimos al cine, a caminar por un centro comercial y fuimos a comer a un restaurante de comida japonesa. Me mataba de la risa ver a Bill intentando decir las pocas palabras que le había enseñado en mi idioma y recordé el día que en la mesa de la cocina de lo más tranquilos Richard sama y yo platicábamos de las historias que compartían con mi abuelo, sus excursiones de pesca por la bahía. Scott ese día se sentó y prestó mucha atención, en un principio pensé que el chico no entendía de lo que hablábamos, pero me sorprendió, cuando se le dio la oportunidad de intervenir en la conversación lo hizo en un perfecto japonés. Me quedé boquiabierto, embelesado por su pacífica voz. Ese día Richard sama se quedó en el despacho y mientras con Scott subíamos a nuestras habitaciones le preguntaba porque no me había dicho que podía hablar mi idioma, él sonrió y me confesó que su abuelo le había pedido que hablara en inglés siempre conmigo, para que yo fuera aprendiendo su idioma.

Bill me vio pensativo, yo me reí al haber traído a mi mente ese hermoso recuerdo, a pesar que mi amigo ya me lo había preguntado indirectamente, cuando lo soltó de una forma seria y directa me quedé sin palabras - ¿Qué sientes por Scott, Tak? –

Yo no tenía respuesta así que no respondí y con la mente algo turbia por el whisky, lo único que hice es pedir a mi amigo que me prometiera solemnemente

- Bill, prométeme que si algún día yo llego a faltar ¡tú cuidarás a Scott! –

Bill se tensó, muy serio y viendo con la misma formalidad que yo le hacía mi pedido, me dijo -Nada te va a pasar Tak, pero si se da alguna situación por la que ya no puedas cuidar a Scott y yo si pueda, te prometo como amigo que me haré cargo de cuidarlo. -

Llegamos a la mansión algo tarde, Scott estaba recostado en mi cama a punto de quedarse dormido, yo lo veía fijamente mientras me quitaba el calzado y el abrigo, entraba al baño para colocarme el pijama y luego llegaba a su lado, al recostarme le pregunté por qué aún no se había dormido, él somnoliento me respondió que estaba esperando para ver si yo llegaba con bien.

Fue casi instantánea la forma en cómo se durmió, realmente ya era tarde y él estaría agotado y aburrido de esperarme. Yo me volteé en la cama y pude observar su rostro sereno y observé que entre sus manos había algo, lo tomé con cuidado para no despertarlo y comprobé que era un regalo del cual se desprendía una etiqueta en la que únicamente decía ¡Feliz cumpleaños Takeshi! De: Scott. Lo abrí y complacido sonreí, era una hermosa daga con la cacha en la que se había tallado un dragón y en el lomo de este claramente las palabras japonesas: *Fuerza* *Valor* *Coraje*.

EN LA ACTUALIDAD: Kazuki vio fijamente a Scott e instantáneamente esquivó su mirada. El rubio preocupado se apresuró a tomar el rostro de su amado y esperó a que este estuviera listo para decir lo que había pasado por su cabeza. Kazuki respiró profundamente y tranquilizó a Scott: - ¡Siempre tuve celos de ti!, yo nunca había compartido a mi hermano y cuando él me mostraba muy feliz las cosas que tú le regalabas, siempre terminábamos peleando! - Scott comprendió y con el corazón en la mano le consoló – ¡¿Te habrías imaginado entonces que algún día tú y yo los grandes rivales llegaríamos a amarnos de la forma en como hoy lo estamos haciendo?! - Ambos rieron y entre risas Kazuki le contestó – ¡Ni en mis sueños más salvajes! -

Boston, MA., Estados Unidos,
Agosto 23, 2006.

Estaba preparada mi maleta, Scott sentado en la orilla de la cama viendo cada uno de mis movimientos. ¿Por qué yo no tenía el valor de verlo fijamente a los ojos como hacia siempre?

"Mi vida después de ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora