Diario de Takeshi -V-

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Boston, MA., Estados Unidos,
Marzo 01, 2006.

Eran las 10 de la noche cuando escuché que Scott se movía en el pasillo, me asomé a la puerta y noté que su comportamiento era errático, me asusté, aclaré mi garganta para que él no se asustaría mientras yo me iba acercando.

Estaba de pie frente a la puerta de la habitación de su abuelo, su cuerpo se mecía de un lado al otro, giró su cabeza y me vio, a l estar a su lado, a un par de pasos, aún me veía con sus ojos hinchados y rojizos por tanto llorar y con su voz apenas perceptible me dijo: -¡Me siento cansado!- y su cuerpo se fue desplomando lentamente. Lo tomé entre mis brazos y lo cargué mientras lo llevaba a mi habitación. A pesar de todo el tiempo que yo había vivido aquí, nunca había entrado a la habitación de Scott y no se me ocurrió otro lugar a donde llevarlo.

Me hice de un paño húmedo y comencé a limpiar el rostro de Scott que respiraba profundamente. Tenía que estar seguro que él estaba bien, así que le pregunté: -¿Scott, estas bien?, ¿Quieres que llamé al médico?-. Abrió sus ojos por un momento y en un hilo de voz me respondió: -¡Solo quiero dormir, siento que me faltan fuerzas!- Yo sonreí por la ternura que este chico me provocó y me senté a su lado mientras veía como dormía tendido sobre mi cama.

Esta noche me convertiría en su guardián y velaría su sueño. Me levanté de la cama y me dirigí a observar por la ventana, mientras a mi espalda escuchaba la respiración de Scott.

Algo me alertó, escuché que alguien corría por el pasillo y me apresuré a ver qué ocurría, al asomarme a la puerta vi como Katherine san venía de la habitación que fuera del abuelo de Scott con su rostro desfigurado por la preocupación, al acercarse me decía angustiada -¡Takeshi, no encuentro a Scott!- Yo la tranquilicé y le dije que se encontraba en mi habitación, ella corrió y en el marco de la puerta se detuvo y contempló el rostro sereno de su hijo que dormía, mientras yo le explicaba lo que había ocurrido.

Ella se fue acercando poco a poco a su lado, besó con amor su frente. Me coloqué a su lado y muy quedo le dije que no tenía de que preocuparse, que yo estaría al cuidado de él. Ella asintió y yo le pedí que se quedara un momento a su lado, bajé a la cocina y preparé algo liviano para ella y para él. Esa madrugada Katherine san y yo le dimos de comer a Scott, para luego permitir que él volviera a dormirse. A las 3 de la mañana, en compañía de su madre llevamos al chiquillo a su habitación, lo recosté en su cama y ella lo arropó mientras me decía que se quedaría a su lado, que podía irme a descansar y muy a mi pesar salí de aquel lugar, no sin antes observar por primera vez lo ordenada que era su habitación, el dulce olor que se podía respirar y el calor singular y acogedor que existía allí.

Boston, MA., Estados Unidos,
Marzo 03, 2006.

Viernes por la noche, había terminado de dar las rondas y estaba recostado con mi pensamiento puesto en Scott, él se había encerrado en su habitación luego de venir del colegio.

Apague la luz de la lámpara de la mesita a la par y algo llamó mi atención a través de la cisura de la puerta se colaba la luz del pasillo y con ella la sombra de alguien parado frente a mi puerta.

Me puse de pié y sin encender la luz caminé y abrí la puerta. Me encontré con Scott y su mirada esquiva, él procuraba darse abrigo abrazándose con un solo brazo mientras débilmente me decía -No puedo dormir- Sé que algún día me arrepentiré de esto, pero me hice a un lado y lo invité a pasar, él caminó vacilante y se recostó al lado contrario de donde yo dormía. En un principio solo me senté a su lado, luego me recosté a la par y él semiconsciente buscó mi calor, ¡él lloraba!, pero poco a poco su llanto se fue deteniendo y luego de un momento sentí como su respiración se fue haciendo más profusa.

"Mi vida después de ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora