Diario de Takeshi -I-

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Boston, MA., Estados Unidos,
Abril 20, 2003.

Agotamiento y tristeza era lo que sentía; sumado la descompensación horaria que sufría debido al vuelo. Jamás en mis 19 años había visto una casa tan majestuosa, parecía palacio en medio de un enorme jardín. Richard sama, se había encargado de mi hasta ubicarme en esta habitación, señaló una de las que estaban enfrente más adelante y me indicó que esa era su habitación, que no dudara en ningún momento en ir en su busca si yo necesitaba algo. También me dijo que Frank sama era su guarda personal y también podría buscarlo a él. Con una sonrisa cálida me señaló una habitación que estaba un poco más al fondo, siempre del mismo lado del pasillo en la que yo estaba y me dijo que su más preciado tesoro dormía allí, se trataba de su nieto, el más pequeño de la familia Johnson.

Estaba muy agradecido con él, nunca le podré pagar toda su bondad. Richard sama era el mejor amigo de mi abuelo y muy querido por mi familia. Al morir mi abuelo fue nuestro apoyó y ahora que papá ya no podía volver al trabajo, él seguía brindándonos su ayuda.

El dinero que yo ganaba en los trabajos a medio tiempo ya no alcanzaba para los gastos, Richard sama había ofrecido dinero a papá pero él no lo aceptó y yo tampoco podía permitirlo. Al final acordamos que yo vendría con él y trabajaría en la mansión. Con lo que ganara podría ayudar mejor a mi familia, a mis padres y a mi amado hermanito, aún recuerdo que me costó soltarme de su abrazo, Kazuki lloraba desconsolado partiéndome el corazón. Debía dejarlo y para tranquilizarlo le prometí que siempre compraría un hermoso regalo y siempre estaría el día de su cumpleaños.

Aunado a la tristeza y al agotamiento, ahora había incertidumbre. ¿Cómo sería mi vida aquí?

EN LA ACTUALIDAD: Al leer esta parte del diario (subrayado), Kazuki se abrazó más fuerte a Scott, sonrió con nostalgia y con voz quebrada confesó: -Jamás me había separado de Takeshi- El mayor lo abrazó más fuerte y lo consoló mientras seguían leyendo el diario.

Boston, MA., Estados Unidos,
Abril 21, 2003.

Desperté y aún sentía los estragos del jet lag, Richard sama me lo había advertido. Aún indispuesto entré a la ducha, me vestí y salí de la habitación.

Todo se escuchaba en silencio, di con un enorme comedor, solo al fondo de ese lugar se escuchaban algunas voces, me asomé y comprobé que era la cocina, allí se encontraba Frank sama y varias señoras del servicio, el mayor me invitó a sentarme en la mesa y pidió a las señoras que me sirvieran. Acababa de terminar de comer, cuando una de las señoras de servicio me indicó que me esperaban en el despacho, me acompañó y me indicó el lugar exacto. Toqué la puerta y desde dentro recibí la autorización para ingresar.

Richard sama majestuoso como siempre, sentado en la silla detrás de un enorme escritorio de madera, me fue presentando a todos los que estaban allí:

-Takeshi, acércate, te presentó a mis hijos Arthur y Armand-, los dos hombres sentados en los sillones de enfrente me voltearon a ver, me sonrieron y me dieron sus manos.

-Ella es Katherine la esposa de mi hijo Arthur-, la señora sentada en el sillón a un costado del escritorio, se puso de pié, me dio la mano, se inclinó y me dio un beso en la mejilla.

-Estos son mis nietos Jeffrey y William- los gemelos que serían de mi edad muy cortésmente me extendieron sus manos.

Richard sama muy sonriente me dijo:

-Lo siento, tendrás que esperar para conocer a Scott, ese niño consentido aún está durmiendo.-

Parece que el mayor de la familia Johnson ya les había informado el motivo de mi estadía porque no se habló nada de esa situación, solo me ofrecieron su amistad y su ayuda si necesitaba algo. Muy agradecido salí del estudio y me fui directamente con el señor Frank, quien era la persona de confianza del mayor y sería el encargado de enseñarme lo que haría en esa mansión.

Boston, MA., Estados Unidos,
Abril 22, 2003.

Ya me estoy acostumbrando al cambio de horario, este día desperté muy temprano, vestí ropa deportiva y comencé a correr por los alrededores de la mansión.

Tomé una ducha, me vestí formalmente y bajé al comedor del servicio. Frank sama ya estaba allí, comimos y a los pocos minutos de haber terminado, el mayor de la familia se asomó a la cocina, todos nos apresuramos a saludarlo y él de una forma sencilla saludó y le dijo a su guarda personal que iría a la corporación, este le indicó que prepararía el vehículo y salió por la puerta que daba al jardín.

Por su parte Richard sama me rodeo con su brazo y me pidió que lo acompañara, se dirigió a su despacho y mientras tanto me iba platicando:

- No te desesperes, tomate tu tiempo para descansar. No es fácil acostumbrase al cambio de horario, para mí ya es rutinario por eso me repongo muy luego.-

El mayor se detuvo y sus ojos se iluminaron hasta más no poder, desde el segundo nivel un joven rubio y de ojos bastante expresivos, bajaba de dos en dos los escalones con una sonrisa de emoción pintada en su rostro, mi corazón estalló, pienso que fue la emoción de haber conocido al único integrante de la familia que aún no conocía. La sonrisa del joven se borró y su ceño se frunció al contemplarnos a nosotros dos, yo aún con el brazo de Richard sama alrededor de mi espalda.

El joven me miraba de manera esquiva, sus ojos se fijaron directamente en el mayor y su sonrisa volvió cuando este lo saludó con mucho cariño. Saltó los últimos escalones y se lanzó a los brazos de su abuelo, mientras le decía entre pucheros

-Te esperé hasta tarde, pero tu vuelo se retrasó y luego me quedé dormido. Ayer también quería verte pero llegaste tarde de la corporación-

No podía creerlo, pero el joven sin siquiera conocerme y disimuladamente trataba de separarme de su abuelo, él veía en otra dirección, muy serio apretaba sus labios sutilmente, me empujaba con la punta de sus dedos. Y así como si nada se despidió de su abuelo y corrió porque ya debía irse al colegio.

El mayor me vio fijamente y sonreía divertido cuando me explicó:

-Él es mi nieto Scott, como te habrás dado cuenta es un huracán por donde pasa, a pesar de ser muy joven es de espíritu fuerte y de una templanza admirable. No los juzgues mal, él es un poco egoísta y posesivo en cuanto a sus sentimientos se trata.-

Hizo silencio y luego de un profundo suspiro continuó:

-Me explico mejor, Scott podría regalar a cualquier persona aún sin conocerla, hasta la última prenda de vestir que tiene en su armario a excepción de los tenis que su abuela le regalo la última navidad que compartimos antes de su deceso; a excepción de la playera que su tío Armand y su pareja le compraron en una convención de comics a la que lo llevaron en San Diego; a excepción de su primer traje sastre que en compañía de su papá compró. Lo mismo pasa con las personas, nos ama a todos, pero se vuelve posesivo y demasiado egoísta cuando se trata de un cariño especial, en este caso mi cariño o cuando ella vivía el de su abuela. Cuando lo conozcas mejor y él te conozca a ti veras que es un niño muy bueno, solo debes darle una oportunidad.-

Recogió unos documentos y su portafolio, mientras nos dirigíamos al lugar en donde abordaría el vehículo muy seriamente me dijo:

-Takeshi, yo amo a mi familia, pero Scott como lo iras descubriendo se roba tu corazón, él es muy especial para amarte y el amor que llegas a sentir por él es también muy especial. Frank se encargará de enseñarte todo cuanto debes saber. Prepárate y esfuérzate, porqué llegado el momento y cuando estés listo, a ti te confiaré y te encargarás del cuidado de Scott, mi gran y preciado tesoro, mi nieto, el más pequeño de la familia Johnson.-

EN LA ACTUALIDAD: Scott se echó a reír a carcajadas, Kazuki sin saber el porqué, empezó a reírse igual, era tan contagioso ver reír a Scott de esa manera porque casi nunca lo hacía. Cuando al fin logró tranquilizarse un poco, muy divertido y algo avergonzado le dijo a Kazuki, -No me gustaba compartir a mi abuelo, nunca me gustó que nadie se le acercara, ni siquiera Jeffrey y William podían hacerlo y si ellos dos me querían joder, uno se encargaba de interrumpirme el paso y el otro se ponía muy cariñoso con el abuelo. - Kazuki lo besó con dulzura y continuaron leyendo.

"Mi vida después de ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora