27.Aléjate de ella.

5.5K 240 16
                                    

Decidí no contestarle y poco después todos íbamos en dirección a la fiesta sorpresa, por suerte Luís no conducía su coche sino que había ido en el de Max con Anne y Kate.

Narra Max:

Cuando llegamos a casa Luís se llevó la sorpresa y tengo que decir que le encantó por su cara de emoción, se encontró con viejos amigos que no veía hace más de dos años, a los que Anne le había llevado semanas para localizarlos…

La fiesta cada vez estaba más movida, la gente empezaba a estar borracha y yo no era la excepción. Kate se perdió por la casa, la última vez que la vi estaba sentada hablando con unas amigas que tenían en común ella y Luís. Y yo sentí la necesidad de buscar a Helen, tan solo giré mi cabeza y me la encontré sirviéndose una copa, no dudé y caminé hasta ella.

-. ¿Qué hace una princesa como tú bebiendo vodka? –agarré su cintura y ella se giró para verme.

-. Por favor Max, quita tu mano de mi cintura. –dijo mientras me apartaba con una mano.

Ella siempre tan receptiva…

-. Tranquila, Diego está ocupado con Bella. –sonreí al ver su cara.

-. ¿Bella? –tragó un sorbo de su copa.

-. Sí, la hermana de Kate. Diego y Bella se llevan muy bien, demasiado diría yo. –tomé de mi copa.

-. ¿Qué estas queriéndome decir Maximiliano? –arqueó una ceja de la forma más sexy que solo ella sabía hacer.

-. Oh nada, no me malinterpretes. –reí.

-. Créeme que si descubro a Diego con Kate me haría un grato favor. –se colocó el cabello de forma sensual.

-. ¿Y si nos descubren a nosotros? Sería lo mismo, adiós boda muñeca. –volví a agarrar su cintura y le besé el lóbulo de la oreja.

-. Si sigues así nos van a descubrir pero de verdad. –susurró en mi oído.

-. ¿Quieres que siga verdad pequeña? –le mordí el cuello.

-. Si fuera por mí te desnudaría aquí mismo Maximiliano. –enredó sus suaves dedos en mi pelo.

Sentí un brazo jalarme hacía atrás, separándome de Helen. Me giré para ver quien había sido el estúpido que acababa de hacer eso.

-. Deberíais de dejar de ser tan descarados. –Nos dijo Luís acercándose a nosotros para que nadie lo pudiera oír.

Miré a Helen y su cara era un poema, se le notaba incómoda.

-. No es lo que parece Luís. –dijo Helen cruzándose de brazos.

-. Helen no tienes que darme ninguna explicación, Max ven conmigo, necesito hablar contigo.

Luís me arrastró hasta el jardín, dónde había gente fumando y bebiendo pero no tanta como dentro de la casa, el ruido de la música se escuchaba de fondo.

-. ¿Qué te pasa? ¿Estás loco o qué? ¿Qué parte no entendiste de que te alejaras de Helen? –gritó Luís con cara de frustración.

-. Baja la voz. –fue lo único que me dejó decir.

-. ¿Qué baje la voz? Si casi os liais ahí, en medio de todos. ¿Qué te importa ahora que nos escuchen? –se pasó la mano por el cabello.

-. Luís no puedo evitarlo, Helen me está volviendo loco. –tiré mi copa al césped del jardín.

-. Loco me estás volviendo tu a mí con todo esto, Max, olvídate de esa niña. –me señaló con un dedo.

-. ¿Y si no qué? –le reté acercándome más a él.

No Pretendo EnamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora