Narra Max:
Cuando Helen cerró la puerta el teléfono sonó, atendí y era Kate.
-. ¿Salimos esta noche bebé?.- me propuso Kate
-. No sé Kate, mañana tengo que venir a trabajar.- la verdad que no me apetecía salir.
-. ¡Venga! No seas aburrido, prometo darte placer .- ésta mujer era insaciable.
Escuché sonidos extraños, no sabía de dónde vendrían.
-. Luego te llamo Kate, estoy ocupado.-
Colgué sin dejarla contestar y me levanté del sillón para luego salir por la puerta de mi oficina.
Me percaté de que Anne no estaba en su mesa y otro sonido volvió a sonar, venían de la oficina de Diego. Pegué mi oreja a la puerta y pude escuchar como Helen gemía y mi hermano le decía cosas romanticonas como “cielo”, este hombre derrama demasiada miel, a las chicas les gusta la acción.
Minutos después me separé de la puerta y me metí en mi oficina. Pasado unos veinte minutos escuché cómo la puerta de Diego se abría para luego ser cerrada, no lo pensé y salí de mi oficina y me encontré con la figura de Helen caminando hacia el ascensor.
La chica estaba demasiado buena, tenía un buen culo, para que mentir. Y si hay algo que me atrae de ella es su carácter, me gustan las chicas con carácter, me gustan los retos.
La perseguí hasta que llegué al ascensor, ya se estaban cerrando las puertas pero en un movimiento ágil las detuve y entré dentro.
-. ¿Mañana divertida verdad?.- le dije en tono irónico, imitando lo que ella me había dicho hace unas horas.
-. Podría haber estado mejor.- ella captó la indirecta, también me imitó pero se sonrojó, creo que no se había percatado que podrían haberla escuchado gemir de placer.
-. Evidentemente conmigo hubiese estado mucho mejor, nena.- el ascensor se paró en la planta baja.
-. Creo que al final vas a ser tú quién vendrá rogándome, nene.- Rió y no pude evitar sonreír.
-. No sueñes Helen.- volví a usar su frase, ella ya salía del ascensor.
-. No puedo evitar soñarte cada noche, Maximiliano.- Se veía la ironía en sus palabras.
-. Lo terminarás haciendo, créeme.
Y se marchó sin más y yo volví a la planta de arriba. Sí, sólo había bajado con ella para molestarla.
Narra Helen:
No entendía a Max, ¿cómo puede ser tan descarado? No tiene vergüenza. ¡Soy la novia de su hermano!
Mientras iba camino a casa mi móvil sonó, era Pat.
-. Hola Pat.- dije sin mucho entusiasmo
-. Len, quiero hablar contigo, te extraño ¡no estés molesta conmigo!
-. Pat, no estoy molesta contigo. Voy a tu casa en diez minutos.
Colgué y eso hice. Una vez dentro de la habitación de Pat, nos tumbamos en su cama y le conté lo que había ocurrido esta mañana con Diego y Max.
-. Esto está muy heavy, ¿Cómo pudiste tener sexo allí? .- me dijo Pat con la mano en la boca.
-. No sé, todavía no sé por qué lo hice.
-. ¿Por despecho quizás?
-. ¿A qué te refieres?
-. Escuchaste por la noche a Max y su novia y actuaste así por despecho, aunque no lo quieras reconocer.
-. ¿Qué hablas Pat? No inventes. Lo he hecho porque lo he sentido en ese momento y punto.
-. Len, eres una inexperta en el sexo.
Pat llevaba razón, mi único “amor” fue Daniel, mi compañero de clase.
Él tan sólo estuvo conmigo por una apuesta y a decir verdad no me arrepentiría de haber estado con él si no le hubiese entregado mi virginidad.
-. Lo sé, por eso… quería experimentar cosas nuevas con Diego.
-. Me parece genial Len pero… prométeme que te gusta de verdad.
Dudé, sí… no estaba segura.
-. Déjame conocerlo una semana más Pat. Diego es muy cariñoso conmigo, me trata genial y realmente creo que le gusto.
-. Una semana Len, una semana.- me dijo Pat advirtiéndome con el dedo.
-. ¿Y tú con el pelirrojo que tal?.- cambié de tema, no quería seguir con este tema.
-. ¡Genial! Nos hemos visto todos estos días, es un encanto.
-. Me alegro mucho Pat.- le dije tirándome sobre él para abrazarlo.
-. ¿Salimos esta noche? Así te lo presento.- me dijo Pat
-. Mmm, no sé.
-. Podrías traerte a Diego
-. Se lo diré más tarde y ya te aviso.
-. Espero que sea un sí, tengo muchas ganas de conocerlo más.
-. Tú me quieres quitar a Diego, admítelo .- le dije riendo.
- Creo que me quedaría con Max.
-. ¿Con Max?
-. Si, sólo lo vi de espaldas en el Sky Room y con su espalda me queda claro que tiene que estar buenísimo.
-. Lo está.- susurré.
-. ¿Qué has dicho Len?.- dijo riendo.
¡Mierda! El subconsciente me había traicionado.
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¡Muchas gracias a tod@s por los votos!
Y también a AnnBernoulli y a nattmelo por comentar!!!!
Si querés que os dedique un capítulo tan sólo tenéis que pedirmelo en un comentario!
Más tarde habrá un nuevo capitulo!
MILLONES DE BESOS.
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No Pretendo Enamorarte
Romance"Yo no pretendo enamorarte, no quiero que le pongas nombre a lo que hacemos por placer." Helen Celotti, hija única de padres millonarios con poco tiempo libre para su única hija. Tan sólo dieciocho años recién cumplidos, con un cuerpo envidiable par...