30. No te tengo miedo.

5.3K 240 32
                                    

(RECOMENDACIÓN: Escuchar Russian Roulette de Rihanna, os dejo un enlace por aquí)

https://www.youtube.com/watch?v=4T4EB3dl9j8

No quiero que me demuestres nada, olvídame por favor, haz como si no existiera para ti. Helen.

Me dolía escribir unas palabras tan duras, pero tenía que hacerlo, por su bien, por mi propio bien.

Nuevo mensaje recibido:

Mejor voy a hacer que no puedas olvidarte nunca de mí, Max.

No contesté, me pareció muy tentadoras aquellas palabras, para que mentir… dejé el móvil en la mesita y cerré mis ojos para caer en un sueño profundo.

Sentí el roce de unos dedos recorrer mi pierna semidesnuda tan solo cubierta por un pequeño short del pijama, me hizo despertar.

-. ¡Es hora de levantarse dormilona! –dijo Diego mientras se levantaba y se vestía.

-. ¿Por qué tan temprano? –bostecé mientras me estiraba.

-. ¿Temprano? Hemos dormido como osos, son las dos del mediodía. –hizo una pausa para mirarme como seguía tumbada en la cama- Nuestros padres vienen hoy a cenar, también mis hermanos.

Ya entendía todo, Max quería el día de hoy para demostrarme lo que “siente” por mí…

-. ¿Qué divertido no? –reí mientras me levantaba de la cama.

-. Vamos, no seas así. La familia es lo mejor que uno puede tener en la vida.

-. Depende de que familia. –comencé a vestirme con unos jeans y una camisa de cuadros roja.

-. ¿Acaso tienes quejas de tus padres? –caminó hasta mí.

-. Puede. –me crucé de brazos.

-. Tus padres te dan todo lo que tienes ¿Qué más quieres? No te falta un lujo, no tienes que preocuparte de nada en la vida. –elevó el tono de voz.

Me quedé estupefacta.

-. No quiero nada, pero los lujos no dan cariño ni amor. –miré su mirada furiosa.

-. ¿Cariño? ¿Amor? Todos esos sentimientos los mueve el dinero querida. –sonrió de medio lado.

-. ¿Estás hablando en serio? –dije en tono desesperado.

-. ¿A caso me lo vas a negar cielo? El dinero lo puede todo. –cogió mi mano. -.Pero yo te quiero.

-. Prefiero vivir bajo un puente teniendo amor antes que vivir rodeada de ricos estúpidos que solo piensan en el maldito dinero. –solté mi mano de la suya.

-. ¿Me estas llamando estúpido? –volvió a agarrar mis manos.

-. Tú mismo te diste por aludido, cielo. –me zafé de sus brazos.

Me giré y caminé hasta la puerta de la habitación, que estaba entreabierta pero las grandes manos de Diego me detuvieron.

-. ¡Respétame! ¿No te quedo claro la otra vez o qué? –gritó.

-. Por favor Diego, estás sacando las cosas de contexto. –miré sus ojos con horror.

-. Ahora soy yo el que saca las cosas de contexto ¿acaso la niña malcriada tiene miedo? –rió.

-. No, no te tengo miedo. –dije haciendo apretando mis puños entre sus dedos.

-. Pues quizás deberías tenerlo. –soltó mis muñecas que lucían rojas.

-. Quizás deberías tenerlo tú. –lo enfrenté de nuevo.

-. Oh si, ¿vas a llamar a tus papis? Esos que no te dan ni amor ni cariño… -dijo riendo intentando imitar mi voz.

-. Sé defenderme sola. –salí de la habitación.

Cuando salí de allí sentí un alivio en mi pecho, como si hubiese estado aguantando la respiración, estaba tensa, mis piernas temblaban. Me asomé por la ventana del salón, el día estaba oscuro, parecía que iba a llover. Sentí la mano de Diego empujando el cristal de la ventana, me retiré y casi coge mis dedos.

-. ¿Estás loco o qué te pasa? –grité.

-. Hazme algo de comer, ah y la cena, tenemos visita esta noche. –dijo mientras caminaba hacia el sofá y se tumbaba mientras encendía la televisión.

-. Si quieres comer háztelo tú. –caminé por el pasillo, para encerrarme en el baño.

Justo cuando quise cerrar la puerta la mano de Diego hizo abrir de nuevo la puerta.

-. Veo que no te quedó claro que tienes que respetarme. –me tiró del brazo y me pegó a él.

-. Suéltame. –susurré.

-. Vas a respetarme o te vas a arrepentir. –tomó mi barbilla y la apretó con fuerza entre sus manos.

-. Te respetaré pero suéltame. –susurré de nuevo.

-. ¡Y vas a hacer todo lo que yo te diga! –gritó mientras soltaba mi barbilla y apretó mi cuello.

Sentí miedo, mis piernas seguían temblando y mi corazón palpitaba a mil.

-. Suéltame, por favor. –supliqué mientras comenzaba a llorar.

-. Espero que esta sea la última vez que tenga que advertirte, la próxima vez no te soltaré tan rápido. –soltó mi cuello y me miro de arriba abajo, con una mirada de desprecio.

Se marchó y cerró la puerta del baño de un portazo, deslicé mi cuerpo por la pared en la que había ocurrido todo aquello y allí me quedé, sentada en el suelo llorando entre mis rodillas.

-------------

Encuesta: ¿Diego o Max?

Holaaa!!

Antes que nada, pediros perdón por no haber podido subir capítulo ayer, pero es que estoy súper liada con trabajos y exámenes. ¡Lo siento!

Sé que este capítulo no os gustará, pero tenía que pasar.

¡¡MILLONES DE GRACIAS POR LOS VOTOS Y COMENTARIOS!! ¡Hemos pasado de los 5k visitados!

Me hacen muy feliz cuando veo un comentario y decís lo que os gustaría que ocurriese :D

Ya me voy, me pongo a escribir el capítulo de mañana para no dejaros sin capítulo, ya que como he dicho anteriormente en varias ocasiones, los viernes tengo clases por la mañana y por la tarde y se me hace imposible sentarme a escribir ya que no tengo tiempo.

BESITOS.

No Pretendo EnamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora