Yoon Gi

11.2K 1K 205
                                    

"Coge tu corazón roto y conviértelo en arte".

-Carrie Fisher.

«««

Kim Nam Joon repasaba la letra de aquella canción que Yoon Gi le había mostrado unas horas antes. Sus pequeños ojos leían cada palabra con severo cuidado; como el líder del grupo debía revisar que aquella canción fuera del agrado de los productores, aunque sabía que el tema sería excelente con el simple hecho de ser escrito por su amigo.

"Aunque nuestro amor llegó a su fin
Yo te llevo en mi interior
Y emotivo siempre fue tu calor, que me cautivó
Yo siempre sueño, con tu regreso
Y tan sólo, te espero".

-Pues, la canción es asombrosa- El moreno de ahora cabellera rubia se dirigió a sus compañeros, quienes yacían frente a él en la sala de reuniones esperando por su decisión- ¿Cómo le llamarás? ¿Fui un idiota y extraño a Helena Greci?-

-Aquí vamos otra vez- Bufó Jung Kook

-Basta, Nam Joon- Reprimió Seok Jin

-Si, ya basta. Una vez al mes haces esto y estoy harto-

Yoon Gi miró hacia su ahora líder con cierta desesperación. Sabía que después tendrían esa pelea que no quería repetir, ni volver a escuchar el nombre "Helena".

-Perdón, solo que considero muy idiota hacer canciones así luego de abandonar de la forma más cruel a la persona que te amaba como nadie- Respondió Nam Joon, devolviendo la atenta mirada hacia Yoon Gi

-¡¿Puedes guardar silencio Nam Joon?! No quiero hacer esto una vez más, ¿Grabaremos la canción? Sólo avísame, si no lo haremos tira la jodida letra a la basura; me largo-.

El pálido se levantó bruscamente y salió del lugar luego de azotar la puerta con fuerza. Se sentía roto.
Abandonó el edificio de BigHit para después disponerse a conducir. Todavía podía sentir a momentos que alguien iba a su lado en el asiento del copiloto; incluso podía sentir la esencia y escuchar aquella alegre voz.

-Helena- Susurró.

Aprovechó un semáforo en rojo para cerrar unos segundos sus ojos. Miles de memorias llegaban a su mente; cuando la mujer de baja estatura, ojos verdes y piel aperlada yacía a su lado vistiendo jeans y la camiseta roja de la universidad. Quería llamarle, quería tan sólo poder escuchar su voz una vez más; pero sabía que quizá su Helena le odiaba, como parecía que incluso su mejor amigo también lo hacía.

Condujo sin rumbo por las calles de Seúl. Peleó consigo mismo para no dirigirse hacia el banco a buscarla, porque ¿De qué serviría? El daño ya estaba hecho.
Llegó a un parque que parecía vacío; la noche comenzaba a caer y un fresco viento acariciaba su rostro con sutileza, jugando con su negra cabellera a su paso.
Después de aparcar el coche, caminó hacia una banca cercana; pensando en todo lo que había pasado hacía exactamente un año y dos semanas.
Llegó a su mente el rostro de la persona que aún amaba, esos grandes ojos verdes inundados de lágrimas que reflejaban sufrimiento puro. Sacó de su bolsillo el anillo que siempre cargaba, el recuerdo de lo que había sido.
Ese cuarzo azul turquesa que parecía combinar a la perfección con los ojos de su amada. Lo había comprado en un puesto ambulante de ese mercado de las calles de Florencia, Italia.
Pagó tan sólo 3 euros por él; quizá no era lo más costoso pero al verlo sabía que encajaba perfectamente con Helena. Era un anillo sencillo con esa brillante piedra; justo como la personalidad de ella.
Llegaron a su mente las promesas que decían palabras que no se cumplieron.

"Greci, debes saber que sin importar nada quiero que estés a mi lado por siempre, con esto te prometo que pase lo que pase te voy a amar por el resto de mis días... Te amo, enana".

Era un anillo que encerraba las promesas incumplidas y las lágrimas de felicidad que ambos derramaron esa tarde. Yoon Gi sólo deseaba que todo volviese a ser como antes.

Aquel momento de soledad se vio perturbado cuando notó que un par de señoritas a lo lejos lo reconocieron. No sentía ganas de ser amable con ellas; su mente permanecía demasiado ocupada.

-¡Dios! ¡Es Suga!- Una de ellas gritó con emoción, lo que hizo que este se levantara a toda prisa para volver a su auto.

Antes de que esas dos se acercaran más, Min Yoon Gi ya se encontraba frente al vehículo negro. Fue ahí cuando notó un taxi aparcar cerca de él, y de este bajaba Kim Nam Joon, quien lo buscaba con la mirada.

-Estoy acá- El pálido levantó su mano para que su mejor amigo lo notara, indicándole subir a su lado.

El de piel morena entendió la señal, y luego de pagar la tarifa del taxi se dirigió al lugar indicado.
Yoon Gi encendió el auto en cuanto su amigo llegó. Sin decir nada condujo con rumbo al hogar que compartían junto con el resto de sus amigos.

-¿Ya estás mejor?- Fue Nam Joon quien rompió el hielo

-¿Cómo sabías que estaría aquí?-

-Porque te conozco bien. Escucha, Suga; debo disculparme-

-Por favor, Nam Joon. No te disculpes solo porque Seok Jin te lo ordenó- Yoon Gi miró hacia su amigo con cierto enojo

-No, no me obligó a nada- Interrumpió- No he sido el mejor de los amigos, ya lo entendí. Creo que solo me comporto así porque no soporto verte tan mal... Además, no es como si Helena no hubiera sido importante en las vidas de los demás-

-Si tanto te gusta Greci, puedo decirte donde trabaja- Contraatacó Yoon Gi

-No, Suga idiota. No se trata de eso; Helena nos agradaba a mi y a los demás porque a su lado te veías feliz... Siento que te estás perdiendo-

Yoon Gi entonces detuvo el auto frente a la casa que compartían, más se negó a salir antes de responder.

-Nam- Miró directamente a su amigo- ¿Le harías esto a Jin? La otra semana partimos a Shangai, después de eso a Tailandia y hay fans que vigilan cada movimiento nuestro. ¿Qué harías si Jin no hubiera sido parte de BTS? Helena no merece una vida así... Ella necesita a alguien que la lleve de la mano y le muestre a cada segundo cuanto la ama. No la dejé porque no la amara... Lo hice porque la amo tanto que preferí dejarla libre para que con el tiempo fuera feliz con alguien más en vez de que tuviera que esperar a mi llegada para vernos a escondidas. Creí que podía dejar de amarla con el tiempo, pero te juro que en cada fan a la que le sonrió veo su rostro. Ya no puedo con esto, Nam Joon-

Antes de que el moreno pudiera responder, Yoon Gi comenzó a llorar como hacía tiempo no lo hacía; y por primera vez se mostró frágil frente a alguien. Apoyó sus brazos y cabeza sobre el volante mientras su amigo daba leves palmadas a su espalda con la esperanza de brindar un poco de aliento.

-Yo tampoco puedo, Yoon Gi- Susurró Nam Joon- No puedo verte así por más tiempo. Es hora de que dejes de hablar de Helena como si ya no estuviera aquí; esto debe acabar-.

Una llamada al celular del pálido interrumpió esa íntima conversación. Se trataba del manager, quien necesitaba a Yoon Gi con urgencia.

................................................

*La canción a la que se hace referencia es let me know.

¡Te odio! »Suga, temporada 2«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora