Normalidad

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Cuando un niño pequeño se cae, llora desconsoladamente.
Pero, ¿Qué pasa cuando ese niño crece y vuelve a caer?
Contiene sus emociones, aprende a no llorar frente a los demás; es entonces que desde pequeños aprendemos a guardar el dolor en el alma antes de mostrarnos débiles ante la gente, el sufrimiento alojado en el interior puede convertirse en parte normal de nuestras vidas.

🔹💠🔹

Cumplí mi promesa.
Lloré por Min Yoon Gi una última vez.
Le lloré todo ese día luego de que se marchó, también sufrí por aquella noche hasta que en el reloj marcaban exactamente 24 horas desde su partida. Luego de eso sequé mis lágrimas, tomé una ducha y me juré a mi misma no volver a sufrir por él; también me prometí que jamás caería ante su persona de vuelta.
Estaba fuera de mi vida y me encargué de que así fuera por cada día que pasó, aunque doliera como una herida al rojo vivo.

Y así pasaron seis meses. Una Helena Greci con ya 21 años de vida era quien cada día se presentaba a laborar mientras comenzaba a tomar renombre por la agilidad que había obtenido para establecer contratos a nivel internacional.
Los negocios con otros países habían hecho al banco estatal de Seúl el sitio con más confianza para los empresarios extranjeros, lo que hizo que la competencia bajara y con ello, el banco se había convertido en la empresa con más reconocimiento de todo Corea del Sur.

Las cosas parecían ir bien; tenía un trabajo fijo, una nueva y eficaz asistente, a Ra Nia como esa amiga quien ya conocía mi historia con Min Yoon Gi....

Y después de todo, me convertí también en la novia de Seung Baek. Llevábamos ya dos meses de relación.

Por otro lado, también fui la idiota que no pudo asistir a la boda de su padre por negarme a tomar vacaciones. Y por supuesto, fui esa que se negó a volver a ver a su madre cuando ella pidió una oportunidad de disculparse conmigo.

No volví a saber sobre Min Yoon Gi, Amber Williams o cualquiera de nuestros compañeros de universidad. Borré todo tipo de recuerdos de mi computadora y celular; y me aseguré de no abrir nunca la puerta del closet donde yacían las fotos en físico.
Esa era mi vida. Simple y con la única preocupación de lograr metas en mi empleo que ni siquiera me importaba cumplir; y ser la respetada novia del jefe del Banco estatal de Seúl.

Todo parecía normal, sencillo. Y eso me era suficiente.

🔹🌸🔹

-¿Licenciada Greci?

-Dime.

-Tengo listo el informe del contrato de China, ¿Quiere que lo lleve con el jefe?.

-No te preocupes, Jin Sil. Yo me encargo.

Tomé el pesado sobre con datos que debía almacenar de las manos de Min Jin Sil, mi asistente desde hacía cuatro meses. Una delicada y hermosa chica apenas unos centímetros más alta que yo.
Jin Sil recién terminaba su carrera y tenía 19 años; era una chica tímida y encantadora cuya cabellera negra hacía juego con sus rosáceas mejillas. Todo su aspecto físico encajaba perfectamente con esa personalidad temerosa que portaba.

Me encontraba caminando por los corredores de mi empleo rumbo al elevador. Aquellos murmullos sobre mi persona se habían convertido en reverencias; todo había cambiado.

-¿Tiene usted una cita para hablar con el licenciado Seung Baek?- Saludó Ra Nia en un falso aire de seriedad una vez que estuve ahí.

¡Te odio! »Suga, temporada 2«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora