Ciclos (2)

8.9K 949 319
                                    

Si solamente tuviera un día, quiero tranquilamente quedarme dormido intoxicado por tu dulce aroma.
Si hay una oportunidad en mi ocupado horario, quiero poner mi cuerpo en tus calidos y dulces ojos.

-Just one day.


×××

Su ahora verdosa cabellera lucía mojada, cayendo sobre su frente en pequeños mechones cargados de lluvia. La negra vestimenta que llevaba también había sido impregnada por la lluvia, temblaba de frío.

Mis piernas flaquearon y de pronto me sentía débil. El mismo Min Yoon Gi al que tanto había amado y ese al que tantas noches le lloré estaba frente a mi, mudo; sin poder emitir palabra.

-Oh, por dios. Helena, ¡Es Suga!- Gritó una emocionada Ra Nia quien desconocía totalmente la situación en la que el pálido y yo nos encontrábamos.

Fue Min Yoon Gi que se acercó a mi. Sus botas resonaban en un eco que podía sentir en lo más recóndito de mi ser. Verle era una mezcla de un sueño y una pesadilla hechos realidad... Ni siquiera podía entender que estaba a centímetros de él.

-¿Ra Nia?- Dije con dificultad, intentando que los latidos de mi corazón me permitieran hablar- Él es mi ex novio, Min Yoon Gi.

-No consideré que podrías venir acompañada- La voz del pálido parecía querer derribarme con sólo escucharla.

-Ella.. Ella es mi amiga... Ra Nia- Lo que salía de mi, era algo parecido a una voz que se negaba a ser emitida.

-Helena, mejor será que llame a un taxi- Ra Nia habló sin poder dejar de mirar al hombre frente a nosotras.

-Tan solo... Los libros, Ra Nia...

-Ya me los darás cuando puedas, nos vemos mañana. Y Suga, debo decirle que le admiro mucho, ¡Hasta luego!- Dijo lo último hacia mi ex novio y después se retiró.

Quería gritarle a Ra Nia que por favor no se fuera, pero la voz no salía de mi ser. Los nervios invadieron todo mi cuerpo y caí al piso sintiendo como mis piernas perdían toda su fuerza. No pude hablar, no pude expresar más que aquellas lágrimas de confusión que escurrían por mi rostro sin control.

-¡Greci!- Gritó Yoon Gi, y acto seguido corrió a ayudarme a levantar. La sensación de volver a sentir sus manos sobre mi... Todo parecía no estar sucediendo.

-¿Porqué estás aquí, Yoon Gi? ¡Estás todo mojado! ¡Mierda! Yo... - Dije un montón de cosas sin sentido que ni siquiera yo sabía que rumbo llevaban- Mejor será que entremos.

Cuando logré hacer que mi mano dejara de temblar para teclear los dígitos de la cerradura, fue tiempo de adentrarnos en mi departamento.

Y sin pensar en lo que estaba bien o mal, una vez dentro hice lo que mi cuerpo me pidió: Le abracé. Abracé su cuerpo con todas mis fuerzas como si tratara de hacerme entender a mi misma que no estaba frente a ninguna ilusión. Ni siquiera me importaba si mi ropa se mojaba al contacto con él; era mi Min Yoon Gi, era ese único hombre a quien había amado con todas mis fuerzas.

¡Te odio! »Suga, temporada 2«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora