¡Te odio! »Suga, temporada 2«

Mentiras (3)

Debido a ti tan arruinado estoy 
Detente, ya no te creo mas.
No sé quién soy 
Qué asco doy .

I need you.

🔹💠🔹

Diez minutos.
Los supuestos policías no emitían palabra alguna, no hacían más que compartir miradas de vez en cuando.

-Dame tu bolso- Dijo de pronto el copiloto. Obedecí, pensando que quizá una vez que obtuvieran el dinero que cargaba ahí me dejarían en paz.

El hombre comenzó a buscar entre mis pertenencias, ignorando totalmente mi cartera y poniendo su atención fija en el celular que recién había comprado para atender los asuntos del señor Oh.

-¿Algún contacto?- Dijo el conductor hacia su acompañante.

-No hay absolutamente nada. ¿Dónde mierda tienes tus números guardados?- El que yacía con su mirada en el celular se dirigió hacia mi.

-El celular es nuevo, no tengo nada guardado aún- Mentí, agradeciendo el hecho de haber borrado cada llamada y registro del señor Oh antes de salir de la cafetería- Si lo que quieren es dinero, tomen lo que hay en mi cartera y también el teléfono pero déjenme en paz; prometo que no diré nada.

-Silencio, niña- El copiloto retomó la palabra- El jefe Han nos pidió llevarte a un lugar... Aunque eres linda, quizá podríamos divertirnos un poco primero...

Esas palabras.
¿Jefe Han? MIERDA.
El señor Oh había sido muy específico al decir que debía poner atención a Han-Eul.
Debía ser una broma de mal gusto... Demasiado miedo y confusión que de pronto atacaban mi mente manifestando en la debilidad que mi cuerpo empezaba a sentir una vez más, sabía que olvidar tomar las vitaminas había sido mala idea.

-Déjenme tranquila... Por favor- Dije en un susurro cuando las lágrimas de miedo ya aparecían cubriendo mi rostro.

-Baja la mirada, no podemos vendarte los ojos aquí pero te aseguro que si mantienes la mirada en el camino te voy a disparar. De todas formas, la pistola tiene silenciador. Y tú, ve hacia la parte de atrás con ella- Esta vez habló hacia su compañero, al tiempo que se orillaba con el fin de detener el auto.

Cuando puerta del copiloto se abrió, entendí que era ahí o nunca que debía utilizar esa única oportunidad para empujar al tipo con mis pies, buscar la manera de salir del auto y correr como si no hubiera un mañana.
Pero de la nada apareció un auto negro que detuvo su marcha a tal forma que la supuesta unidad policial no podía salir hacia adelante.

Ese auto negro sólo podía ser de alguien.

-¡No me jodas!- Gritó el copiloto- ¡Creí que ese auto sólo iba en la misma dirección que nosotros!

-Baja la cabeza o disparo- Me dijo el piloto, sin embargo antes de obedecer pude observar a la silueta de la ropa negra y cabellera blanca frente a mi.

-¿Qué necesita, joven?- El copiloto que había bajado hacía segundos del auto habló con toda naturalidad.

-Déjenla- Ordenó Min Yoon Gi en una profunda y decidida voz.