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Cuatro años atrás.

Yoon Gi no podía conciliar el sueño. Era la primer noche que dormía con plena conciencia de que su padre había abandonado éste mundo.
No pudo evitar tratar de llevar hacia su mente los pocos recuerdos que tenía de Min Chung Ho; que aunque quizá pudieron ser un poco más, Yoon Gi agradecía poder recordarlos todos con detalle.

Cuando su padre lo llevaba al parque a jugar un día a la semana exactamente una hora y veinte minutos; o el día de su cumpleaños y la costumbre del hombre por darle un gran abrazo y prometer llevarlo a algún lado a cenar en familia.
Sólo dos veces en toda su infancia lo había cumplido, Chung Ho era un hombre de negocios que siempre tenía una reunión importante o trabajo de emergencia por hacer. Yoon Gi sólo deseaba poder abrazar una vez más a su padre y decirle cuánto le amaba; pero ya no había nada que hacer, más que honrar su memoria por el tiempo que le quedaba de vida.

No estaba cómodo con haber enviado sola a Helena Greci a su hogar, pero lamentablemente no había una manera lógica para que la universidad autorizara que su amada no entrara a su último semestre a tiempo; no hubo más opción que enviarla y extrañarla mientras sólo quería abrazarla en ese momento, abrazarla, decirle justo lo que estaba sintiendo y lo mucho que extrañaba a su padre.

Justo cuando intentaba conciliar el sueño y por fin sintió como su cuerpo cedía debido al cansancio físico y mental del día; fue que escuchó como su puerta se abría. Se levantó a toda prisa para encontrar al responsable sólo para encontrarse con una mujer de largas piernas y cabellera rubia en su totalidad, ataviada en una pijama color rosa que constaba de un sencillo pantalón y una delicada camiseta de tirantes que poco dejaba a la imaginación.

-¿Se perdió tu habitación? Es del otro lado del pasillo- Dijo Yoon Gi con desgano, lo único que deseaba era ver a esa mujer fuera de su espacio personal lo más pronto posible.

-No, pero tú sabes que mañana en la tarde tengo que partir y no habíamos podido conversar como es debido- Park Minzy habló en una voz baja, intentando no hacer mucho ruido. Sin preocuparse por pedir permiso se adentró en la habitación de Yoon Gi para después sentarse en la orilla de la cama.

-No tengo mucho de qué hablar contigo, Minzy. Hace unas horas le acabas de mentir a la prensa con eso de que somos novios y toda esa mierda... Sólo espero que a nadie le importe y no termine siendo publicado.

-¿Estás preocupado por esa pequeñez?- Minzy soltó una pequeña y burlona risa- No te preocupes, no creo que tu novia vaya a leerlo.

-Por el bien de todos, espero que no lo lea Helena ni nadie más. Ahora si me disculpas, debes marcharte de mi habitación ya que necesito dormir.

-Querido Yoon Gi- Ella se acercó con la intención de evitar cualquier pequeño espacio entre los dos- Seamos sinceros, tu novia no es apta para ti; sé que será un pasatiempo que después vas a olvidar y al final tú y yo terminaremos juntos. ¿Qué te parece si recordamos el pasado? Helena no va a enterarse de lo que pase aquí.

Minzy intentó entonces besar los labios ajenos creyendo con todo lo confianza en que sería correspondida. Si embargo, lo que había obtenido no fue más que una muestra de repulsión en su estado más puro; algo que la hizo arder en furia. Yoon Gi no sólo le había rechazado, si no que además le miró con desprecio y para hacer peor la situación, también le había empujado sin preocuparse un poco por medir su fuerza.

-Largo de aquí, Minzy- Pidió un Min Yoon Gi totalmente corroído por la repulsión.

-Esto no acaba aquí, Yoon Gi- Fue lo último que dijo la rubia antes de abandonar la habitación.

¡Te odio! »Suga, temporada 2«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora