Una versión

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Fue un alivio escuchar que la reunión de IMN había sido cancelada. Honestamente deseaba que todo lo que estaba pasando fuera tan sólo una pesadilla... Por momentos quise ser esa versión de Helena Greci de universidad, cuando los problemas parecían no ser tan grandes; cuando tenía a Min Yoon Gi a mi lado y todo se veía tan fácil de resolver.

¿Seung Baek? Llevaba medio día perdida entre llamadas y mensajes suyos, no quería responderle, al menos dentro de todo había aprendido a soportar el dolor de una pérdida con madurez.

Mi cerebro estaba demasiado ocupado tratando de intentar salir a la calle y hacerme los estúpidos análisis que había ordenado el doctor apenas hacía una noche; pero después de lo que me pasó sentía tanto estúpido miedo por salir a la calle sola... ¿Y si esos sujetos volvían para terminar lo que sea que empezaron? Yoon Gi ya no estaría ahí para rescatarme, él probablemente ya se encontraba en la planeación de su boda con Park Minzy.

12:30 en el reloj, casi las 13:00 y yo ni siquiera había salido de mi habitación para desayunar. Honestamente, estaba aterrada.
Con todo el movimiento incluso había olvidado llamar a Río, y eso exactamente era lo que ya me encontraba haciendo desde el celular adquirido únicamente para su contacto.

-¿Helena?- Contestó la voz detrás del teléfono.

-Hola, Río- Saludé- Sé que no ha pasado mucho desde que nos vimos pero hay cosas que debes saber, espero también puedas ayudarme con esto.

Dicho esto, le narré al señor Oh sobre lo que había pasado justo después de verlo; sobre los policías y como subí al coche policial que resultó ser todo menos eso.
Luego de terminado mi relato, Río no dijo nada por unos segundos; después de carraspear la garganta comenzó a hablar.

-¿No hay manera de que puedas volver a Seúl?- Dijo en una voz preocupada.

-No hasta saber en qué terminará esto- Admití- Yo no puedo partir sin dar una resolución sobre las cuentas bancarias, Río; pero he pensado que debo ir a interponer una denuncia y...

-No se te ocurra hacer eso- Interrumpió- Helena, no hay una manera de clonar un coche policial sin que el departamento de investigación no lo detecte en cuestión de minutos. ¿Sabes? Esos autos cuentan con dispositivos de rastreo y básicamente están conectados uno con el otro todo el tiempo; sólo hay una explicación lógica.

-No me digas que es lo que estoy pensando- Dije casi a susurros.

-Debes hablar con el presidente de IMN ya. La policía está inmiscuida en todo esto, y de no ser porque mi teléfono es a prueba de rastreo gracias a un sistema que yo mismo le coloqué, ni siquiera podría contarte sólo así. Hoy más que nunca, debes tener cuidado.

Las palabras de Río cayeron sobre mi como hielo sobre mi espalda. Si antes estaba en total situación de pánico, en ese instante estuve peor.

-Por ahora debo dejarte, Helena- Continuó, al notar mi silencio- Te recomiendo pedir a tu empresa un escolta si no piensas marcharte, pero no denuncies y dile al presidente de IMN que deje de acudir a ese sucio departamento de policía; porque cada que él acude a declarar les está dando exactamente la información que necesitan para seguir haciendo sus estúpidos y sucios planes.

-Entonces... ¿Todo depende de ti justo ahora?- Cuestioné.

-Me temo que sí, tanto de mi como de todo lo que me puedas decir que sea de utilidad. Ten un buen día y cualquier novedad te la haré saber de inmediato... Procura que ese celular de donde me llamas no esté ni siquiera un centímetro de ti. Hasta luego, Helena y ten mucho cuidado.

¡Te odio! »Suga, temporada 2«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora