Lugar

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Unas horas pasaron después del incidente en el ascensor.
Ra Nia fue muy valiente, y luego de que su salud fue atendida regresó al trabajo tan solo dos horas después; cuando se sintió mejor.

Mi horario laboral llegaba a su fin después de un día bastante pesado. Había unos contratos que afinar a los cuales ni siquiera pude prestarles la atención suficiente, debido a que mi cabeza no dejaba de pensar en que estuve a punto de renunciar a mi trabajo.
¿Quería hacerlo enserio? ¿Qué iba a ser una vez que mi contrato quedara cancelado? Últimamente me hacía más preguntas de las que debería.

Terminé de recoger mis cosas, abandoné la oficina y justo cuando me dirigía a marcar mi salida, la voz de Ra Nia me sacó de mis planes.

-¡Licenciada Greci!.

-¿Todo bien?- Me giré hacia ella para verla, su rostro había vuelto a su tono original y el maquillaje parecía nunca haberse escurrido de su lugar.

-El licenciado Seung Baek quiere verla en su oficina antes de que se marche. Me pidió que viniera personalmente a decirle.

-¿Sabes de que se trata?- Dije con cierta desconfianza.

-Creo.. Creo que tiene algo que ver con lo que dije antes de ir al hospital. De verdad le pido disculpas, no debí entrometerme- Hizo una reverencia.

-Descuida, de todas formas estabas mal de salud. Mejor será que vaya.

Pude escuchar un casi inaudible "suerte" de su parte; ella dejó de comportarse como lo había hecho todo el tiempo anterior.
Caminé con pesadez por los pasillos, los cuales comenzaban a vaciarse debido a la hora de salida de muchos de mis compañeros. Al llegar a la puerta toqué un par de veces, ya que Ra Nia no me había acompañado.

Fue precisamente Seung Baek quien abrió la puerta. Llevaba las cuadradas gafas que solía usar para la vista cansada, esas que tan sólo eran unos delicados cristales adornando su blanquecino rostro.

-¿Quería verme, jefe?- Dije con cortesía.

-Así es, Helena. Creo que usted y yo debemos hablar; tome asiento.

Me indicó sentarme frente a su escritorio, él tomó asiento antes de mirarme con un gesto serio.

-No daré rodeos, Helena- Colocó sus manos en el escritorio- ¿Porqué razón está pensando en renunciar? ¿Es algo con sus compañeros?.

-Usted y yo sabemos que nunca he conversado con nadie de aquí- Comencé a ser sincera- Es sólo que he estado pensando en darle un cambio a mi vida... Pero aún no se si lo haré, necesito ordenar mis pensamientos.

-Yo se que yo no puedo interferir en sus decisiones, Helena. Sólo puedo decirle que realmente es muy apreciada por mi... En el modo laboral.. Usted sabe.. No es como si...

-Lo entiendo, jefe- Sonreí

-De todas formas, si usted quisiera hablar fuera de aquí tal vez podríamos ir a algún lugar sólo si le parece...

El celular de Seung Baek sonó y le impidió terminar aquella frase. Lo observó con molestia y luego su gesto cambió a uno de preocupación.

-¡No recordaba la junta!- Exclamó- Vendrán algunos colegas de Ilsan y con el asunto del ascensor en la mañana lo había olvidado totalmente.

-Entonces será mejor que me retire. Nos vemos mañana, jefe.

Me levanté de la silla con una sonrisa y me dirigí hacia la salida. Antes de que cruzara la puerta Seung Baek me llamó por última vez.

¡Te odio! »Suga, temporada 2«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora