Un cambio

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Usted está cordialmente invitado a la ceremonia de unión entre

Min Yoon Gi
Y
Park Min Si

Que será llevada en el hotel ejecutivo
Seungli-uiji
A las 17:00 horas del día...

Arrugué la blanca hoja que llevaba un fino lazo color rosa vibrante como decoración. Claro que sabía la fecha, y si quería evitar que ese día llegara de esa forma, debía encontrar la forma de localizar a Río.
¿Lo malo de la situación? Llevaba tres días enteros sin saber de él. Sólo me quedaban siete; siete días y todo estaría perdido.
¿"Minzy" sólo era una manera de convertir su nombre a una manera occidental? ¿Qué se podía esperar de una mujer que incluso recurría a modificar su nombre? Ah, pensamientos demasiado estúpidos cuando el tiempo jugaba en mi contra.
Quizá Minzy podía estarlo amando de verdad. Tal vez ella había accedido a casarse porque se iba a esforzar por ser la esposa que Yoon Gi mereciera. Al final de todo, la gente cambia con el tiempo inevitablemente; podía haber sólo una posibilidad de que ella fuera una buena mujer... Sólo esperaba que si ese era el caso y esa maldita boda se realizara; ella cambiara de verdad.

Volví a tomar el casi destrozado papel elegante que había llegado hacia mí mediante la correspondencia del hotel. Era obvio que el formato de la invitación no había sido elegido por Yoon Gi. Conocía demasiado a ese pálido de piernas delgadas como para saber que detestaba ese rosa que adornaba el color marfil del papel acartonado.
El diseño de la invitación no era de su gusto, como tampoco sería el casarse con esa mujer; el renunciar a su sueño de ser ese gran músico en el que se había convertido, y asumir la presidencia de IMN.
Pero en ese momento, se trataba de Oh Río o nada. No tenía otro detective de confianza y no podía simplemente buscar a alguien más para hacer el trabajo. Si aquel hombre de baja estatura y complexión delgada no daba señal alguna de su paradero antes de los siete días, todo estaría pedido; Yoon Gi se casaría y yo regresaría a Seúl sólo para apartar mi vuelo hacia Italia y marcharme sabiendo que al final nada sirvió para algo.

Significaría que mi historia con Min Yoon Gi estaría concluida de la peor manera posible. Todo acabaría.

🔹🌸🔹

Comer algo, comenzar a reempacar mis cosas y organizar mis demás deberes laborales para no dejar pendientes cuando tuviera que partir de lo que había sido mi habitación de hotel por ya casi un mes. Fuera cual fuera el resultado, yo tenía que marcharme en cuanto ese matrimonio se llevara a cabo; todo parecía terminar sólo así.

Fue ahí que noté la hora. El estrés de la situación me había hecho olvidar lo que había hablado con papá apenas el día anterior por video llamada.

-¿Helena? ¿Pensaste algo sobre tu madre? Ha pasado mucho tiempo.

-Ya te lo dije papá. Cuando vaya a Italia y me establezca, podré ver la posibilidad de ir a México tan sólo a visitarla... Aquí en Corea todo me salió mal, como puedes ver.

-Preciosa... Te aseguro que yo me esforzaré por volverte a ver sonreír; Fiorella y yo somos una familia pequeña, pero haremos lo que sea por hacerte feliz. De todas maneras, el tal Seung Baek no era de mi agrado.

-¿Porqué no te agradaba, papá?

-Porque a kilómetros podía notarse que tu sonrisa no era real. Pero vamos, no hablemos más del tema que mucho me tarde en aceptar no ir a Corea del Sur y romperle la cara... Volvamos al tema de tu madre.

¡Te odio! »Suga, temporada 2«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora