¡Te odio! »Suga, temporada 2«

Consecuencias.

El resultado final de los daños siempre son las consecuencias. Nada en esta vida pasa sin tenerlas; ya sea positivo o negativo, las consecuencias es aquello a lo que tarde o temprano, todos debemos afrontar.

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Los hechos acontecientes todavía llegan a mi cabeza como una maraña de gritos, voces, sirenas y camiones del ejército derribando el enrejado de la lujosa villa, estropeando el hermoso césped y un montón de uniformados apuntando con sus armas en medio del revuelo. Detrás de ellos, Oh Río, Han-Eul y los Bangtan restantes que eran Kim Taehyung, Jeon Jungkook y Park Jimin.
Había llegado el momento de afrontar las consecuencias.
Min Kwon fue esposado de inmediato entre gritos y forcejeo luego de que Seok Jin y Hoseok lo entregaran a te la policía militar ataviada en trajes marrón oscuro; en algún momento el sujeto comenzó a gritar algo acerca de ser la víctima de la situación pero los militares no parecían ponerle atención alguna, era casi como si les hablara en otro idioma.
Se Eun abrazaba a Yoon Gi mientras ambos se ahogaban en lágrimas y el tiempo se detuvo para ellos. Madre e hijo susurraban algunas frases pero eran inaudibles al menos para mí.
Mi tobillo en verdad dolía y en ese punto comenzaba a inflamarse, Taehyung y Park Jimin corrieron hacia mí de inmediato junto con Río y Han Eul, todos ellos buscando auxiliarme excepto el mayordomo, quien quedó congelado al ver a Min Se Eun con vida y sólo se limitó a derramar lágrimas mientras su amada aún abrazaba a su hijo.

-¿Estás bien, Helena?- preguntó Jimin-. Vamos a ponerte en pie.

-Espera- Taehyung le detuvo cuando el primero me ofreció su mano.

-Creo que me lastimé cuando Kwon me arrojó- musité. Mi mirada estaba perdida en cómo Seok Jin, Namjoon y Hoseok estaban siendo interrogados por el ejército a escasos metros de mí con Jeon Jungkook a su lado, tal vez buscando brindarles un poco de apoyo emocional.

-Helena Greci- la voz de Río me sacó de aquel trance. Tal vez estaría molesto.

-Lo siento- susurré. -Sé que rompí mi parte del plan...

-Gracias- me sonrió-. Kwon te encontró porque iba a matar a Min Se Eun y por ello tenía consigo el arma cargada. Lo que hiciste le salvó la vida.

Kim Taehyung me levantó entre sus brazos y tomó una simple silla de madera que todavía minutos atrás era utilizada únicamente por Se Eun. Con delicadeza me colocó ahí y fue entonces que sentí el dolor atacar de lleno, cuando la adrenalina del momento comenzaba a dejar de actuar como una anestesia.
Aquel infinito abrazo de madre e hijo aún en esa diminuta habitación había terminado y fue entonces que Han-Eul descongeló sus pies del suelo para moverse frente a ellos. El hombre aún se encontraba casi petrificado probablemente debido a que no sabía cómo actuar frente al amor de su vida y al hijo de ella en el mismo lugar.

-Han, no te preocupes- Yoon Gi habló, su voz entrecortada y su rostro ya rojizo debido al llanto. -Lo entiendo todo y al final de cuentas, tú siempre has sido como mi segundo padre.

Una Min Se Eun agotada y eufórica a la vez, se arrojó directo sobre los brazos de Han-Eul. Ya no había un amor secreto ni imagen que mantener hacia la sociedad, sólo eran un hombre y una mujer que se amaban.

-Helena- Yoon Gi susurró mi nombre, se notaba conmocionado como todos ahí.

-Déjame presentarte a alguien- respondí, señalando a Río quien de inmediato hizo una reverencia educada hacia el pálido-. Él es Oh Río, el detective privado que por semanas enteras se dedicó a encontrar a Se Eun. Sin él, nada de esto hubiera sido posible.