Juego

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Podría decir que estaba esperando en total tranquilidad a aquel chófer que IMN enviaría por mi, pero estaría mintiendo.
Ya me encontraba en el lobby del hotel, aguardando la hora en la que recepción me informara que mi transporte esperaba por mi; pero simplemente no podía dejar de jugar con mis dedos, de mover una y otra vez mis pies, la ansiedad me estaba consumiendo.
Por fin, después de pocos minutos mi chófer llegaba.
Han-Eul no me informó en qué tipo de auto iría a recogerme el personal de la empresa, tampoco el nombre del empleado; entonces mientras ya me aseguraba de que mi bufanda cubriera bien mi rostro y caminaba rumbo al exterior, me encontraba pensando en todo aquello.

Pero una vez fuera, entendí que no necesitaba pedir identificación alguna o modelo de auto en especifico.
Aquel coche negro que podría distinguir en cualquier parte del mundo estaba ahí; junto con un Min Yoon Gi que ya salía del interior de éste.

-Se supone que enviarían a un empleado- Fue mi saludo apenas entendible gracias a la gruesa bufanda negra que me impedía respirar el frío del exterior.

-¿Crees que sería tan idiota como para dejarte viajar con cualquier desconocido sólo así?- Dijo, mientras ya se encargaba de abrir la puerta del copiloto.

Esa imagen de un Yoon Gi con cabello rubio abriendo la puerta de su auto para mí. Esa maldita y encantadora imagen tenía que salir de mi cabeza si no quería comenzar a traer el pasado de vuelta.

-Mejor vámonos, ya no siento mi cara- Espeté con dificultad debido al cruel frío.

«Como cuando tuve un ridículo resfriado que resultó ser anemia y después él peleó con su entonces novia para llevarme al hospital, abrió la puerta del copiloto como ese día de mi cumpleaños cuando me llevó a un restaurante italiano; como cuando...»
Ya basta, recuerdos, basta Helena idiota.

No le agradecí a Yoon Gi por tal acción, no se trataba de un acto de descortesía pero me encontraba tan cerrada en todos esos pensamientos que ni siquiera noté cuando ese pálido que vestía una larga gabardina negra que danzaba con el frío viento, cerró la puerta para después subir en el lugar del piloto.
Tomé mi celular, intentando parecer ocupada en otros asuntos mientras mis dedos se deslizaban sin rumbo fijo en la pantalla.

-¿Esperas un mensaje de tu novio?- Pude notar que la mirada del pálido intentaba desviarse hasta mi celular mientras decía esas palabras.

-Tu vista debe ir al frente si no quieres causar un accidente, Yoon Gi.

-¿Sabes, Helena? Tengo la revista donde tú y el estirado aparecen muy unidos, quizá podrías autografiarla para mi- Ignoró mi comentario al tiempo que una risa triste salía de su boca.

«Y yo tengo todos tus malditos álbumes escondidos, también fotos de nosotros.... ¡Ya, Helena Greci!».

Más silencio de mi parte, a veces no decir nada es la mejor solución antes de causar más tensión.

-¿Cómo están los chicos?- Cuestioné.

-Ellos están bien, te extrañan y no dejan de preguntar por ti. Todos excepto Nam Joon, con él hace un tiempo que sólo hablo para cuestiones de producción.

-Pero Yoon Gi... Ustedes son los mejores amigos.

-Ah, Helena- Suspiró- Creo que ya te diste cuenta de que soy experto en arruinar todo lo bueno que tengo y de apartar a las mejores personas de mi vida; quizá el encontrará otro mejor amigo, es normal que su vida avance como avanzó la tuya.

-Espero que lo de ustedes se arregle.

-Espero que todo se arregle, en serio, TODO- Hizo un extraño énfasis en esa última palabra antes de que el silencio prevaleciera.

¡Te odio! »Suga, temporada 2«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora