¡Te odio! »Suga, temporada 2«

Necesidad

Debo huir cuando se trata de amor. Por favor, 
perdona a esta horrible persona que soy.

-Lonely.

🔹💠🔹

¿Porqué lloras así, Helena idiota?

Una lágrima de pronto había dado paso a unas cuantas decenas más.
Odiaba admitirlo, tenía miedo; estaba sola, aterrada, odiaba todo lo que me estaba rodeando.

‹Baek, yo sé que tu trabajo es lo más importante... Pero contesta, te lo ruego›.

Una llamada.
Cinco más.
Quizá había tenido que quedarse horas de más en el trabajo y ese era el motivo de porqué ni siquiera Ra Nia contestaba mis llamadas.
Yoon Gi estaba a punto de casarse con una completa estúpida después de mirarme con odio.
El doctor me había pedido una prueba sanguínea para descartar o confirmar un embarazo o una posible recaída muy fuerte en la anemia; y mi periodo irregular no ayudaba mucho a aclarar aquello ya que llevaba dos semanas de retraso.
También estuve a punto de ser secuestrada por unos imbéciles disfrazados de policías; y gracias al ataque de sinceridad por parte de Min Yoon Gi ni siquiera pude hablarle de aquellas palabras que hacían que el enfoque principal debiese estar sobre Han-Eul.

Demasiadas cosas por procesar... Es que simplemente una sola persona no podía con tanto.

Todo eso me había hecho contenerme en el taxi que me llevó al hotel, pero en cuanto estuve en mi habitación a solas fue que ya no pude más.
Lo único que me quedaba era Baek.

¿Papá? Recién había enviado fotos de él y Fiorella muy enamorados, contándome sobre sus próximos planes y cosas emocionantes por vivir, no necesitaba a Helena Greci y sus problemas en ese momento. Él estaba feliz y no sería yo la encargada de arruinar eso.
Gian Lucca siempre creyó que mi madre era su gran amor; hasta que conoció a la mujer de cabello rizado y hermosa piel canela que ya era su esposa... Quizá me estaba pasando lo mismo y al final era Seung Baek la persona para mi.
Quizá... Sólo quizá necesitaba dormir.
Y después de que en el celular contaron las quince llamadas sin contestar a mi novio, entendí que no era momento para hablar; ni siquiera me preocupé por ducharme o cambiar mis ropas, sólo me dejé caer en un profundo sueño con la esperanza de que al despertar toda la debilidad abandonara mi cuerpo.

Seung Baek

› Helena, Ra Nia acba de tomar sus vacaciones... ¿Crees que Jin Sil pueda cubrirla mientras estás en Daegu?

El simple sonido del teléfono recibiendo ese mensaje fue lo que logró despertarme cuando el reloj ya marcaba las 23:00 pm. ¿Estaría tan ocupado para no notar las quince llamadas que no contestó? ¿Y si algo en Seúl estaba mal?

› Por eso no hay problema alguno, Baek... ¿Viste mis llamadas? De verdad te necesito.

"Te necesito". Palabras fuertes; palabras que no deberían decirse sólo a la ligera... La necesidad no es lo mismo que el amor; pero se siente similar, aunque la realidad es que nadie debería de necesitar a ninguna persona.

› Tengo mucho trabajo por ahora, hablamos mañana.

Ahí terminó la conversación con mi novio, en simples palabras que no dieron esperanza alguna en que Seung Baek pusiera su atención en mi persona.
En todo aquel tiempo jamás le tomé importancia, pero la verdad era que para Baek su gran prioridad era ser el director del banco de Seúl, y Helena Greci pasaba a temas secundarios.
Yo había elegido estar con Seung Baek así; yo elegí aceptar eso.