Escusas

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«No puede ser real, no pude haber hecho algo así».

«Eres una idiota, Helena Greci... Eres una completa estúpida».

Pensamientos que mi cabeza no paraba de repetir una y otra vez mientras yacía en mi oficina fingiendo que trabajaba en calma.
Ni siquiera me estaba concentrando en el trato con la empresa china que en ese momento no me importaba en lo más mínimo cerrar.
Había sido toda una idiota, y estaba desperdiciando al hombre que podía ser el indicado, todo porque mi subconsciente se negaba a superar a Min Yoon Gi.
Ya habían pasado casi dos años desde que terminamos. ¿Qué carajos hacía aún en mi cabeza? Se suponía que meses atrás, cuando estuvimos juntos y después me volvió a dejar; yo le había olvidado de por vida.
¿Es que acaso su persona estaría ahí como un fantasma jodiendo por toda mi existencia?

¿Qué había pasado que generaba esa casi crisis de histeria en mi persona?

Recapitulé la cita de hacía apenas una noche con Seung Baek.
Después de la conversación tan intensa donde me contó sobre su pasado y Mook Suk Jang, la cita se había llevado en total tranquilidad.
Hablamos sobre una posible reunión con nuestros padres; el suyo llegaría desde Londres, el mío de Florencia y todo sería maravilloso.
Bebimos un par de copas de un vino elegante y cenamos comida que en el pasado me hubiera costado todo un alquiler de mi ex departamento de estudiante pagar.
Y luego llegó el momento donde fuimos a su hogar.

El frío en el exterior comenzaba a ser bastante cruel y en mi estupidez había olvidado cargar un abrigo; entonces mi caballeroso Baek se ofreció a llevarme a su hogar, ya que quedaba más cerca.

Y cuando estuvimos ahí fue que estuve con él en la intimidad.

Y mientras eso sucedía, a mi mente había llegado la imagen de Min Yoon Gi. Sostuve relaciones con mi novio, pensando en mi ex novio.

Ese pensamiento, ese recuerdo... Era lo único que se encontraba en mi cansada cabeza en ese momento.
Seung Baek no merecía eso. Él era un hombre lo que menos necesitaba en su vida era a una estúpida obsesionada con su ex novio.

¿Debía terminar la relación y darle oportunidad a que fuera feliz con alguien que valiera la pena? ¿O debía esforzarme por ese hombre que había admitido estar enamorado de mi frente a su ex novia?

Demasiadas preguntas por contestar, y muy poco tiempo; Jin Sil ya me avisaba que mi novio deseaba hablar conmigo y estaba esperando fuera de la oficina.

Cuando permití el paso e hice a un lado la pila de documentos que tenía enfrente para atender a Baek; en su eterna ropa formal, desprendiendo un brillo especial de sus ojos que sólo podía ser complementado con la gran sonrisa que le acompañaba. Sabía que yo era la causante de esa sonrisa, y tan sólo por unos segundos pude sentir mi mente tranquilizarse en cuanto me enfoqué en su rostro.

-¿Estás muy ocupada, princesa?- Fue su saludo.

-Algo así- Suspiré de forma estruendosa, recargándome de lleno en la silla detrás de mí escritorio- Estos chinos parece ser que quieren pagar una taza de interés más baja de lo común y tengo que ver la forma de hacer que vean que no es posible.  ¿Qué tal tu día?

-Recuerda atraparlos como te enseñé. Puedes mostrarles la taza de la competencia y estoy seguro de que no tendrán de otra más que aceptar. Además, ¿Quién podría negarle algo a unos ojos tan hermosos como los tuyos? ¡Te daría mi casa con sólo mirarme, Helena Greci!- Rió de forma encantadora, a lo que no pude evitar ruborizarme- Y de mi día... Realmente ha sido bastante ajetreado; justo tengo una reunión en unos minutos pero quería aprovechar un momento para venir a verte.

-¿Eso significa que no iremos a almorzar juntos?

-Creo que no podré, perdóname princesa- Bajó la mirada mientras la sonrisa se esfumaba de su rostro- Resulta que hay una revista de negocios que quiere una entrevista conmigo, y ya que llevan un par de meses insistiendo debo tomar su petición ya.

-Descuida, lo entiendo- Sonreí, Baek no necesitaba entender que yo quería pasar más tiempo con él para sentirme tranquila conmigo misma.

🔹💠🔹

Al final terminé en la hora de almorzar con Ra Nia. Ya que el lugar al que siempre acudíamos estaba cerrado por remodelación, mi amiga sugirió ir a una cafetería que estaba a sólo cinco minutos del banco. Según lo dicho, Seung Baek había quedado de acompañarnos en cuanto le fuera posible.

-Es una lástima que el jefe tenga tanto trabajo, ¡Deberías ver su agenda!- Exclamó Ra Nia.

-Me mencionó algo acerca de una revista, ¿Sabes de que se trata?- Indagué.

-Es la revista Korean Faces. Si no la conoces, es una revista de negocios; me atrevo a decir que la más famosa en su rama.

-Claro que la conozco, la leo cada que tengo la oportunidad- Mis ojos se abrieron con asombro- ¿Entonces Baek está con gente de Korean Faces justo ahora?

-Así es, Helena. ¿Él no te mencionó el nombre de la revista?- Ra Nia me miró con curiosidad.

-A decir verdad, estaba tan estresada por el contrato con los chinos que ni siquiera le pregunté- Suspiré- Debí haberlo hecho.

Honestamente, estaba demasiado atrapada en la situación de las últimas horas; que había sido demasiado egoísta con Baek para preguntarle o mostrarle un poco más de alegría por el tema. Guardé silencio, pensando todas esas cosas mientras un mesero ya nos llevaba nuestras órdenes a la mesa.

Mis pensamientos eran lo suficientemente sofocantes para ver como mi relación con Baek podía irse a la basura si no dejaba de recordar a mi ex novio.
Quizá había sido por el hecho de que Yoon Gi fue el único hombre con el que estuve antes que Baek.
O podría ser que aún me encontraba voluble por todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor.
Pero la imagen de un Seung Baek que me miraba con todo el amor posible cuando me entregaba algo tan íntimo de él, mientras yo pensaba en Min Yoon Gi no podía salir de mi mente.

Estaba poniéndome demasiadas escusas; escusas tontas y burdas.

¡Te odio! »Suga, temporada 2«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora