Por ellas

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Greci Helena.
22 años de edad.
Padres: Corpus Isabel y Greci Gian Lucca.
Grupo sanguíneo "O".
Hotel Inn Ga Ul, habitación ejecutiva número 1451.

🔹💠🔹

¿Alguna vez sentiste como tu corazón estaba roto en un millón de partículas que ya flotaban con el viento mientras tenías que fingir que toda tu vida era perfectamente normal?

Eso exactamente es lo que sentía en ese momento, justo cuando  yacía en esa elegante reunión, veinticuatro horas después de la llamada de Min Yoon Gi, justo la mañana siguiente de nuestra pequeña reunión en el bar.

"De nuevo no me queda de otra más que aceptar que fui un estúpido. Te dije cosas que no debí, y tú terminaste confesando tus sentimientos. Helena, no se trata de lo que siento por ti... Se trata de lo que como un hombre debo hacer y por favor; necesito que olvides todo lo que dijimos anoche. Ambos estábamos ebrios y no es justo que los sentimientos se involucren en la situación... Lo siento, Helena".

Claro está, colgué la maldita llamada nuevamente tratando de que sus palabras no penetraran en mí como navajas en una herida al rojo vivo.
¿Por qué me hacía aquello? ¿Yoon Gi sentía una satisfacción al hacerme sentir bien y después joder mi estúpida existencia?

Volver a Seúl y dejar que su empresa se fuera al carajo.

Una mierda, en Seúl ya no tenía a nadie y de nuevo estaba sola. Ya no podía darme el lujo de llorar lágrimas que sólo agotarían tiempo valioso. Río estaba haciendo su trabajo sin descanso y yo no podía sólo decirle que Yoon Gi había terminado de romper lo poco que me quedaba de corazón y que no estaba más interesada en sus servicios.

Además, había una reunión de la que tenía que dar un informe, exactamente en el lugar en el que estaba.

Gente vestida en trajes de oficina caminando por aquí y por allá, personas cargando papeles y poniendo mucha atención en sus computadoras. ¿En qué pensaba cuando decidí aceptar aquel cambio de nivel en la universidad? Aunque, creo que una mejor cuestión sería sobre lo que pensaba al elegir relaciones internacionales como mi carrera universitaria; quizá mi vida hubiera sido muy diferente de haber elegido otra carrera, o hacerle caso a mi madre y nunca haber partido hacia Corea del Sur.
Pero aquellos pensamientos eran vanos en esa situación, porque cuando me senté en mi puesto para escuchar todas las cosas que no quería presenciar, Yoon Gi ya estaba ahí. También estaban Min Kwon y Park Shin Jee; osea el padre de Minzy. Y por alguna extraña razón, Han-Eul no se encontraba ahí.

-Buen día- Saludé en general, a ese punto no era necesario presentarme con la mitad de los presentes ahí; y a la otra mitad no le interesaba más que escuchar a Yoon Gi y a Shin Jee.

-Licenciada Greci- Saludó Min Kwon en esa aguardientosa voz que tanto detestaba oír- Se ve muy bien hoy.

No respondí a su saludo, escuché a Min Yoon Gi carraspear la garganta pero jamás le miré, no quería verlo.

-Ya estamos todos aquí, mejor será que comencemos ya que tengo una agenda llena y debo partir por la tarde- Habló Shin Jee.

Las típicas palabras sobre el crecimiento de la empresa y presentaciones burdas y sin sentido comenzaron a rondar de un lado a otro. Fingí escribir en mi laptop, la que ni siquiera estaba usando para cuestiones de trabajo por órdenes de Seung Baek. Sí, no me interesaba un carajo estar ahí.

¡Te odio! »Suga, temporada 2«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora