Le gustaba pasear por el jardín apenas el alba se acercaba, no creía que existieran jardines más hermosos que los que había en su reino, con la mano en el cetro color azabache recorría el lugar, la majestuosa bestia que le acompañaba siempre se mantenía vigilando en silencio, era tan fiel a su amo desde el día en que este la salvo de caer en uno de los pozos del sur, pero sin embargo era Ezequiel quien creía que Shiva lo había salvado a él de todo ese inmenso dolor de perder al ser más importante en su vida hasta ese día, su padre.
La tigresa caminaba a su lado, sigilosa y con un andar fino como si caminara entre cristales, y justamente era a eso a lo que sus ojos se asemejaban tanto, un par de cristales adornandole el rostro y es que desde que llegó al reino y la primera nevada cayó, su pelaje perdió aquel tono anaranjado que le caracterizaba y se volvió de ese color blanco tan puro como los copos de nieve que en ese momento caían ligeramente sobre sus cabezas.
No había duda del amor y la entrega que sentía por el hombre que le correspondía incondicionalmente a la felina. Todo parecía estar en calma, la mañana del compromiso las aves no trinaban, y las flores que apenas nacían parecían estáticas en el capullo que las cubría, Ezequiel pensó en que debía ser por la nieve, que había vuelto a aparecer después de un periodo de sol y cielo despejado, ahora todo era de un tono gris obscuro que parecía ensuciarle los pensamientos a la gente, aquel frío tan intenso solo era característico de Alexandria, el cielo sabía bien a lo que se enfrentaría su hija esa misma tarde.
Carol se asomaba por la ventana de su habitación, desde ahí lograba ver perfectamente bien a Ezequiel caminar con su fiel mascota a un lado, el animal le imponía pero jamás le había temido, era noble y parecía tener el alma parecida a la de su dueño, apacible y tranquila, era como ver a dos almas gemelas encontrarse, Carol no sentía aquel sentimiento cuando se encontraba cerca de Ezequiel, desde luego que notaba lo atractivo que era y lo afortunada que había sido de que el la eligiera a ella, pero aún le faltaba sentir esa sensación, aquello que Daryl le había hecho sentir, pasión, entrega, amor; podría estar a punto de casarse, de condenarse a una vida limitada, pero estaba muy segura de que con nadie más sentiría aquella fuerza en el corazón como la que sentía por Daryl.
Deanna llevaba en los brazos el perfecto vestido de novia, el más elegante, único, diseñado exclusivamente para ella con el Modelo que escogió, mirándolo ahora tan de cerca no le parecía tan hermoso, o quizá lo era pero para Carol había perdido todo el brillo a pesar de estar lleno de miles de diamantes diminutos sacados de las minas de Hilltop en donde se daban muy bien.
Jessie le ayudó a tomar un baño en la tina, frotaba su piel con espuma y esencias para perfumarle el cabello, retiraron el vello de todo su cuerpo y le ayudaron a secar, todo sumido en un incómodo silencio, el rostro de Carol no presentaba una emoción concreta lo que incomodaba a sus asistentes y preferían callar al estar con ella, Jessie la podía entender bien, sabía lo que Carol sentía por Ezequiel y no era la clase de amor que se necesita en un matrimonio feliz, pero después de todo, su madre había hecho lo mismo, se había casado con Grimes sin amarlo, y después se convirtió en el amor de su vida, eso pudo haberle pasado a Carol si no hubiera aparecido Daryl en su camino para recordarle de que se puede tener un alma libre, de que se puede amar en libertad y ella lo amaba sin duda, pero él se había ido dejándola sin saber qué hacer y ahora se casaría.
La hora llego, en las afueras del palacio se había colocado una gran tarima para que nadie pudiera perder de vista el enlace y la anunciación de la nueva reina, la banda tocó una suave melodía y Carol se seco la última lagrima que derramaría como mujer libre, aunque en el fondo sabía que jamás lo había sido del todo.
Bajo por la escalera con cuidado para no tropezar con el vestido, tomó la mano de su hermano quien lucía de lo más galante y caminaron juntos hasta el altar, Ezequiel la esperaba con una enorme sonrisa en los labios, Carol intento imitarlo, continuaron su camino, la gente los observaba y le sonreían al verla pasar, de pronto su mirada se encontró con la de Carl quien llevaba a la pequeña Judith en brazos y a su lado, un hombre apuesto miraba nuevamente al suelo como era su costumbre, levantó la vista y se encontraron la sangre se congeló en las venas de Carol, deseaba tanto estar entre los brazos de Daryl de nuevo, como podría casarse teniéndolo tan cerca, se detuvieron un instante, Rick le tomó el rostro y limpio con la manga el llanto de Carol.
—Lo siento...
Fue lo único que dijo su hermano y continuaron hasta llegar al altar, Ezequiel dio un paso hacia ella y tomó la mano que Rick le ofrecía, estaba entregando a su propia hermana y él lo sabía, a eso se debía su disculpa.
Todo pasó rápido para Carol quien se limitaba a asentir a lo que se le pedía, lo que incluyó besar a Ezequiel delante de la multitud, miro nuevamente a Daryl y cerró los ojos después, sintió los labios de su ahora esposo sobre su boca y la muchedumbre enloqueció, abrió los ojos buscando a Daryl pero ya no estaba se había ido.
Una joven se acercó en las manos llevaba una hermosa Corona dorada aunque parecida a la de Ezequiel no era tan grande, Carol seguía buscando a Daryl entre la gente, cuando sintió sobre su cabeza la pesada Corona que habían colocado.
—Qué viva la reina —vitorearon —qué viva.
Coreaban todos en el pueblo.
—Qué viva el rey —seguían —larga vida al rey.
Carol volvió los ojos a la multitud, todos la aclamaban, le gritaba, aplaudían y soltaban palabras de cariño, fue como si despertara de un letargo, sintió más peso sobre ella y después tomó su lugar en el trono, levantó el rostro orgulloso ahora era la reina.
La tigresa en ese momento rugió.
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The Secret of the Kingdom.
FanfictionUna reina en busca de su verdadero ser, un reino que le regalara todo incluso la ilusión del amor verdadero, por el cual estará dispuesta a dejar la Corona. Advertencia. Esta historia es larga con toques épicos y medievales Caryl universo alterno...