The Secret of the Kingdom.

Cuida el reino.

Ezequiel se encontraba en el frente del muro esperando, la noticia del arribo de los obscuros ya era inminente, la fiera majestuosa se posaba orgullosa a su lado, al rededor los guardias con los escudos y las armas listas, las llamas ardían en las antorchas, nadie había dormido esperando solo la maldita llegada de Negan,

Los tambores replicaron con fuerza y fue cuando los primeros caminantes entraron por la puerta grande del reino que los esperaba abiertas de par en par, se habían cansado de huir, la lucha tenía que ser el final de todo.

Las lanzas les atravesaron los cráneos, Ezequiel sabía que era solo el inicio, lo peor llegaría después, los Winslow quienes abrían paso al ejército obscuro en donde el líder con el mazo reía triunfante, por fin el reino y ese trono serían de él, solo pensaba en lo sencillo que sería matarlos a todos, acabar con las vidas de seres inferiores a él.

Lo vieron llegar, sobre un gran cañón que apuntaba directo al rey, Ezequiel no se movió un solo centímetro cuando miro el rostro frívolo de aquel enemigo al que tanto esperaba.

Atacaron sin piedad detrás de los caminantes con estacas que se encargaban de abrir el paso a los obscuros, comenzaron los caídos y la sangre que recorría las calles empedradas.

—Tan fácil te has dejado vencer mi rey —le grito Negan con voz suficientemente alta para que todos escucharan. —Tu cabeza será quien me de el triunfo total. —Sonreía como maniaco —todos aquí son unos perdedores —miro al rededor. —Pero si no queda nadie más, es por eso que prefieres entregarte Ezequiel, no te queda reino al que dirigir —todos se burlaron.

—Tienes razón quizá hayas ganado —hablo Ezequiel de forma tranquila —pero me llevaré conmigo algo más que solo el recuerdo de mi derrota.

La fiera se soltó de su mano y corrió aprisa hasta llegar al final del camino, se lanzó sobre Negan quien de inmediato levantó los brazos sobre el rostro, Shiva le arrancó con fuerza la mano izquierda cuando iba a morder su cuello un golpe la dejo muerta sobre el mismo líder de los obscuros.

La habían matado, el brazo de Negan escurría ríos de sangre y Ezequiel miraba a su única y fiel compañera muerta sobre un lago de sangre que no paraba de brotar de su cráneo.

Las espadas se levantaron y la lucha volvió, Ezequiel salto desde el muro hasta Negan quien estaba huyendo tratando de detener el brote de sangre que cada vez era mayor.

Levantó el mazo rápidamente y lo agito sin dar un solo golpe al rey, Ezequiel se movía con sigilo dando pasos en circulo como si hubiera entrenado una rítmica coreografía antes de aquel duelo.

Soltó una estocada que dio en el costado de Negan, pero sin herirlo de muerte, la espada del obscuro destello sobre el cuello de Ezequiel estaba por decapitarlo, una lluvia de flechas comenzó a caer, ambas guardias retrocedieron asustados, el galope de los caballos aturdió a los Winslow quienes empezaron agitar sin sentido haciendo más fácil el derribarlos, Rick apareció frente al grupo de arqueros quien volvía con una ráfaga más de flechas candentes, nadie se detuvo.

Ezequiel levantó el arma estaba por clavarla sobre la espalda de Negan, pero fue más hábil y le dio un giro completo en el aire a la enorme espada, levantó una daga que el rey no había visto y la clavo en su pecho a la altura del corazón.

Ezequiel sintió un calor recorrerlo, las manos le temblaron y noto el dolor punzante en el pecho, la gran daga negra le atravesaba, no podía hacer nada estaba por llegar a su fin, sintió su propia sangre caliente saliendo de su cuerpo, solo pensó en Carol, en sus ojos tan azules como ahora veía el cielo, en ese cabello que tanto le recordaba el brillo de la luna, en sus besos, en sus caricias, en el calor de su cuerpo al poseerla.

—No te mueras —escucho y reaccionó —la veía frente a él, él mismo rostro que añoraba antes de su último aliento. —Ezequiel por favor no te mueras.

Carol intentaba detener la presión de la sangre con ambas manos.

—Es tarde ahora mi luna —decía Ezequiel muy despacio —pero me alegra poder verte por última vez, eso era lo que más deseaba.

—No, Ezequiel no, por favor resiste, estarás bien.

—Carol tienes que luchar por tu vida sal de aquí, no deben matarte.

—Lucharemos todos y vamos a ganar, fui por Daryl él nos ayudará.

—No dejes que te pierda, él no podría vivir sin ti.

Carol sostuvo sus manos entre las de ella, sabía que era inevitable el deceso del rey, lo escuchaba con lágrimas en los ojos.

—No digas nada Ezequiel, yo soy tu esposa y te amo.

Ezequiel sonrió —que dulce mentira mi luna, me has hecho el hombre más feliz —movió suavemente el pulgar en un intento de caricia. —Cuida al reino por mi, serás una buena reina.

—Lo haré —dijo Carol sorbiendo su nariz —cuidaré de este lugar y cuidare también de nuestro hijo.

Ezequiel la miro con sorpresa, esbozó una ligera sonrisa y cerró los ojos, Carol le acarició el rostro hasta que dejó de respirar un par de segundos después.

Daryl la miraba tranquilo, se acercó a ella y la tomo entre sus brazos.

—Tenía que mentirle —susurro a su oído —tenía que hacerlo feliz por lo menos una vez.

—No hay que dar explicaciones, lo sé.

Negan carraspeó para llamar su atención, la batalla aún seguía llevándose a cabo a sus espaldas.

—Me parece que esta triste historia de amor llego a su final, no es así mi Lady —miro a Carol —que lastima que nuestro rey no estará aquí para verte morir seguramente le hubiera encantado.

Levantó el mazo, Daryl se aproximó a él y de un golpe lo lanzó por los aires, el mazo se estrelló sobre el suelo partiéndose a la mitad.

Los obscuros estaban acorralando a las guardias del reino, Rick y Michonne seguían defendiendo, mientras Tara se encargaba de los caminantes que seguían sin dar marcha atrás.

—Vas a pagar por todo esto. —Dijo Daryl.

—Quien me hará pagar tu —se burlo —no eres nadie para poder hacerlo.

—Te equivocas en eso soy quien te va acabar de una vez por todas.

Un chillido se escucho a lo lejos, la bestia que surcaba el cielo logró que todos levantaran la vista, los guardias aprovecharon el momento para acabarlos dando la estocada en el lugar preciso, el dragón bajo con furia y dejó escapar una nube de fuego sobre los Winslow quienes perdieron la armadura de hierro, la tropa del sur pudo matarlos rápidamente a todos, Negan se alarmó de ver aquello que volaba sobre de ellos.

—Quieres saber quién soy —hablo Daryl —soy el hijo del rey de sur y seré yo quien te mate.

Penetro con la daga dorada el cuello de Negan, se retorció unos segundos antes de escupir sangre y reírse. —No sabes lo que has hecho —seguía burlándose —no sabes a quién te enfrentas.

Lo dejo caer muerto, los obscuros que quedaban intentaron huir corriendo pero el dragón se encargó de volverlos cenizas con una sola explosión, habían vencido.