Abatido y nervioso regreso Ezequiel a su reino, Carol miraba por la ventana todos los días esperando el regreso de alguno de los tres hombres a los que había visto partir a distintos destinos, no era su hermano, ni el hombre al que amaba, regresaba aquel al que había entregado su vida, su marido, con la espada sucia y él armadura oxidada, con la cabeza agachada sintiendo que había fallado a todos.
Su mujer lo recibió con un cálido abrazo que pareció inyectarle vida, su rostro volvió a recobrar el color ámbar brillante y una sonrisa le pinto los labios enseguida.
Carol sabía que las cosas no habían ido tan bien como esperaba, se notaba en los gestos de su señor, a su lado Jerry no hacía más que confirmar las sospechas con el rostro cansado y sin alegría, cosa que era difícil en él.
—Perdimos esta batalla mi luna —dijo Ezequiel tomándole las manos —temo que sean más fuertes de lo que pensamos, si hubieras visto aquella escena seguramente que te horrorizabas y jamás volverías a dormir, como no podré hacerlo yo después de ver aquello. —La llevo a sus brazos, Carol dejó que la abrazara, debía ser el consuelo que buscaba aquel hombre en ese momento de pena y necesidad —no sé si podremos acabar con ellos, si mi padre viviera...
—Pero no está aquí —lo interrumpió Carol —estás tú ahora en su lugar y sabrás como defenderlo —miro a Jerry —dile a Deanna que prepare el baño para el rey.Jerry asintió y los dejo a solas.
—Ezequiel hay algo que debo decirte —hablo Carol con seriedad —necesitas mandar por Daryl —Ezequiel levantó la vista en seguida —él podrá ayudarte, lo sé.
—Fue por su hermano al Este del terral acaso no a vuelto
—No y temo por su vida —se mostró nerviosa
—Ahora hay cosas más importantes que pensar ya volverá, no creo que tenga un plan para combatir a los obscuros —levantó las cejas —entre más lejos este de aquí mejor —dio media vuelta.
—A que te refieres —Carol impidió que diera un paso más —acaso no fuiste tú quien le pidió que luchará por ti, por el reino entero.
—Me temo mi señora que tu interés va más haya de todo eso.Carol dio un paso atrás casi ofendida de las palabras del rey
—Acaso le he dado motivos para que hable así de mi alteza —inclinó el rostro tratando de ocultar su realidad —mi deber es para con usted y la gente del reino, soy su mujer y me interesa su bienestar —se mordió la lengua un par de segundos y se acercó a él decidida a hacerle cambiar de parecer —soy tu mujer Ezequiel, pero me preocupa lo que pueda suceder, mis sobrinos están aquí lejos de Rick, los obscuros podrían aparecer en cualquier momento me pregunto si realmente estamos listos.
—No lo estamos —tomó la mano de Carol que acariciaba sus mejillas —y tienes razón me disculpo si te ofendí, es solo que la angustia por salvar a mi pueblo me está sobrepasando.
—Ven —Carol tomó su mano y comenzaron a subir las escaleras —debes olvidarte de todo por un rato —Ezequiel la siguió arrastrando los pies por cada escalón.La bañera estaba lista, Deanna había dejado el agua caliente para el baño del rey preparada con su escénica favorita.
Carol comenzó a desnudarlo lentamente y con cuidado, notaba las marcas del filo de las espadas que seguramente pasaron por su piel la cual se erizaba al sentir el roce de los finos dedos de su esposa.
Dentro del agua el rey se relajó, la reina frotaba su piel con la esponja limpiando las heridas, las marcas que no eran recientes, recordó de forma inmediata la piel de Daryl, su piel era tan diferente a la de Ezequiel, Daryl tenía la piel dura, fuerte y blanca, Ezequiel era suave y del color de la miel que brotaba de los nidos sobre algunos árboles frutales.
Debía ser ella la que se frotara la piel, pues pensaba en alguien más mientras bañaba a su esposo, pero todo tenía una razón y ella ya había planeado su siguiente movimiento.Se dejó caer en la cama sobre su espalda, el cuerpo de Ezequiel se posaba sobre el de ella aún con las gotas de agua cayéndole sobre el rostro, el cabello húmedo le acariciaba la piel desnuda a Carol quien dejaba que la tomará una última vez, se movía con cuidado dentro de ella llevándola suavemente a lo que él creía era el paraíso, su movimiento de va y ven se aceleraba cuando ella encajaba las uñas sobre su espalda con fuerza, era cuando el león dentro del rey rugía con más fuerza, ella solo pensaba en qué momento se iba a acabar.
Dejo que recorriera cada rincón de su cuerpo, que besara los lugares que solo había entregado a Daryl, no quería llorar así que apretaba los ojos fuertemente mientras se contraía una vez más por las caricias de Ezequiel quien continuaba su viaje por las curvas perfectas de su mujer.
La miro a los ojos antes de culminar aquello, era él quien rezaba por qué aquella no fuera la última vez pero algo en su interior le gritaba que lo sería, termino llenando a Carol de su ser en un grito que alcanzó ahogar dejándolo sin fuerzas, estaba desarmado.
Lo dejo completamente dormido bajo las sabanas tibias, se vistió pero esta vez no usaba los hermosos vestidos que solía llevar por los pasillos y jardines, ahora vestía con las ropas de su hermano que tomo de la lavandería antes de que fueran entregadas en su alcoba, busco una de las espadas y salió, nadie se atrevió a detener al extraño caballero que montaba el corcel del rey, Media noche, el más fiero y el más veloz.
Corría con el viento golpeándole la cara, no estaba segura del camino o si en realidad iba en la dirección correcta solo se dejaba guiar por sus instintos, su necesidad de estar cerca al fin de Daryl, había dejado atrás el reino y a sus hombres, dejó al rey, después de aquello no daría marcha atrás no volvería a ese lugar a no ser que fuera de la mano de Daryl.
El lugar no le parecía conocido, los caminantes comenzaron a rodearla, bajo del caballo para poder defenderse y lo hizo bien, fue más fácil de lo que pensaba, la espada le ayudaba con la hoja afilada logró acabar con los pocos que se atravesaban en su camino, miro a lo lejos el templo, resplandecía en medio de la nube de polvo que se alzaba al rededor algo dentro de ella le gritaba que era el lugar indicado.
Llamó a la puerta de forma discreta, sin recibir respuesta alguna, se digno a girar la perilla, se encontró con una mujer que barría el templo, levantó los ojos en cuanto la escucho llegar a su lado.
—Su majestad que hace usted aquí —dijo Nabila soltando la escoba para reverenciar a Carol.
—Yo busco a un hombre —miraba los detalles del templo —él venía con una mujer alta de cabello trenzado...—se interrumpió al ver a Michonne entrar al templo —es ella.
Dio unos pasos a hasta encontrarse con Michonne de frente, la abrazo de forma cálida como si la que hubiera estado esperando fuera ella.
—Dónde está —dijo Carol saliendo de la prision de los brazos de su amiga —está todo bien, Ezequiel se enfrentó a los obscuros, no pueden derrotarlos, vine por qué sé que solo él puede hacer algo, es hora de tomar la batalla en nuestras manos, quiero que todos sepan quién es, quiero que sepan que lo amo.
Daryl escuchaba desde el otro lado de la puerta, no pudo más cuando oye decir que lo amaba, estaba ahí ahora, buscándolo a pesar de su deber, sus ojos se encontraron brevemente, Daryl la alcanzó en dos zancadas y la beso con fuerza, la mano de Carol dejó caer la espada que de repente le pesó demasiado y sujeto el cabello de Daryl, volvió a sentir la sensación de sus labios y su lengua jugando con la de ella.
—Por qué has venido, te ha traído una guardia.
—No...—lo miraba con cariño, con el amor que ciertamente no lograba ocultar —los deje a todos, a todo, he decidido que gritare con fuerza que te amo, no importa ya si me condenan a muerte, solo quiero estar a tu lado y que nunca más nos separen.
—Pero mujer sabes lo que estás diciendo.Michonne dio unos pasos hasta la pareja y colocó una mano en cada uno de sus brazos.
—Estás listo ahora Daryl, tienes la oportunidad de demostrar a todos el valor que guardas, no dudes de ti y lleva a tu compañera a tu lado.
Daryl tomó de la mano a Carol quien levantó la espada rápidamente, el par de caballos ya los esperaban listos, el arco de Daryl sobresalía de entre sus cosas y llamó la atención de su chica quien quiso quedarse a mirarlo de cerca pero le fue imposible, un tercer caballo se escuchó llegar a lo lejos, Michonne lo montaba, los acompañaría también.
—Recuerda solo tienes que pensarlo —la voz de un hombre se escucho a espaldas de Daryl quien se volvió enseguida.
—Lo haré bien maestro. —Se acercó a Carol para ayudarla a subir, ella dejó que lo hiciera.
—Morgan...—dijo el hombre —puedes llamarme Morgan —le sonrió, hizo una cata con la vara y los caballos echaron a correr enseguida.
ESTÁS LEYENDO
The Secret of the Kingdom.
FanficUna reina en busca de su verdadero ser, un reino que le regalara todo incluso la ilusión del amor verdadero, por el cual estará dispuesta a dejar la Corona. Advertencia. Esta historia es larga con toques épicos y medievales Caryl universo alterno...