Guardaron mas provisiones quizá de las que realmente esperaban necesitar, pero el camino parecía ser tan largo que la esperanza comenzaba a desaparecer, los tres hombres sentados a la espera de su partida se miraban uno al otro sin poder decirse las cosas de frente, lo que cada uno pensaba al parecer difería de los otros dos, lo que si deseaban en común era volver a su hogar.—Si salimos ahora podremos atravesar la Costa antes del medio día —dijo por fin Glenn.
—Si nos movemos ahora lo único que pasara es que los caminantes nos coman —Dale parecía más cómodo en aquel lugar ahora que ya había bebido.
—Los caminantes no se irán así que tarde o temprano tendremos que enfrentarlos.
—Tienes razón pero es mejor hacerlo con la luz del día, al menos podremos ver al hijo de puta que nos quiera hincar el diente, con esta obscuridad apenas si podríamos vernos a nosotros mismos.
—El viejo tiene razón —salió del escondite el hermano menor —solo esperen un par de horas y podrán largarse de aquí.
Los tres hombres lo miraron, los ojos del hombre parecían dos llamas que brillaban en la obscuridad, nadie mencionó nada.
—Así es duerman un poco —el viejo les dijo a sus acompañantes y camino hasta Daryl quien de nuevo se había alejado unos metros.
Lo contemplo un momento, era delgado aunque de brazos fuertes, la gente del sur tenía esa característica, no eran tan altos como en el norte, pero sin duda eran más ágiles aunque eso no les ayudo el día de su final.
—Quería pedirte un favor —Dale hablaba a las espaldas del hombre quien no se movía ni respondía. —Los chicos con los que vengo de verdad necesitan volver a su hogar, Glenn será padre próximamente y el chico, Noah, tiene una hermana, su madre, lo necesitan haya, yo soy viejo, estoy solo me da igual si estoy aquí o en otro lado pero ellos, son buenos hombres, saben pelear pero no lo suficiente, temo por ellos, tú lo dijiste, tuvimos suerte la primera vez, no sé si volveremos a tenerla.
—Y que es con exactitud lo que me estás pidiendo —dijo Daryl sin mirarlo.
—Que vengas con nosotros.
—Así que lo que quieres es una aya, alguien que pueda cuidar de ustedes por qué no son capaces
—No sólo ayúdanos a cruzar el muro y después puedes hacer lo que quieras.
—No lo haré si no hay una paga, tú lo has dicho, soy bueno para escapar de donde sea, y soy un saqueador así que no me voy jamás con las manos vacías de ningún lugar.
—Te daré algo a cambio, una flecha.
Daryl por fin miro al anciano —de que me serviría una flecha.
—Estoy seguro que en cuanto la veas, sabrás para qué te servirá.
Daryl se mantuvo incrédulo unos minutos, no confiaba en nadie, cuando llegó a hacerlo la gente le falló, incluso su propio hermano la única persona que amaba le había dado la espalda en ciertos momentos de su vida, como confiar en un anciano loco que le prometía algo que desconocía.
Pero el pecho le vibraba al pensar en la paga fuera cual fuera, necesitaba arriesgarse un poco habían pasado varias semanas desde su último timo y comenzaba a aburrirse. A penas el sol se asomó comenzaron la partida.
Merle prefirió pasar el día tranquilo en el pueblo, beber era algo que disfrutaba más que hurtar y tirarse chicas así que cuando su hermanito lo dejo simplemente se dio la vuelta y siguió caminando hasta la taberna.
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The Secret of the Kingdom.
FanfictionUna reina en busca de su verdadero ser, un reino que le regalara todo incluso la ilusión del amor verdadero, por el cual estará dispuesta a dejar la Corona. Advertencia. Esta historia es larga con toques épicos y medievales Caryl universo alterno...