08.-

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POV Omnisciente

-Sabes que eres un completo malcriado, cierto?.-Preguntó Jaime cuando ya se habían vestido y habían ordenado todo, y también limpiado, claro.-Pude haber tenido una reacción violenta.

-Claro que tuviste una reacción violenta.-Dijo Nicolás sintiendo un poco de dolor en su trasero.

-Tú querías eso, no? Que fuera más rápido y fuerte?.-Preguntó el enojón, viendo como su novio asentía.-Entonces lo tuviste.

Nicolás intentó caminar pero se quejó de inmediato, causando que Jaime se acercara a él y lo cargara estilo matrimonial.

-Vas a ir a tu puesto?.-Preguntó el señor Navarro observando como su pololo volvía a asentir.-Como tu jefe, te diré que no harás eso ahora.

-Entonces qué haré?.-Cuestionó el moreno algo confundido mientras miraba a su pareja.

-Sé que estás cansado, así que duerme en mi sillón no más.-Respondió el jefe de Nicolás dejando a su pololo en el sillón.

-Cómo sabes que tengo sueño?.-Preguntó el pequeño moreno bastante extrañado mientras veía y sentía como su novio se sacaba el terno y lo tapaba con este, haciendo que el moreno se acurrucara contra este y sintiera el olor a su pololo, causando que se relajara.

-Porque te conozco, cariño.-Contestó el jefe de Kindred Spirits con una pausa.-Siempre que hacemos la "ceremonia", te da sueño después. Por eso cuando tuvimos sexo en el auto, dejé que durmieras hasta que llegamos a la casa de mis padres.

-Me conoces tan bien.-Murmuró el pequeño secretario sintiendo mucho sueño en aquél momento.

-Y te amo mucho más.-Dijo Jaime con una ligera sonrisa, observando como este se quedaba dormido. Después de varios segundos, le dio un pequeño beso en la frente y fue a sentarse a su puesto mientras tomaba un poco del café que le había traído su novio.

De vez en cuando veía a su novio descansar pacíficamente, causando que sonriera y siguiera trabajando.

Después de unas horas, cuando ya pasó el almuerzo y su novio todavía no despertaba, terminó de trabajar. Se preguntaba si su novio tendría hambre pero era obvio que no, porque si tuviera, hubiera despertado. Jaime se acercó a su pololo y lo miró por un par de segundos para luego acostarse cuidadosamente al lado de él. Lo abrazó y sintió como su novio se giraba mientras seguía dormido y se acurrucaba contra él, causando que sonriera ligeramente para luego dormirse, sabiendo que Nicolás estaba entre sus brazos.

Cuando despertó, horas después, el moreno seguía durmiendo y ya era de noche. Se quejó un poco para luego observar a su novio. Este seguía durmiendo acurrucado contra él, causando que sonriera un poco.

Comenzó a darle pequeños besos por todo el rostro, haciendo que en pocos segundos, el moreno se despertara.

-Te falta en una parte.-Dijo Nicolás todavía con los ojos cerrados y con la voz un poco ronca.-No me estafes.

Jaime siguió con aquella sonrisa para luego darle un pequeño beso en los labios.

-Tenemos que ir a tu departamento, amor.-Dijo Jaime viendo los hermosos ojos café de su novio.-Ya es de noche.

-Por qué siempre me dejas dormir tanto?.-Preguntó el moreno observándolo mientras seguía muy cerca de él.

-Porque te ves muy tranquilo cuando duermes, que sería delito para mí despertarte.-Respondió el enojón acariciando la mejilla de su novio.-Si ni siquiera despertaste para almorzar.

-Todavía tengo mi sándwich?.-Preguntó el pequeño moreno, ni siquiera moviéndose un poco.

-Claro que sí, cariño.-Contestó el señor Navarro con una pausa.-Sabía que cuando despertaras, tendrías hambre. Quieres que te lo pase? Eso sí, tuve que botar el café, ya estaba muy frío.

-Sí.-Respondió el pequeño secretario, sintiendo como su novio se levantaba cuidadosamente, sin querer hacerle daño para luego sacar el sándwich de la bolsa. Después de hacer eso, se lo pasó a Nicolás. Este lo tomó y de inmediato comenzó a comérselo, sintiéndose observado por parte de Jaime.-No tenemos que pasar a buscar nada a tu casa, cierto?

-No, por qué, cariño?.-Preguntó el jefe de Nicolás algo curioso mientras veía como su novio comía.

-Solo tenía curiosidad. Quiero llegar al departamento para darme una buena ducha y luego ver algunas películas contigo.-Respondió el pequeño secretario, por fin levantándose para luego sentir como su cuerpo le dolía como el infierno.

Vio como Jaime tenía una sonrisa burlona pero no le dijo nada.

-Quieres que te cargue?.-Preguntó el jefe de Kindred Spirits todavía con aquella sonrisa, dispuesto a hacerlo.

-No.-Contestó el secretario de Jaime secamente, causando que este frunciera el ceño mientras veía como su novio salía de su oficina para guardar todas sus cosas y cerraba la puerta.

"Y ahora qué hice?" se preguntó a sí mismo el enojón, mientras también guardaba sus cosas. Luego de unos minutos, ya estaba listo y salió de la oficina para luego notar que Nicolás ya se había ido, causando que gruñera.

Nunca peleaban, pero se notaba que ese día sería una excepción.

Fue directamente al ascensor y apretó el botón del primer piso. Luego de que llegara, salió de este y luego de su compañía, notando que Nicolás no lo estaba esperando al lado de su auto, haciendo que supiera que se había ido solo al departamento.

Le sacó la alarma a su auto y entró a este para después encenderlo y comenzar a manejar.

Cuando llegó al edificio de Nicolás y al departamento de este, sacó las llaves que tenía y abrió el departamento para luego entrar. Se dio cuenta que Nicolás estaba acostado en el sillón mientras veía alguna película que no conocía. Cerró la puerta y el moreno no se giró para mirarlo.

-Bien, me vas a decir que pasa o tendré que adivinarlo?.-Fue lo primero que preguntó Jaime, con una pausa.-Acaso fue porque me burlé de que te doliera al caminar? Tú me dijiste todas esas cosas para...

-Cuando me ibas a decir que seguías hablando con Matías? Y que no volvió a Estados Unidos, como tú me dijiste?.-Preguntó Nicolás de repente, no dejando que terminara la frase mientras seguía mirando la película.

-No quería que te pusieras así...

-Bueno, hubiera sido mejor que me lo hubieras dicho tú, no que yo mismo lo descubriera.-Dijo el moreno, otra vez interrumpiéndolo, ni siquiera mirándolo por un segundo.

-Desde cuando me andas vigilando?.-Preguntó el enojón por fin diciendo una frase.

-Vigilando? Así lo vas a llamar? Bien, hace como dos semanas estabas durmiendo y te llegó un mensaje. Lo dejé pasar pero siguieron llegando, así que para que no te despertaras, lo tomé y vi los mensajes por accidente por intentar colocarlo en silencio. Claro que me costó descubrir la contraseña que le pusiste, ya que nunca le habías colocado clave a tu celular antes.-Dijo el pequeño moreno por fin mirándolo.-Así que desde ahí que te ando "vigilando".

-Uno necesita privacidad, Nicolás...

-Bien, entonces si de repente me llegara un mensaje de Iván mientras estoy durmiendo, no lo verías?.-Preguntó el pequeño secretario, sabiendo que Jaime no iba a decir nada.-No pidas cosas que no puedes dar.

Luego de decir eso, se levantó del sillón y tomó su bolso para luego dirigirse a la puerta.

-A donde vas? Es tu departamento, yo me puedo ir.-Dijo el señor Navarro observándolo.

-No te preocupes, estas dos semanas son para que te quedes en mi departamento.-Dijo el secretario de Jaime con una pausa.-Ahora te puedes relajar y le podrás hablar a Matías todo lo que quieras sin nadie que te "vigile".

Antes de salir por la puerta, volvió a hablar.

-Es bueno saber como al salir de cuarto medio te querías casar con él.-Dijo Nicolás no queriendo llorar.-Se nota que odias la idea de casarte.

Dicho eso, salió de su mismo departamento, no teniendo ni idea de donde ir ya.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora