15.-

1.3K 162 82
                                    

POV Omnisciente

Nicolás y Jaime se bañaron, vistieron y guardaron las cosas en las maletas que tenían. Obviamente el moreno no se olvidó de la pulsera y fue a buscarla. Cuando la encontró, salió de la casa donde había estado viviendo por al menos año y medio y notó como el enojón ya había echado las maletas en el portaequipaje.

Cerró la puerta y le colocó llave a esta para luego guardar estas en su bolsillo.

Ya había hablado con Iván, y este no quería que se fuera, pero tuvo que aceptarlo, y era obvio que tampoco quería que dejara de trabajar para él, pero también tuvo aceptar eso. Claro que Iván le colocó dos condiciones. La primera era que no dejarían de verse y que se quedara con las llaves, por si algún día pasaba algo y no sabía donde ir.

Claro que Nicolás aceptó, estos tres años Iván fue su principal apoyo, quien siempre le decía que no estaba solo y que aunque lo pareciera, Iván siempre estaría ahí para él, sin importar lo que pasaba.

El moreno se acercó al enojón, y este último le sonrió ligeramente. Cuando vio la pulsera, el enojón también caminó hacia el encuentro con su moreno. Cuando ya estuvieron juntos, el moreno y el enojón se miraron un par de segundos, pero no dijeron nada, hasta que Jaime le robó un beso a Nicolás, causando que este sonriera.

-Te amo.-Murmuró Nicolás, todavía con aquella sonrisa.

-Yo también te amo, cariño.-Dijo Jaime observándolo por varios segundos.

Jaime tomó el brazo de Nicolás delicadamente, notando como este lo miraba con atención. Luego de eso, le colocó la pulsera en la muñeca, observando como se veía esta.

-Vamos, amor?.-Preguntó el enojón, acariciando un poco la pulsera de su novio.

Nicolás asintió y se dirigieron al auto. Jaime le abrió la puerta del copiloto y Nicolás sonrió para luego darle un pequeño beso en los labios. Después de eso, entró al auto y Jaime cerró la puerta. Este último se dio la vuelta y entró al asiento del conductor. Cerró la puerta y encendió el auto para después comenzar a manejar.

Estuvieron unos pocos minutos en un silencio cómodo, al menos hasta que el enojón habló.

-Tú crees que Manuel me perdone alguna vez? O que al menos me soporte?.-Preguntó Jaime de repente, causando que tuviera toda la atención del moreno.

-Le tomara tiempo, Jaime.-Respondió Nicolás sinceramente.-Es mi mejor amigo, parte de mi familia, y él no podía creer que te hubieras ido cuando todo estaba bien, y siendo sincero contigo, creo que te odió cuando le dije que me habían drogado y luego violado, y que luego tú no querías saber nada de mí.

El enojón lo miró unos segundos y notó como en el rostro de su novio habían unas pequeñas lágrimas, causando que se estacionara en un lado del camino de inmediato y abrazara a este.

-Estoy aquí, Nico, y quiero saber de ti, quiero estar contigo y quiero tener relación con todo lo que haces.-Dijo el enojón con una pausa.-Ese día yo no estaba pensando claramente, de hecho, me arrepentí de haberte enviado ese mensaje, pero no sé porqué fui tan aweonao para pensar que era mejor así. Si yo hubiera sabido lo que pasó, si alguien me hubiera dicho, hubiera vuelto altiro, sin pensarlo.

-Pero no fue así.-Dijo el moreno todavía con unas pocas lágrimas, sintiendo como Jaime le hacía cariño en la espalda.

-Pero nunca más me iré.-Dijo el señor Navarro tomándose una pausa para luego seguir hablando.-Te lo prometo.

Estuvieron varios segundos así para luego separarse del abrazo. El enojón observó a su pololo y le limpió las lágrimas para luego besarlo en un compas lento e intenso, sintiendo como su moreno le correspondía altiro el gesto de amor.

Estuvieron unos minutos así hasta que Nicolás se separó, con una leve sonrisita, haciendo que el enojón supiera que este ya estaba mucho mejor.

-No más lágrimas.-Dijo el jefe de Nicolás, acariciando la mejilla de su novio con cuidado, como si le fuera a hacer más daño, aún.-Si?

El moreno asintió para luego darle un pequeño beso en los labios.

Luego de aquello, pasaron hablando de qué habían hecho estos años, o al menos el moreno quería saber lo que había hecho el enojón.

Cuando llegaron a la casa, el enojón sacó las dos maletas que tenía el moreno mientras que este se quejaba porque él mismo podía llevar sus maletas, claro que Jaime no lo pescaba mucho y lo callaba con pequeños besos, causando que el moreno se quejara aún más.

-Amor, no sigas quejándote.-Dijo Jaime con una sonrisa divertida.-Ya tengo las maletas acá, en la habitación.

-Pero Jaime...

El recién nombrado tomó las mejillas de Nicolás y lo besó apasionadamente, haciendo que su moreno se callara. Este último se resistió al principio pero al final terminó cediendo.

Cuando se separaron, el moreno habló.

-Debes dejar de callarme así.-Dijo Nicolás como si estuviera hablando en serio, cuando los dos sabían que aquello le encantaba.

-Bien sabes que te gusta.-Dijo el enojón volviendo a tener una sonrisa divertida.

Nicolás lo miró por un par de segundos para luego recostarse en la cama, volviendo a sentir lo cómoda que era.

-Bueno, al menos es bueno saber que volviste conmigo por la cama y el pie de limón.-Dijo el señor Navarro todavía con aquella sonrisa, observando lo cómodo que estaba su novio.

-Ya no me gusta el pie de limón.-Dijo el moreno, causando que Jaime frunciera el ceño.

-No te creo.-Dijo el jefe de Nicolás todavía con el ceño fruncido.

-Es verdad.-Dijo el pequeño moreno mirándolo unos segundos.

-No te creeré.-Dijo el jefe de Kindred Spirits negándose completamente a eso.-Amabas el pie.

-Sí, bueno, las cosas cambiaron.-Dijo el pequeño secretario como si aquello fuera una excusa.

Jaime lo observó por varios segundos para luego hablar.

-Te iré a comprar pie de limón.-Dijo Jaime completamente decidido.

-Jaime, de verdad no me gusta...

-No es pregunta, te iré a comprar pie de limón y espero que la wea te siga gustando, porque o sino te obligaré a que te guste otra vez.-Dijo el enojón tomando las llaves de su auto y saliendo de la habitación, haciendo que Nicolás negara con la cabeza y sonriera un poco.

Escuchó como Jaime volvía, causando que estuviera algo curioso.

-Te arrepentiste?...

-Mi beso para el camino.-Dijo el señor Navarro robándole un beso, el cual Nicolás siguió de inmediato.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora