42.-(Final)

1.2K 156 86
                                    

POV Omnisciente

Han pasado al menos dos meses, cuando el moreno comenzó a notar el comportamiento extraño del enojón. Claro que cada vez que le preguntaba, o hacía que no escuchaba o simplemente cambiaba de tema, cosa que no le gustaba para nada al pequeño moreno.

El enojón parecía hasta más ocupado, siempre estaba hablando por celular o enviando correos que no le mostraba a Nicolás, claro que el trato a este seguía igual, no es que le estuviera gritando o ignorando.

El moreno ese día, despertó y vio a Jaime sentado en la cama, como si estuviera despierto hace mucho tiempo. Lo observó por varios segundos, hasta que el enojón se giró un poco y lo vio mirándolo.

-Buenos días cariño.-Dijo Jaime con una leve sonrisa, observándolo por varios segundos.

-Buenos días, Jaime.-Dijo Nicolás, todavía observándolo.

Se quedaron unos segundos en silencio hasta que Nicolás habló.

-Me vas a contar qué te pasa?.-Preguntó el moreno de repente, causando que Jaime ya no lo mirara.

-No me pasa nada.-Dijo el enojón, jugando con sus dedos.

-Los dos sabemos que eso es mentira.-Dijo el pequeño moreno con una pausa.-Puedes decirme, Jaime, no me molestaré.

Jaime lo miró por un par de segundos para luego desviar la mirada.

-Tengo que volver a Estados Unidos, Nico.-Dijo el señor Navarro de repente, cuando ya habían pasado varios minutos en silencio.

Nicolás se quedó completamente tenso y no dijo nada.

-Las cosas en la empresa de allá no se hacen bien si yo no las hago, y yo no quería pero es necesario, amor.-Dijo el jefe de Nicolás, todavía no mirándolo, dándole la espalda.

-Está decidido que te vas a ir?.-Preguntó el pequeño secretario, necesitando saberlo.

-Sí.-Respondió el jefe de Kindred Spirits tomándose un momento para luego seguir hablando.-No sabía como decírtelo, Nico, lo siento mucho.

-Planeabas dejarme otra vez sin explicaciones?.-Preguntó el secretario del enojón con los ojos aguados, ya levantado.-Eres un aweonao.

Apenas dijo eso, se fue de la habitación rápidamente solo para meterse altiro en otra habitación y encerrarse en esta.

-Nico, amor, por favor abre, te lo puedo explicar.-Dijo Jaime apoyando su cabeza en la puerta.

-M-Me vas a dejar.-Murmuró Nicolás con varias lágrimas en sus mejillas.

-Nico...

-Yo te hubiera seguido a cualquier parte, Jaime.-Dijo el moreno tomándose un momento para luego seguir hablando.-Tú solo me pudiste haber dicho y yo me hubiera ido contigo.

-Por favor, amor, abre la puerta.-Le suplicó el enojón, queriendo tener a su moreno entre sus brazos.

-Cuál es el propósito? Te vas a ir.-Dijo el pequeño moreno, no sabiendo que hacer en ese momento.

-Ven conmigo entonces, Nico.-Dijo el señor Navarro con una pausa.-O intentaré quedarme, veré si puedo hacer unos cambios o algo desde acá. Pero, amor, abre la puerta.

-No.-Murmuró el pequeño secretario, sintiéndose mal y mareado. Su corazón comenzó a acelerarse y supo que estaba teniendo un ataque de pánico.

-Nico, estás teniendo un ataque de pánico, déjame entrar ahora mismo.-Dijo el jefe de Nicolás completamente desesperado mientras sostenía algo en una de sus manos.

-N-No!.-Dijo el secretario de Jaime, sintiendo que debía escapar de ahí, o al menos correr.

Jaime reunió todas sus fuerzas y se empujó contra la puerta para luego romper el seguro de esta y que se abriera.

Vio a su novio y sabía que tenía que ser en ese momento o nunca. Se acercó a él y se arrodilló.

-Nicolás Gaule, quieres ser mi esposo?.-Preguntó Jaime rápidamente, causando que el moreno se quedara completamente quieto, ya ni tomándole caso al ataque de pánico, que parecía haberse ido.

-Eres un aweonao.-Dijo Nicolás cuando vio otro anillo de compromiso.

-Ya me dijiste eso, pero estoy esperando una respuesta, amor.-Dijo el enojón con una pausa.-No sabía si querrías ir a Estados Unidos conmigo, la cosa era casi obligarte a ir y allá pedirte matrimonio, pero nunca funcionan mis planes si te das cuenta, así que...

-Sí quiero.-Contestó el moreno, interrumpiendo a Jaime de repente, causando que a este se le iluminaran los ojos para luego colocarle el anillo en el dedo anular. Luego de eso, se levantó y lo besó apasionadamente en los labios, sintiendo como este le correspondía.

No eran la pareja perfecta, los dos lo sabían, pero se complementaban al final.

Yo les hice una pregunta en la introducción, si ellos podrían amarse por siempre y para siempre. La respuesta siempre ha sido sí, a pesar de las peleas, las separaciones, el tiempo, siempre será sí.

Obviamente se casaron y hasta Manuel con Edgar y sus hijos fueron a Estados Unidos para la boda. Claro que Manuel había planeado todo desde lejos, mandándole algunos datos a Nicolás y a Jaime, unos contactos, etc.

Si tuvieron muchos problemas? No muy grandes, estaban los celos, los cuales siempre estarían si se trataba de Jaime. Y a veces estaba el estrés, el enojón un par de veces no podía contener este y le gritaba a Nicolás, claro que este tomaba personalidad y le decía que si le iba a gritar siempre, mejor se conseguía a un hombre que le gritara, pero de placer en vez de tenerlo a él. Y en ese momento, volvemos al mismo tema de antes, los celos. Estas peleas siempre terminaban en una cosa.

Sexo furioso.

Y claro, después de eso, venían las palabras tiernas, esas disculpas que Jaime hacía que a Nicolás se le derritiera el corazón.

Hay muchas cosas que contar de esta pareja, tantos sentimientos, emociones que sentían cuando estaban juntos, pero siendo sincera, la escritora tiene miedo de que Jaime la secuestre al saber que ella les había causado tanto sufrimiento a Nicolás y a él.

Y no lo duden, se amaran y se aman por siempre y para siempre.

Nos vemos en otra fic.

All the love, JoMo.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora