Liebe (Jainico)

09.-

POV Omnisciente

Al día siguiente, Nicolás se reportó enfermo y no fue a trabajar. Claro que él no llamó a Jaime para decirle, sino que le dijo Manuel al enojón, quien estaba desesperado llamando y buscando a su novio. Manuel le aseguraba que no estaba en su departamento y tampoco en la casa del Edgar. El enojón llamó a Iván también y este le dijo que no lo había visto desde el sábado, así que tampoco estaba en su casa. Obviamente el enojón había ido a su casa a ver si este estaba ahí, y obviamente no estaba.

Ya no tenía idea de donde el moreno se pudo quedar. Habían miles de hoteles y moteles en los que se pudo haber quedado, así que no sabía.

Cuando terminó de trabajar, o al menos intentó hacerlo, fue al departamento de Nicolás para ver si este aparecía pero era obvio que no.

Al día siguiente, fue al trabajo y vio al moreno en su puesto, causando que sintiera un poco más tranquilo.

Se dirigió directamente al moreno y cuando estuvo al lado de él, hizo que se levantara para abrazarlo fuertemente.

-No vuelvas a desaparecer así.-Dijo Jaime en un murmuro, sintiendo como el moreno cedía y lo abrazaba devuelta.

-Te prometo que no lo volveré a hacer.-Dijo Nicolás para luego separarse.

Se miraron un par de segundos y notaron como los dos estaban destrozados por lo que había pasado el lunes.

-No debí ocultarte eso.-Dijo el enojón con una pausa.-Lo siento mucho.

-Y yo no debí reaccionar así.-Dijo el moreno bajando un poco la mirada.-Es obvio, fue tu primer amor y siempre lo será. No me sorprende que te hayas querido casar con él y que en este momento no estén juntos solo porque él se fue a estudiar a otra parte, así que no te culpo, de alguna manera siempre lo amarás y yo tendré que... aceptarlo.

Jaime lo observó por varios segundos para luego hablar.

-Nico, agradezco que se haya ido a estudiar a otra parte porque sino fuera así, no te hubiera conocido y eres lo mejor que me ha pasado, amor, aunque ya te lo he dicho, solo quiero que lo tengas presente.-Dijo el señor Navarro con una pausa.-Si lo amo? No lo sé, lo digo en serio. Siempre me preocuparé por él y me interesaré en lo que le pase. Si lo amara, sería como amigo, no sería de la misma manera que te amo a ti.

-Es que es difícil.-Dijo el pequeño moreno tomándose un momento para luego seguir hablando, sabiendo que tenía toda la atención de Jaime.-Con lo que pasó del beso y simplemente tú me ocultaste todo de él, y lo sigues haciendo, no me ocultas nada más, pero sí se trata de él, lo haces.

-No lo volveré a hacer, Nico.-Dijo el jefe del recién nombrado con una pausa.-Sé que debe ser confuso y frustrante, pero no te volveré a ocultar algo sobre él.

-Si te pidiera que dejaras de hablar con él, no lo harías.-Dijo el pequeño secretario con una ligera sonrisa triste.

-Nico yo...

-Ni siquiera es pregunta, sé que sería así.-Dijo el secretario de Jaime con una pausa.-Estaré bien, solo déjame solo.

-Cuánto tiempo?.-Preguntó el jefe de Kindred Spirits sintiendo un dolor por todo su cuerpo.

-No lo sé.-Respondió Nicolás sinceramente.-Pero iré al departamento, si te sirve de algo.

-Amor...

-Anda a trabajar, Jaime.-Dijo el moreno con una pausa.-Yo haré lo mismo.

El moreno volvió a sentarse en su asiento y sintió como Jaime lo miraba por varios segundos para luego entrar a su oficina y cerrar la puerta. Apenas hizo eso, el moreno se tapó la cara mientras intentaba respirar sin que le doliera tanto. Sintió su cara enrojecer y sus ojos arder.

Iba a estar bien realmente? No lo sabía tampoco.

Después de varios minutos, comenzó a trabajar para que se desocupe luego y pueda salir un rato de la compañía.

Estuvo varias horas trabajando, hasta que era hora de ir a almorzar. El enojón salió y lo vio trabajando todavía.

-Iremos a almorzar?.-Preguntó Jaime, notando como su novio no despegaba la vista del computador.

-No tengo hambre.-Respondió Nicolás simplemente mientras revisaba algunas cosas de la empresa de Estados Unidos.

-Iré a comer pie de limón, seguro que no quieres venir? Es el mejor lugar donde hacen pie's.-Dijo el enojón observando a su pololo.

-No, no quiero ir.-Contestó el moreno siendo sincero con su pareja.

-Esta bien.-Dijo el señor Navarro rindiéndose.-Te veo después, amor.

Nicolás asintió y Jaime lo observó por varios segundos para luego irse.

Antes de que la hora de almuerzo terminara, Nicolás terminó todo su trabajo de ayer y ese día, haciendo que tuviera la tarde libre. El moreno se levantó de su asiento y se dirigió al ascensor para llamar a este. El ascensor llegó de inmediato y las puertas se abrieron. Entró y apretó el botón del primer piso.

Después de varios segundos, salió del ascensor y luego de la compañía, pero antes de eso, la secretaria de la empresa le habló.

-Casi termina la hora de almuerzo, adonde vas? Le digo al señor Navarro?.-Preguntó Camila algo curiosa.

-No tengo porqué decirte alguna wea.-Dijo Nicolás completamente de mal humor para luego irse de ahí.

Caminó un par de cuadras, sin tener idea de donde ir. Siguió caminando y se encontró con una pequeña plaza, así que fue a esta y se tiró en el pasto para relajarse.

Pasó varios minutos relajado, cuando alguien se acostó a su lado. Sabía que no era Jaime, así que abrió los ojos y miró a su lado.

-Hola Iván.-Dijo Nicolás ni siquiera un poco sorprendido, volviendo a cerrar los ojos.-Se puede saber por qué me andas psicopateando?

-No te estoy psicopateando.-Dijo Iván con una ligera sonrisa, mirando a su ex novio.-Vengo a este parque a recordar unas cosas.

-Ah si? Cuántas minas y minos te joteaste acá?.-Preguntó el moreno ni siquiera siendo sarcástico ni nada.

-Acaso no reconoces el parque, Nicolás?.-Preguntó su ex novio observándolo con atención.

Nicolás volvió a abrir los ojos y levantó un poco la cabeza para observar el parque.

-Acá me...

-Te pedí pololeo y fue la primera vez que nos besamos.-Dijo su amigo con una leve sonrisa, recordando aquello.

El moreno se volvió a acostar y a cerrar los ojos.

-A veces no te gustaría volver a atrás? Donde haría las cosas bien?.-Preguntó Iván algo curioso.

-Ya no las hiciste.-Dijo el pequeño moreno, no respondiéndole nada.

-Pero supongamos que las hubiera hecho bien, volverías el tiempo atrás cuando recién comenzamos a salir?.-Cuestionó su ex novio, mientras también cerraba los ojos.

-No.-Respondió el pequeño secretario siendo completamente honesto.

Luego de eso, solo se quedaron en silencio, disfrutando la compañía del otro.