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POV Omnisciente

Cuando salieron del baño y luego salieron de la casa, con las cervezas, notaron que todo seguía normal, de hecho, Francisco estaba hablando y riéndose con sus amigos.

-Bien, después de que nos vayamos de acá, le voy a decir.-Dijo Nicolás en un tono más bajo, solo para que el enojón escuchara.

-Pero vas a tener que actuar como antes ahora.-Dijo Jaime con el ceño fruncido, observando a Nicolás.

-Vamos, yo te tuve que soportar un mes viendo como Adam y tú salían ordenándose de la oficina y muchas veces besándose.-Dijo el moreno tomándose un momento para luego seguir hablando.-Debe haber igualdad en todo esto, no hagas que me arrepienta de haber vuelto contigo.

Jaime lo miró unos segundos y se dirigió donde Adam para luego besarlo.

Bueno, creyó por un segundo que su relación iba a funcionar, claro que estaban teniendo sexo cuando lo pensó.

Se dirigió donde su andante y se sentó al lado suyo, al menos hasta que Francisco hizo que se sentara en sus piernas. Después de eso, sintió como su andante lo abrazaba.

-Discutiste con tu ex novio y por eso te demoraste tanto?.-Preguntó Francisco cerca de su oído.

-E-Eh sí, algo así.-Respondió Nicolás, apoyándose un poco en el torso de su "amigo".

El moreno de repente sintió como su andante le daba pequeños besos en el cuello, causando que sonriera.

A pesar de que amara tanto a Jaime, también sentía algo fuerte por Francisco, no solo lo quería como amigo.

-Qué tal si cuando tengamos mucho más tiempo juntos, como años, adoptemos al igual que Edgar y Manuel?.-Preguntó su andante, hablando en serio, causando que Nicolás lo mirara con un leve brillo en los ojos.

-Lo dices en serio?.-Cuestionó el moreno mirándolo fijamente.

-Sí.-Respondió su "amigo" con una leve sonrisa, notando lo feliz que estaba Nicolás.

Nicolás lo observó por varios segundos más para luego besarlo, sintiendo como su andante le correspondía. El beso fue en un ritmo lento, causando que disfrutaran bastante el gesto.

Cuando se separaron, su andante lo miró directamente a los ojos.

-Te quiero.-Dijo Francisco, siendo completamente sincero.

-Yo también te quiero.-Dijo el pequeño moreno, sintiéndose algo culpable por lo que había pasado minutos antes.

-Te prometo que seré lo mejor para ti.-Dijo su andante tomando la mano de Nicolás, acariciando un poco el anillo que le había dado.

-Lo sé.-Dijo el pequeño andante volviendo a acomodarse contra el torso de Francisco.

Nicolás se sentía tan confuso en ese momento. Cuando estaba con Jaime en el baño y un poco fuera de este, se sentía seguro de que quería estar con él, pero ahora estando con Francisco, no sabía que pensar.

Con Jaime sentía mucho amor, seguridad, pero a veces su relación era muy inestable, como antes. Y con Francisco, si no lo amaba, sentía algo cercano, se sentía estable y sabía que podría tener una familia con él.

Había pasado al menos una hora, cuando el enojón no podía soportar más y separó a Nicolás de Francisco, causando que este último frunciera el ceño y se levantara de su asiento.

-Qué wea te pasa?.-Preguntó Francisco mirándolo fijamente, bastante tenso.

-Pasa que quiero que dejes tocar lo que es mío.-Respondió Jaime casi en un gruñido mientras tenía los nudillos completamente blancos.

-Tuyo? Nicolás ya no es tuyo, es mío...

-Si es tan tuyo, como dijiste, entonces porqué estuvo conmigo en el baño? Haciéndole cosquillas?.-Preguntó el enojón interrumpiéndolo, notando como Francisco miraba a Nicolás y este bajaba la mirada.

Cuando dijo "haciéndole cosquillas" los hijos de Manuel y Edgar se taparon la boca, sabiendo que eso era importante.

-Te dije que lo que escuché eran las cosquillas.-Dijo Álex en un murmuro.

Francisco miró a Nicolás unos segundos más para luego irse de ahí, haciendo que el moreno lo siguiera de inmediato.

-Francisco, deja que te lo explique...

-Qué hay que explicar? Sabía que lo seguías amando pero creí que podía hacer que lo olvidarás, obviamente me equivoqué.-Dijo el recién nombrado observándolo por varios segundos.

-Y-Yo creí que lo podría olvidar también, pero...

-No pudiste, obviamente.-Dijo Francisco, sintiendo dolor por todo su cuerpo.-No sé si vas a volver con él o no, pero yo no quiero sufrir, Nicolás, no puedo seguir con esto.

-Lo siento.-Dijo Nicolás sinceramente, mirándolo fijamente a los ojos.

-Yo también lo siento.-Dijo su ex andante, observándolo por unos segundos más para luego irse, dejando a Nicolás ahí.

Nicolás sintió a alguien detrás suyo y se giró para mirarlo.

-No soportaba mucho más, lo lamento.-Dijo Jaime mirándolo directamente a los ojos.

-Lo sé.-Dijo Nicolás, no sabiendo que hacer en ese momento.-Tú crees que si volvemos, no nos volveremos a separar? Que por fin seremos estables?

-Ese es mi único objetivo en este punto.-Respondió el enojón sinceramente.-Solo quiero estar contigo, sin peleas, ni más celos, solo ser felices, tal vez tener nuestra propia familia.

Nicolás asintió y luego de eso, sintió como Jaime lo abrazaba, sabiendo que lo necesitaba.

-Sé que lo querías, lamento haber dicho eso al frente de todos, tal vez querías seguir con él.-Murmuró el señor Navarro, todavía abrazando a Nicolás.

-Lo quería, pero a ti nunca te dejaré de amar.-Dijo el moreno tomándose un momento para luego seguir hablando.-Y él lo sabía, de alguna manera.

El enojón se separó del abrazo y lo miró un par de segundos para después acariciar su mejilla.

-Te amo.-Dijo el jefe de Kindred Spirits con una pausa.-Ni Adam ni Matías ni nadie podría cambiar eso.

-Yo también te amo.-Dijo el pequeño moreno por fin sintiéndose completo, ni siquiera sabiendo que antes le faltaba algo.

El enojón lo miró para luego besarlo en un ritmo lento, sintiendo como su novio le correspondía aquél gesto.

Cuando se separaron, el señor Navarro sonrió ligeramente.

-Así que tu nuevo apodo es pie de limón?.-Preguntó Jaime con una sonrisa divertida.

-No quería que me dijera cariño o amor.-Dijo Nicolás explicándole aquello, causando que Jaime asintiera.

-Si tú me dices enojón, entonces yo te diré pie de limón.-Dijo el enojón todavía con aquella sonrisa para luego darle un pequeño beso en los labios.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora