29.-

923 131 117
                                    

POV Omnisciente

Ha pasado un mes, y las cosas han cambiado mucho entre Jaime y Nicolás. Estos han estado discutiendo y todo por un nuevo trabajador que Jaime contrató, llamado Adam. Este pasaba todo el día con el enojón, coqueteándole cada vez que podía y Jaime simplemente no hacía nada, y hasta ese punto, el moreno estaba cansado.

-Por qué simplemente no le dices que pare?!.-Preguntó Nicolás levantando un poco la voz mientras estaban en el living de la casa.

-No lo encuentro tan importante, Nicolás! Tú eres al único que le molesta...

-Claro que me molesta! Soy tu novio, recuerdas eso, no?!.-Preguntó el moreno completamente enojado, no dejando que su pololo termine la frase.-Si Iván lo hiciera u otro tipo lo hiciera conmigo, estarías igual o peor!

-Estoy tan cansado de esto, Nicolás!.-Dijo Jaime mirándolo furiosamente.

-Y tú crees que yo no?! Pasas más tiempo con ese weón que conmigo!.-Dijo el pequeño moreno, sintiendo la rabia por todo su cuerpo.

-Estoy cansado de discutir por esto!.-Dijo el enojón tomándose un momento para luego seguir hablando.-Solo quiero estar un rato tranquilo! Y sin ti, si es que se puede.

Nicolás miró a Jaime unos segundos y sus ojos se aguaron, causando que se odiara por eso.

-Nunca debí aceptar vivir contigo.-Dijo el pequeño secretario subiendo la escalera y yendo a la habitación, escuchando como Jaime lo seguía.

-Donde crees que vas?!.-Preguntó el señor Navarro siguiéndolo a la habitación para luego notar como Nicolás guardaba unas pocas cosas en su mochila.

-A un lugar lejos de ti, no se nota?.-Cuestionó el secretario de Jaime, no mirando a este.

-No te vas a ir a ninguna parte, me necesitas...

-No te necesito! No necesito que me mantengas o que me regales cosas y lo que menos necesito son estas estúpidas peleas!.-Dijo Nicolás interrumpiéndolo, guardando su billetera.

-Te puedes quedar...

-No, no lo haré.-Dijo el moreno pasando por al lado de él y bajando la escalera, otra vez escuchando como el enojón lo seguía.

Cuando el moreno estuvo al frente de la puerta, Jaime lo detuvo.

-Yo tampoco te necesito.-Dijo Jaime en un tono más bajo, mirándolo directamente a los ojos.

-Me lo suponía.-Dijo el pequeño moreno casi en un murmuro, con una pausa.-Por eso terminamos...

-Nicolás...

-Y yo, no necesito esto.-Dijo el secretario de Jaime pasándole el anillo y la pulsera.-Y hubiera sido un sí antes.

Nicolás salió de la casa, sin mirar atrás, y simplemente escaló la reja y saltó para luego caer de pie en la calle. Caminó hacia algún hotel, ya que ni pensaba en quedarse donde Iván y menos aún donde Manuel.

Sintió sus ojos arder pero se "obligó" a no llorar. Tal vez era lo mejor aquello.

Siguió caminando y escuchó como alguien corría detrás de él, causando que supiera quien era.

"No, Jaime, por favor no" pensó Nicolás para luego sentir como su ex novio lo abrazaba por atrás.

-Lo siento...

-Jaime yo no...

-Por favor perdóname.-Murmuró Jaime cerca de su oído mientras lo abrazaba fuertemente.

-Yo no puedo seguir así, Jaime.-Dijo Nicolás, no queriendo girarse, porque sabía que se arrepentiría.-Te amo y sigo enamorado de ti, pero no quiero estar en esta situación siempre.

-Y por eso no volverá a pasar, si quieres lo despido, pero por favor no te rindas en nuestra relación.-Dijo el enojón, no queriendo soltarlo, porque sabía que si lo hacía, Nicolás se iba a ir.

-No puedo decirte las cosas que tienes que hacer, te tienes que dar cuenta solo, cuando tengas una relación.-Dijo el moreno por fin liberándose del abrazo.

-Nico, por favor, mírame.-Dijo el señor Navarro, notando como este se daba vuelta y lo miraba.-Sé que siempre arruino lo que tenemos pero no quiero perderte. Mentí, sí te necesito, eres una gran parte de mí.

El moreno lo observó unos segundos y luego lo abrazó.

-Eres tan aweonao.-Dijo el pequeño moreno, sintiendo como este lo abrazaba devuelta.

-Lo sé.-Murmuró el jefe de Nicolás, apretando a este más contra él.

-Estúpido, idiota, insoportable a veces, orgulloso y muchas weas más.-Dijo el pequeño secretario con una pausa.-Pero aún así te amo.

-Creí que nunca iba a haber un pero en aquella frase.-Dijo el jefe de Kindred Spirits con una pausa.-Orgulloso no soy.

Nicolás se separó del abrazo y lo miró con una ceja enarcada, queriendo que se explicara.

-Si fuera orgulloso, no hubiera corrido para alcanzarte y menos hubiera saltado la reja.-Dijo Jaime con una leve sonrisa.

-Pero si no hubieras sido idiota, no hubieras tenido que hacerlo.-Dijo Nicolás mirándolo fijamente, no sabiendo que hacer.

-Vámonos a nuestro hogar, amor.-Dijo el enojón tomando la mano de su novio y comenzando a caminar pero este lo detuvo, causando que Jaime lo mirara muy confundido.

-J-Jaime, nosotros no hemos vuelto.-Dijo el moreno, notando como este se colocaba más pálido.

-P-Pero creí que...

-No quiero que estemos así, ya que soy tu secretario y tú eres mi jefe, pero tal vez si es buena idea terminar.-Dijo el pequeño moreno mientras soltaba la mano de Jaime.-Te amo, como te dije antes, pero creo que es lo mejor, al menos por un tiempo.

El enojón lo miró unos segundos, no sabiendo que decir o hacer.

-Puedo besarte como...

Nicolás tomó las mejillas de Jaime y lo besó en un ritmo lento, sintiendo como este le correspondía de inmediato, sabiendo que sería el último beso que le daría en un buen tiempo... O tal vez para siempre.

El moreno sintió como el enojón colocaba su mano un poco más arriba de su trasero, acercándolo más él, como si ese momento tuviera que recordarlo.

Estuvieron varios minutos así, hasta que el moreno se separó del beso, notando como Jaime quería más. Nicolás lo miró por varios segundos y acarició su mejilla ligeramente, causando que el enojón cerrara los ojos y colocara su mano sobre la suya, acariciándola levemente.

-Tengo que irme, Jaime.-Murmuró Nicolás, todavía acariciando la mejilla del recién nombrado y viendo como este abría los ojos y lo miraba fijamente.-Tengo que encontrar un hotel y luego ver algún departamento.

Jaime suspiró y lo dejó ir.

-Nos vemos mañana.-Dijo Jaime mirándolo atentamente.

El moreno le dio un pequeño beso en la mejilla para luego hablar.

-Adiós Jaime.-Dijo Nicolás observándolo por un par de segundos para luego irse, sabiendo que Jaime no se había movido de ahí al menos hasta que lo perdió de vista.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora