Liebe (Jainico)

34.-

POV Omnisciente

Han pasado cinco meses, y todo ha estado demasiado bien entre el moreno y el enojón. No más celos, ni peleas fuertes, tal como el principio, cosa que hacía muy feliz a Nicolás y también a Jaime.

Ese día, en la noche, el moreno estaba solo leyendo un libro. Jaime había ido a beber un poco con el Edgar, obviamente el pequeño moreno no se molestó y le dijo que vaya no más, que estaría bien.

Eran las una de la mañana cuando el moreno se comenzó a preocupar, y justo en ese momento recibió una llamada de Eddie, la cual altiro contestó.

-Qué pasa Edgar? Cuando vuelven?.-Preguntó Nicolás algo más relajado.

-N-Nico, no sé que pasó.-Dijo Edgar con la voz temblorosa, cosa que preocupó de inmediato a Nicolás.

-Edgar, de qué hablas?.-Cuestionó el moreno ya colocándose de pie y tomando las llaves del auto de Jaime, ya que este había ido en el auto de Edgar.

-I-Íbamos saliendo y yo comencé a conducir y n-no vi el auto, N-Nico, lo siento, es mi culpa.-Dijo Eddie, quien se notaba que estaba llorando.-M-Mi auto se dio vuelta y yo no...

-Edgar, dime donde están, Jaime está bien?.-Preguntó el pequeño moreno ya saliendo de la casa y yendo al auto para sacarle la alarma, abrir la puerta para luego entrar.

-N-Nos están llevando al hospital, no sé como está Jaime.-Respondió el ruloso, quien se notaba muy afectado.

Nicolás encendió el auto y comenzó a conducir para luego parar un poco y cerrar el portón.

-Edgar, cariño, escúchame bien, si?:-Preguntó el pequeño secretario intentando ser fuerte por su amigo, quien se culpaba.-A cualquiera le pudo haber pasado, no te culpo y Jaime tampoco lo hará.

-P-Pero...

-Nada de pero's.-Dijo el secretario de Jaime interrumpiéndolo.-Lo que harás ahora, es decirme la dirección del hospital donde van y luego llamaras a Manuel.

-E-Él va a estar decepcionado de mí.-Dijo Edgar, quien estaba muy débil.

-No, claro que no, va a estar preocupado.-Dijo Nicolás tomándose un momento para luego seguir hablando.-Lo harás, cierto?

-Sí.-Murmuró Eddie para luego darle la dirección del hospital adonde van.

Luego de eso, Edgar colgó y Nicolás se apuró en llegar al hospital, sintiendo los nervios carcomerlo. Estaría bien Jaime?

Cuando llegó, fue directamente a Emergencias, claro que no lo dejaron pasar y ahí fue cuando se desesperó.

-Es familiar de Jaime Navarro?.-Preguntó el enfermero mientras lo retenía de pasar.

-Sí.-Respondió Nicolás con unas lágrimas en su rostro.

"No más lágrimas, si?" le hubiera dicho Jaime, causando que se limpiara las lágrimas él mismo.

-Lo están operando, señor.-Dijo el enfermero con una pausa.-No puede entrar.

-P-Pero lo necesito.-Dijo el moreno con los ojos aguados, mirando fijamente al enfermero.

El enfermero sintió compasión por él y habló.

-Cualquier cosa que sepa, le diré de inmediato, si?.-Preguntó el enfermero siendo sincero con él.

-Gracias.-Murmuró el pequeño moreno para luego ir a sentarse. Colocó sus manos en su cara e intentó relajarse.

En lo único que podía pensar era en su Jaime, no podía perderlo.

Pasaron unos minutos cuando alguien se sentó a su lado. Lo miró y vio a su amigo, quien estaba muy culpable.

-Lo siento.-Murmuró Edgar, no queriendo mirarlo.

-No fue tu culpa.-Dijo Nicolás sinceramente.-Me pudo haber pasado hasta a mí.

-P-Pero él está allá y yo estoy acá, casi sin heridas.-Dijo Eddie, sintiendo como su amigo lo apoyaba.

-Acaso querías que estuvieran los dos allá? Jaime estará bien y tú lo estarás.-Dijo el moreno no queriendo que su amigo se culpara.

De repente vio como Manuel entraba desesperado a Emergencias. No estaba con sus hijos, probablemente habría dejado a alguien para que los cuidara.

Manu de repente lo vio y luego vio a Edgar. Este último miró donde el moreno estaba viendo y ahí estaba su esposo. Se levantó, y apenas lo hizo, Manu fue corriendo hacia él y lo abrazó fuertemente. Edgar le devolvió el abrazo de inmediato.

-Perdón Manu...

-No me pidas perdón.-Dijo Manuel rápidamente.-Creí que te iba a perder, que esas eran tus últimas palabras Edgar, las hiciste sonar así. Solo... no lo vuelvas a hacer.

A Nicolás como le gustaría abrazar a su novio en ese mismo momento.

Cuando Manuel se separó del abrazo, besó a Edgar, demostrándole a este lo mucho que se había preocupado.

Luego de aquello, Manu se sentó al lado de su mejor amigo.

-Cómo está Jai...

-No me han dicho nada.-Dijo Nicolás, sintiendo dolor por todo su cuerpo. Se quedaría ahí el tiempo necesario.

-Te haremos compañía.-Dijo Manuel decidido a aquello.

-No, Edgar tiene que descansar y tienes a los pequeños, yo puedo quedarme.-Dijo el moreno mirándolo un par de segundos.-Cualquier cosa, los llamaré.

-Cualquier cosa, Nico, solo llámanos, sin importar la hora que sea, si?.-Preguntó Manu observándolo, no sabiendo si en algún momento su mejor amigo tendría un ataque de pánico o no.

Nicolás asintió para luego ver como sus amigos se iban.

"Por favor Jaime, espero que estés bien" pensó el moreno mientras se intentaba relajar.

Seis horas después

El moreno no había dormido nada esperando alguna noticia de su novio, cuando vio al enfermero, se levantó de inmediato.

-Pasó algo?.-Preguntó Nicolás altiro, observando al enfermero.

-Su...

El enfermero no sabía lo que era de Jaime, y como sabía que los esposos o familiares podían pasar no más, habló.

-Soy su esposo.-Dijo el moreno, muy seguro de aquello.

-Bien, su esposo está estable y despierto en la habitación 315 pero...

No dejó que hablara cuando salió corriendo para subir las escaleras e ir a aquella habitación. Cuando llegó, abrió la puerta y vio a su novio despierto. Este se veía bastante aburrido, sabía muy bien que no le gustaban los hospitales.

Jaime lo miró y Nicolás lo abrazó, pero no tan fuerte, solo para que no le doliera nada.

-Me tenías muy preocupado, Jaime. Los weones de los enfermeros no me dejaron pasar y he estado acá como por seis horas y...

-Eh, cariño, lo siento por interrumpirte, pero... quién eres tú?.-Preguntó Jaime algo confundido, causando que Nicolás se separara y lo observara mientras su corazón se rompía.

Ese era el "pero" al que se refería el enfermero.