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POV Omnisciente

-Recuperará la memoria?.-Le preguntó Nicolás con mucho miedo.

-No lo sabemos.-Respondió el doctor tomándose un momento para luego seguir hablando.-Sabemos que no recuerda lo que ha pasado en seis o siete años aproximadamente.

-P-Pero no hay una manera?...

-Lo siento.-Dijo el doctor para luego irse, causando que los ojos de Nicolás se aguaran mientras que su novio hablaba con sus amigos. Los recordaba a ellos, pero ni un poco a él.

No quería entrar y ver como su pareja lo miraba como a un extraño, no podía.

Se sentó contra la pared y escondió su cabeza en sus rodillas.

Ese era su mayor miedo, que su novio lo olvidara.

Estuvo varios minutos ahí, cuando abrieron la puerta.

-Nico, no vas a entrar?.-Preguntó Manuel, sabiendo lo débil que estaba su mejor amigo.

-No.-Respondió Nicolás, ni siquiera queriendo sacar su cara de sus rodillas.

-Él quiere hablar contigo.-Dijo Manu delicadamente mientras lo observaba.

-En serio? Va a querer hablar con un extraño? No lo creo.-Murmuró el moreno completamente rendido.-Solo dile que me equivoqué de habitación, listo.

-Sabes qué te estoy escuchando, cariño?.-Preguntó Jaime un poco más alto para que Nicolás escuchara.-Edgar, Manu, nos pueden dejar solos? Y claro, oblíguenlo a pasar antes de que yo lo vaya a buscar.

Nicolás se levantó y se limpió rápidamente las lágrimas para luego pasar.

-Estaremos en la cafetería, si?.-Preguntó Manuel, viendo como este asentía para luego irse y cerrar la puerta.

Jaime lo observó por completo, como si estuviera intentando recordarlo, pero no podía.

-No te vas a sentar al lado mío, amor? No muerdo... al menos que esas cosas te gusten.-Dijo el enojón con una ligera sonrisa, acomodándose un poco en la camilla mientras sentía como le dolía todo el cuerpo.

Nicolás se sentó en la silla al lado de la camilla y lo observó.

-Bien, empecemos con un juego de preguntas.-Dijo el señor Navarro de repente, todavía observándolo.-Cómo te llamas?

El moreno sonrió tristemente mientras sentía como sus ojos se volvían a aguar. Algunas lágrimas salieron de sus ojos, causando que Jaime las limpiara delicadamente.

-No más lágrimas, amor.-Dijo el jefe de Nicolás con una pausa.-No creo que tu nombre sea tan triste, no?

Nicolás se rió por unos segundos, causando que Jaime sonriera.

-Me llamo Nicolás Gaule.-Dijo el pequeño moreno, evitando llorar.

-Supongo que sabes cómo me llamo, cierto?.-Preguntó el jefe de Kindred Spirits algo confundido, viendo como Nicolás asentía.-Bien. Soltero?

Nicolás negó con la cabeza, causando que el enojón frunciera el ceño.

-No? Quién es ese weón?.-Preguntó Jaime, sintiendo una emoción que no le gustaba para nada.

-Eres tú.-Murmuró Nicolás, sabiendo que tenía que ser sincero con él.

-En serio?.-Cuestionó el enojón bastante sorprendido mientras Nicolás volvía a asentir.-Qué hice de bueno para conquistarte?

-Nada, solo ser tú.-Respondió el moreno, recordando lo que Jaime le había dicho una vez.

-Entonces fuiste un milagro.-Dijo el señor Navarro con una leve sonrisa, tomando la mano de Nicolás de repente.-Tranquilo, cariño, te recordaré. No podría olvidarte por siempre.

Jaime lo observó por varios segundos, encontrando hermoso a Nicolás.

-En donde trabajas?.-Preguntó el jefe de Nicolás de repente, causando que Nicolás se riera por la ironía, haciendo que Jaime estuviera algo confundido.-Qué pasa?

-Trabajo para ti, soy tu secretario.-Respondió el pequeño moreno con una leve sonrisa.

-Pero eso debía ser... Espera, cuanto tiempo ha pasado?.-Preguntó el jefe de Kindred Spirits muy curioso y extrañado.

-Han pasado como seis o siete años.-Contestó el pequeño secretario siendo sincero con él.

-Y cuanto tiempo hemos estado juntos?.-Cuestionó Jaime, ahora demasiado curioso.

-Bueno, en total? Porque nos hemos separado... varias veces.-Dijo el secretario de Jaime con una leve sonrisa.

-Sí, mejor en total, me conozco, sé lo aweonao que puedo ser.-Dijo el enojón todavía tomando la mano de su novio.

-En total, como... casi tres años.-Dijo Nicolás siendo completamente sincero con él.

-Oh, eso es mucho tiempo.-Dijo el señor Navarro, acariciando un poco la mano de Nicolás, causando que a este se le acelerara el corazón.

-Sí, bueno, hemos estado más tiempo separados.-Dijo el moreno siendo honesto.

-Qué te apuesto que la mayoría fue por mi culpa.-Dijo el jefe de Nicolás, observándolo.

Nicolás sonrió pero no le respondió.

-Tomaré eso como un sí.-Dijo el jefe de Kindred Spirits con una leve sonrisa.-No sé cuanto tiempo estaré aquí, pero en verdad quiero hablarte y ser parte de tu vida. Y claro, seguir siendo tu pololo.

-Por qué?.-Se atrevió a preguntar el pequeño moreno, ya que en verdad no creía que eso pasaría.

-Porque sé que cuando recuerde todo, me arrepentiré mucho no seguir siéndolo.-Dijo Jaime tomándose un momento para luego seguir hablando.-Y bueno, me atraes.

Nicolás sonrió un poco, recordando lo que había dicho Jaime alguna vez.

"Y si por las casualidades de la vida lo hiciera, me volvería a enamorar de ti" le había dicho su enojón.

-Ya que somos novios, puedo tener un pequeño beso?.-Preguntó el enojón de repente, causando que el moreno enarcara un ceja pero asintiera.

Nicolás se acercó a él y lo besó levemente en los labios, y cuando se iba a separar, Jaime colocó su mano en la parte de atrás de su cuello y profundizó el beso, causando que el moreno le correspondiera casi sin dudarlo.

Cuando se separaron, Jaime tuvo una pequeña sonrisita.

-No creí que me gustara tanto besarte.-Dijo el señor Navarro, solo diciendo eso para luego volver a besarlo en un compas lento, sintiendo como su pareja le correspondía aquél gesto.

-Bueno, eso es lo que más hacíamos siempre.-Dijo el pequeño secretario cuando se habían separado minutos después.

-Supongo que eso y...

-No te atrevas a decirlo.-Dijo el secretario de Jaime sonrojándose, causando que este lo mirara con un leve brillo en los ojos.

Casi de inmediato, acarició las mejillas sonrojadas de Nicolás, sintiendo lo calentitas que estaban estas.

-No lo diré, solo porque te ves muy hermoso sonrojado.-Dijo el jefe de Nicolás con una leve sonrisa, siendo honesto con su novio.-Ya quiero recordarte, cariño.

-Yo también lo quiero.-Dijo Nicolás, ahora él acariciando la mejilla de Jaime, causando que este se relajara por completo y cerrara los ojos.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora