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POV Omnisciente

Han pasado tres semanas y el enojón ha recordado varias cosas, pero era lo mínimo todavía. Si para el señor Navarro era difícil, para el moreno era horrible. Jaime a veces le preguntaba si se bañaban juntos o si sus padres ya lo conocían.

Claro que no han tenido sexo, no se sentía correcto en realidad.

-Entonces le caes bien a mi papá?.-Preguntó Jaime todavía no creyéndoselo.

-Sí.-Respondió Nicolás, siendo sincero con su pololo.-Yo tampoco entendí porqué al principio, pero así es.

-Y a mí me caía bien?.-Cuestionó el enojón, creyéndole todo a Nicolás en realidad. No tenía porqué desconfiar en lo que su novio le decía.

-No sé si bien, pero lo soportabas.-Contestó el moreno sintiendo como su pololo le hacía cariño en el pelo mientras estaban acostados en el sillón del living.

-Bueno, te creo.-Dijo el señor Navarro con una leve sonrisa, todavía haciéndole cariño en el pelo.-No quieres ir a alguna parte hoy? Adonde quieras.

Nicolás lo miró unos segundos, despegando su mirada del libro que estaba leyendo.

-No lo sé.-Dijo el pequeño moreno con una pausa.-Quieres ir al Mall o en la noche salir a alguna fiesta?

-Me parece bien lo de la fiesta.-Respondió el jefe de Nicolás con una leve sonrisa.

-Entonces nos vamos de carrete en la noche.-Dijo el pequeño secretario con una sonrisita, dándole un pequeño beso en los labios para luego seguir leyendo.-Invitamos a los chiquillos?

-Andan muy ocupados.-Contestó el jefe de Kindred Spirits tomándose un momento para luego seguir hablando.-Manuel y Edgar con sus hijos, Oscar y Alexander no pueden ni ver al Naiko, y este está con el Iván.

-Bueno, al menos estás bien informado.-Dijo el secretario de Jaime todavía con una leve sonrisa.-Entonces no invitamos a nadie. Igual bacán salir los dos no más, hace rato que no íbamos a un carrete.

-Por qué?.-Preguntó Jaime algo curioso e interesado.

El moreno de repente recordó que Jaime no sabía lo que le había pasado, así que de inmediato le dijo alguna excusa.

-Estuvimos ocupados no más.-Respondió Nicolás, no sabiendo si Jaime le creería.

-Oh, esta bien.-Dijo el enojón confiando ciegamente en su pareja.-Te quiero mucho.

Eso le rompía el corazón a Nicolás. Sabía que Jaime no tenía para nada la culpa pero era diferente.

No sabía si decirle a Jaime que lo amaba o si también lo quería.

-Puedes decir lo que sientes.-Dijo el señor Navarro, conociendo un poco a su novio.

-Te amo.-Murmuró el moreno, no queriendo ni mirarlo, solo intentaba leer.

Jaime se quedó en silencio un par de segundos, no sabiendo que decirle.

-No tienes que decirlo devuelta.-Dijo el pequeño moreno en un susurro, solo acurrucándose un poco más contra el torso de Jaime.

-Te amaré, te lo prometo.-Murmuró el jefe de Nicolás, dándole unos leves besos en el cuello.

-No es necesario que me lo prometas.-Dijo el pequeño secretario tomándose un tiempo para luego seguir hablando.-En serio.

Escuchó como Jaime suspiró pero no le dijo nada, así que se quedaron en silencio.

Horas después.

El moreno y el enojón ya estaban yendo a un club que los dos conocían. Cuando llegaron, observaron el lugar un poco.

-Yo iré a buscar algo para tomar, si?.-Preguntó Jaime con una leve sonrisa, dándole un leve beso en los labios para luego ir.

-No quieres tomar de esto?.-Preguntó una voz desconocida al lado de él.

-No, no gracias.-Respondió Nicolás, alejándose un poco de él.

El extraño lo miró fijamente por varios segundos para luego acorralarlo contra la pared, cosa que asustó a Nicolás.

-Suéltame aweonao.-Dijo el moreno demandante, intentando soltarse pero no podía, causando que recordara ese día.

Luego de eso, el desconocido lo besó, causando que Nicolás se sintiera asqueroso y sucio otra vez. Intentó resistirse pero este no lo soltó.

Cuando Jaime volvió, vio a su novio besando a alguien, causando que sintiera un dolor por todo su cuerpo. Dejó los vasos en una mesa y se dirigió a la salida, completamente dolido.

Antes de salir, paró cuando algo pasó por su mente.

"Nicolás fue drogado y después de que lo dejaste en esa discoteca con ese weón, creyendo que te estaba engañando, ese weón de mierda lo violó y Nicolás no pudo hacer nada..."

Jaime de inmediato se devolvió y fue adonde estaba su novio con ese weón y empujó a este lejos de él. Miró a su novio por un par de segundos, notando como este tenía lágrimas en sus mejillas, causando que supiera lo que había pasado.

Dirigió su mirada a aquél weón que estaba besando a su novio, y lo golpeó en la cara fuertemente para luego tomarlo por el cuello del ropa y seguir golpeándolo. No quiso detenerse en ningún momento hasta que varios segundos después los guardias los separaron y lo sacaron del club.

-No vuelvas...

-Oh, claro que no volveré.-Dijo Jaime completamente enojado, con la sangre de ese weón en sus manos.-Ustedes no saben quién mierda soy. Les voy a cerrar esta wea de club.

Tomó la mano de su novio y fue directamente a su auto, no parando de pensar en el recuerdo.

Su novio fue violado y fue su culpa.

-Jaime, para.-Dijo Nicolás de repente, causando que el enojón lo hiciera.-Lo siento, sé que debí...

-Por qué te disculpas? No fue tu culpa.-Dijo Jaime interrumpiéndolo, mirándolo fijamente.-Yo me iba a ir, Nicolás, cuando te vi.

-Y por qué...

-Porque recordé algo.-Dijo el enojón, sabiendo lo que iba a decir.-Recordé que yo te dejé y un weón te drogó y te violó. No me lo quisiste decir, fue mi culpa.

-Jaime, eso ya pasó.-Dijo el moreno, no queriendo que se culpara.

-Cuánto tiempo no te hablé?.-Preguntó el señor Navarro de repente, causando que Nicolás lo mirara.

-Jaime...

-La verdad.-Dijo el jefe de Nicolás, mirándolo fijamente mientras sentía todavía el enojo en su cuerpo.

-Te fuiste de Chile, Jaime.-Dijo el pequeño moreno, no queriendo mirarlo.

-Cuánto tiempo me fui?.-Preguntó el jefe de Kindred Spirits, notando como Nicolás no quería decirlo.

-Tres años.-Murmuró el pequeño secretario, notando como su novio se tensaba y se quedaba inmóvil.

-Te deje por tres años?.-Preguntó Jaime no pudiendo creérselo, con un tono débil mientras sentía como sus ojos se aguaban pero de rabia.-Te dejé y ese weón... no, no puede ser.

-Jaime...

-Dime todo lo que ha pasado.-Dijo el enojón de repente.-Dime porqué nos hemos separado tanto y qué hiciste en esos tres años que me fui. Dime mis errores, dime todo, Nicolás, necesito saberlo.

-Cuando lleguemos a la casa, si?.-Preguntó el secretario de Jaime, viendo como este lo miraba y asentía.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora