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POV Omnisciente

Jaime entró a la habitación que ahora compartía con su novio y vio a este recostado en la cama, con su cabeza en una almohada.

Cerró la puerta y el moreno lo miró unos segundos pero no le dijo nada.

El enojón se acostó al lado de él y lo miró.

-Estás bien?.-Preguntó Jaime, observándolo por varios segundos.

-En verdad me preguntas eso? Escuchaste todas las weas que te dijo y me preguntas a mí si estoy bien?.-Preguntó Nicolás con una pausa.-Mejor yo te pregunto si tú estás bien.

-Nico, yo ya sé todas esas cosas.-Respondió el enojón tomándose un momento para luego seguir hablando.-Que Manuel me lo diga no cambia las cosas, no me duele más ni menos.

-Dijo que te debías matar. Que te debías matar! Cómo mierda puede decir eso?!.-Preguntó el moreno completamente enojado, de repente sintiendo sus ojos arder.-Si tú hicieras eso, y-yo no podría... no querría...

-Nico, eso no pasará.-Dijo el señor Navarro abrazándolo, sintiendo como su novio derramaba un par de lágrimas en su ropa.-Te seguiré molestando mucho tiempo más, así que tendrás que soportarme.

-Yo soy feliz que sigas conmigo por mucho tiempo más.-Dijo el pequeño moreno acurrucándose en el pecho de Jaime.

-Pero eso tiene un precio.-Dijo el jefe de Nicolás con una leve sonrisa.

-Lo que sea.-Dijo el pequeño secretario, todavía acurrucándose contra su novio.

-Que te vuelva a gustar el pie de limón.-Dijo el jefe de Kindred Spirits, acariciando el pelo de su pololo.

-Esta bien, trato hecho.-Dijo el secretario de Jaime siendo completamente sincero.-Ya se fueron?

-No lo sé, les dije que tendrían que saltar por el portón, yo tenía que saber como estabas.-Dijo Jaime siendo completamente sincero con su pololo.

El moreno asintió y por fin miró a su novio. Luego de varios segundos, besó a este, sintiendo como su novio le correspondía de inmediato.

-Ordenemos tus cosas para luego ir a comprar, amor?.-Preguntó Jaime, mirándolo por unos segundos cuando se separaron.

-Es necesario que vayamos hoy? Por qué no mañana?.-Preguntó Nicolás con un pequeño puchero, sintiendo mucha flojera.

-Cariño...

-Qué tal si hoy nos quedamos regaloneando en la cama?.-Cuestionó el moreno, no dejando que su novio hablara.-Besándonos, haciéndonos cariño, tal vez haciendo otras cosas más.

-Tú en verdad no quieres caminar.-Dijo el enojón con una sonrisa, suspirando para luego hablar.-Esta bien, hoy no iremos a comprar pero sí arreglaremos tus cosas en el armario.

-Ese sí es un buen plan.-Dijo el pequeño moreno, dándole un leve beso en el cuello a su novio, causando que este enarcara una ceja.-No creo que nadie más venga pidiendo explicaciones de porqué volvimos a estar juntos, cierto?

-Bueno, supongo que Iván se lo tomó "bien".-Dijo el señor Navarro con una pausa, observando a su novio.-Pero en serio, ni siquiera se dieron un beso? Un piquito? Algo?

-Jaime, ya hablamos de esto.-Dijo el pequeño secretario no entendiendo porqué su pareja querría saber aquello.-Ni yo te pregunté eso, y eso que es obvio que la mayoría del tiempo que estuviste en Estados Unidos, estuviste con Matías.

-Es diferente...

-No lo es.-Dijo el secretario de Jaime con una pausa.-Los dos son nuestros ex's novios y la única diferencia es que tú te besaste una vez con Matías mientras estábamos juntos, pero eso no importa.-Volvió a tomarse una pausa para después seguir hablando.-Los dos queremos mucho a nuestros ex's y listo.

-Como han cambiado las cosas.-Dijo el jefe de Nicolás tomándose un tiempo para luego continuar hablando.-Antes no lo podías ni ver.

-Bueno, sabes que eso cambió un poco antes de que te fueras.-Dijo Nicolás, diciendo completamente la verdad.-Estos años simplemente se hizo más fuerte nuestra amistad.

-Por qué no le pediste ayuda a él? Sé que si le hubieras pedido trabajo o dinero, él te lo hubiera dado.-Dijo Jaime algo confundido, haciéndole cariño a su novio.

-Me daba vergüenza.-Dijo el moreno siendo sincero.-Creí que podía hacer las cosas solo, y que podría encontrar trabajo en alguna parte, pero eso no pasó. Después de los moteles, cuando ya no tenía más dinero, estuve varios días en las calles con mis maletas, no sabiendo donde ir. Claro que después me encontró Manuel y me llevó a su casa. Después de un tiempo, Iván se enteró de lo que pasó y me dio trabajo y un techo donde quedarme.

-Sabes que este siempre será tu hogar, cierto? Nunca más te faltara nada, te lo juro.-Dijo el enojón sabiendo que iba a cumplir aquello, que su novio no tendría ninguna necesidad.

-Lo sé, Jaime.-Dijo el pequeño moreno, colocando su cabeza en el pecho de Jaime.-Pero te equivocas en algo. Esta casa, no es mi hogar, tú lo eres.

-Tú también eres mi hogar.-Dijo el señor Navarro con una pausa.-Desde siempre, desde esa entrevista en la que te conocí.

Nicolás lo miró por unos segundos para luego besarlo, sintiendo como su novio le correspondía apenas sintió sus labios contra los suyos.

El enojón colocó su mano un poco más arriba del trasero de Nicolás e hizo que este se acercara más a él, sintiendo que lo único que impedían que sus pieles se tocaran era la ropa.

El señor Navarro sintió como su novio colocó su mano en su mejilla, acariciándola ligeramente mientras lo seguía besando.

-Te amo.-Dijo Jaime cuando se habían separado de aquél gesto.

-Yo también te amo.-Dijo Nicolás, de repente colocándose encima del pantalón de Jaime, causando que este lo mirara con bastante atención.

-Te sigue gustando esta posición?.-Preguntó el enojón con una ligera sonrisa, colocando sus dos manos en la cintura de su novio, tomándola.

Nicolás se rió por varios segundos para luego hablar.

-Supongo que sí.-Respondió el moreno siendo sincero con su novio.-Es cómoda para mí.

-Lo sé.-Dijo el señor Navarro todavía con aquella sonrisa, acariciando la cintura de su novio por debajo de la polera.-También me gusta la posición en la que estás pero...

De repente el moreno sintió como su novio lo dejó abajo suyo, mientras se colocaba entre sus piernas. Quedó cara a cara con Nicolás, mientras que seguía con esa sonrisa.

-Pero sabes que prefiero esta.-Dijo el jefe de Nicolás con una leve sonrisita, viendo como Nicolás sonreía también para luego besarlo.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora