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POV Omnisciente

Aunque Nicolás no se diera cuenta, Jaime estaba completamente preocupado. Sabía que el moreno no se había ni besado con Iván en los años que se había ido, pero tenía miedo.

Qué tal si Nicolás en verdad necesitaba a alguien como Iván y no alguien como él?

Ese sentimiento empeoró cuando escuchó a Edgar y a Manuel hablando a la semana siguiente.

-Iván me dijo que cuando el Nico tuvo su ataque de pánico y fue a su empresa, le dijo que lo amaba.-Dijo Manuel con una pausa.-Y que también le dijo que había deseado varias veces poder amarlo a él de la misma manera.

-No creo que el Jaime sepa eso.-Dijo Edgar tomándose un momento para después seguir hablando.-Todavía no veo a Iván con un ojo morado o algo.

-No creo que el Nico le haya dicho, sinceramente.-Dijo Manu observando a su esposo.-Tú crees que el Nico, aunque sea un poco, quiera a Iván de manera romántica?

Edgar se quedó callado unos segundos, como si estuviera pensándolo.

-No lo sé, puede ser.-Dijo Eddie con una pausa.-Tal vez ya se cansó del Jaime, tal vez ya no son lo que eran.

El enojón no quería escuchar más, se fue de ahí. Fue al baño y cuando vio que no había nadie, cerró la puerta con pestillo.

Jaime sentía varias lágrimas caer por sus mejillas para después golpear la pared repetidas veces. Ni siquiera sentía el dolor físico porque el dolor psicológico era peor.

Qué tal si ya no era tan romántico? O tal vez lo era mucho y estaba sofocando a Nicolás? Tal vez ya ni le gustaba tener sexo con él.

Tal vez Nicolás ya no lo amaba de la misma manera, no podía decir que él no sentía lo mismo por el moreno, porque sentía las mismas emociones que cuando lo vio por primera vez en la entrevista.

Comenzó a marearse y paró de golpear la pared. Sus manos estaban cubierta con su propia sangre y sus nudillos se notaban rojos.

No se dio ni cuenta cuando todo se colocó negro y cayó al piso, inconsciente.

Pasaron horas cuando empezó a sentir voces a su al rededor. Luego de varios segundos, las escuchaba claramente.

-Cómo mierda se va a desmayar por nada?!.-Preguntó Nicolás en un gruñido, completamente enojado y preocupado por su novio.

-Señor, tiene que relajarse...

-No me voy a relajar!.-Lo interrumpió el moreno al médico de la empresa.-Sabe qué? Váyase, yo lo llevaré a una clínica para ver si hacen bien su trabajo, no como usted.

El médico suspiró para luego irse de la casa de Jaime. Habían llevado a este a su casa solo para que esté más cómodo y el médico se había dispuesto a revisarlo ahí.

Cuando Nicolás escuchó como cerraban la puerta, miró a su novio. Este tenía vendas en sus manos. Al parecer había estado golpeando la pared.

El moreno suspiró y se sentó al lado de él, teniendo cuidado en no aplastarlo o algo.

-Harás que me de un ataque cardíaco.-Dijo Nicolás tomando una mano de su enojón y acariciándola levemente.-No sé si me estarás escuchando, probablemente no, pero igual tengo que decirlo.-Se volvió a tomar una pausa.-Sé que escuchaste a Manuel y a Edgar hablar sobre lo que pasó con Iván cuando tuve mi ataque de pánico. Claro, no lo sé porque lo adiviné, claro que no, cuando no apareciste, vi las cámaras y te vi escuchando la conversación de Manuel y Edgar. Los interrogué y me contaron.

El enojón no se estaba haciendo el dormido o algo, simplemente lo escuchaba pero todavía no podía abrir los ojos.

-Sé que eres inseguro respecto algunas cosas, más cuando se trata de Iván y yo.-Dijo el moreno todavía acariciando la mano de su novio.-Sí, le dije que lo amaba y también le dije que varias veces deseé poder amarlo de la misma manera, bueno, en realidad le dije que desearía amarlo de la misma manera como te amo a ti, pero esos son detalles. No me arrepiento de amarte y tampoco quiero estar con Iván, si fuera así, te lo hubiera dicho.

Nicolás observó la cara de su pololo y acarició una de sus mejillas.

-Manuel y Edgar no saben nada de nuestra relación, ni saben lo mucho que te amo.-Dijo el pequeño moreno tomándose una pausa para luego seguir hablando.-Y creo que ni tú sabes lo mucho que te amo. Te sigo amando de la misma manera a pesar de todos los años y los problemas que hemos tenido. No estoy cansado de ti y claro que no somos lo que éramos, somos mucho mejores.

El moreno suspiró, cansado del tema de Iván y él. No le importaba lo que sus amigos dijeran, amaba a Jaime y eso nunca cambiaría.

-Te amo con cada parte de mi ser y me encanta tu personalidad y como eres conmigo.-Dijo el pequeño secretario con una pausa.-Bueno, si no escuchaste todo ese monólogo, tendré que volver a decírtelo cuando despiertes, y no será problema. Te lo diré siempre si es necesario para que lo tengas claro. Te amo, no a Iván, no a otro weón, a ti.

Nicolás sonrió ligeramente para después hablar.

-Debería anotarlo, no? Después se me va a olvidar la wea.-Dijo el secretario del enojón todavía con aquella sonrisa.

Nicolás se iba a levantar pero el enojón lo detuvo, tomándolo de la mano.

-No creo que sea necesario.-Dijo Jaime con la voz ronca, notando un ligero brillo en los ojos de su novio. Este se colocó encima suyo y lo abrazó fuertemente.

-Estás seguro? Puedo volver a decírtelo.-Dijo Nicolás, separándose rápidamente del abrazo para mirar a su novio.-Bueno, en realidad me faltó decir algo.

-Qué cosa?.-Preguntó el enojón algo curioso, notando lo cerca que estaba de Nicolás.

-Que eres el mejor novio de todo el mundo y que yo te merezco y tú me mereces.-Respondió el moreno siendo sincero con su enojón.-Sin importar lo que digan mis amigos u otros weones.

Jaime lo miró fijamente a los ojos para luego besarlo en los labios, causando que el moreno le respondiera altiro.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora